El mercado eléctrico sigue batiendo precios nunca vistos desde finales del 2013; se conjugan la escasez de renovables, el parón nuclear en Francia, y el alza del petróleo y de la demanda
19 ene 2017 . Actualizado a las 12:40 h.El precio de la electricidad en el mercado diario sigue marcando máximos de los últimos tres años y el megavatio hora producido alcanzará hoy los 85,79 euros, un 8,8 % más que ayer. Hay que remontarse a diciembre del 2013 para encontrar un dato más elevado. Exactamente, a los días 8, 13, 17 y 18, cuando superó los 90. Además, durante las 19 jornadas que van de enero, la cotización media fue de 67 euros, frente a los 31,6 registrados durante el mismo período del año pasado. Es decir, se ha disparado un más que temible 112 %.
Pero en ningún caso será ese el porcentaje de incremento de la factura de la luz para los consumidores domésticos. El precio horario de la electricidad que fija ese mercado diario representa aproximadamente un tercio del recibo. Además, el alza dependerá de los hábitos de consumo en cada hogar, pues cada hora cuesta diferente. Sin embargo, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, tradujo ayer la repercusión que tendrá ese incremento y avanzó que, si los precios siguiesen así el resto del año, los clientes pagarán unos 100 euros anuales adicionales. Es decir, 8 más al mes. Pero es poco verosímil que los precios se mantengan en tales niveles, pues el mercado, precisamente, se caracteriza por su elevada volatilidad y volverá a desinflarse. Sin embargo, probablemente, este enero sí se producirá esa subida a la vista de la evolución de las cotizaciones.
Los precios están disparados por lo que el ministro calificó como un «problema meteorológico». «Para los que nos dedicamos al mundo de la energía, que haga buen tiempo es que llueva y que haga viento», avanzó. Y como no hace ni una cosa ni la otra, apenas hay energías renovables que abaraten los precios. Para atender la demanda, que, además, está aumentando por la ola de frío, el sistema da entrada a tecnologías más caras, como el carbón y los ciclos combinados (usan gas natural). Como admitió el propio Nadal, «la electricidad más barata es la que produce el agua».
El ministro también explicó, durante una entrevista radiofónica, que los precios estaban por las nubes a causa del alza del petróleo y de las exportaciones de electricidad a Francia por el parón de varias centrales nucleares.
Nadal confía en que las condiciones meteorológicas cambien a lo largo de las próximas semanas. Pero también destacó que la «política puede ayudar a moderar» los precios. En este sentido, recordó que el ministerio había solicitado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que investigase el comportamiento del mercado de electricidad en las últimas semanas por si se hubiesen producido irregularidades. Esto ya ocurrió en diciembre del 2013 y la CNMC impuso una multa de 25 millones a Iberdrola por jugar con la oferta de sus centrales hidráulicas, entre ellas, las del Sil, para subir las cotizaciones.
Reforma del mercado
El regulador tiene también la encomienda del ministerio de analizar qué elementos del mercado se pueden mejorar para evitar tales sobresaltos, avanzó Álvaro Nadal. Expertos como Jorge Morales de Labra, vicepresidente de la Fundación Renovables, defienden que es preciso reformar el mercado para abandonar esta «montaña rusa» de precios, que «no debe alarmar a la población». Entre otras cuestiones, propone que los ciclos combinados no cobren el precio de mercado, pues, recuerda Morales, ya perciben dinero público a cambio de permanecer disponibles por si fallan las renovables (74 millones en el 2016 a través de los llamados pagos por capacidad).
No toque el interruptor a las 10 ni a las 20 horas
Las horas más caras de hoy serán las diez de la mañana y las ocho de la tarde, a 95 euros el megavatio hora. Tradicionalmente, el precio de la electricidad se encarece en los momentos de mayor consumo, a primeras horas de la mañana y últimas de la tarde, y se suaviza durante la noche.
Así que, si pueden, eviten conectar en esos momentos los electrodomésticos más ávidos de energía, como el horno y la secadora. De este precio horario están pendientes algo más de un millón de consumidores en Galicia, que son los que tienen instalados en sus hogares los contadores digitales, que registran el consumo realizado hora a hora. Estos clientes abonan, desde finales del 2014, el kilovatio hora al precio real de mercado. El resto pagan una estimación en función de sus hábitos de consumo elaborada por Red Eléctrica de España. Aunque, en el 2018, todos los consumidores deberán tener ya en sus hogares contadores digitales, de acuerdo con el plan de renovación de estos aparatos ordenado por el Gobierno.
El coste de la energía consumida representa solo un tercio de lo que se paga en el recibo. El resto son impuestos y costes regulados (retribuciones a las compañías, primas a renovables y amortización de deuda, entre otros).
La Fegamp y las eléctricas firman un convenio para evitar cortes de luz y gas a hogares vulnerables
El presidente de la Fegamp, Alfredo García, y responsables de las cuatro principales firmas de energía que operan en Galicia (Endesa, Gas Natural Fenosa, Iberdrola y Viesgo) han firmado un convenio para proteger a personas y familias en situación de vulnerabilidad y urgencia social. El pacto es idéntico al rubricado hace un año por las empresas con la Xunta.
El acuerdo permitirá que, en situaciones de impago de facturas, durante dos meses las empresas suministradoras no corten ni la luz ni el gas a hogares con problemas, mientras los concellos tramitan ayudas de emergencia.
Cuando una persona reciba un aviso de suspensión de suministro deberá por lo tanto ponerse en contacto con los servicios sociales de su ayuntamiento o bien con la empresa, que informará también de la existencia de este acuerdo. En el momento en el que los técnicos municipales comprueben que efectivamente es un caso de emergencia social, la compañía energética se compromete a mantener durante dos meses el suministro. Los concellos pueden adherirse ya a este acuerdo. Esto permitirá que no se produzca el corte mientras los concellos tramitan las ayudas y, a mayores, en función de la capacidad presupuestaria de cada ayuntamiento, se podrá prolongar en el tiempo el pago de los recibos. El acuerdo complementa las ayudas autonómicas y estatales que existen.