Energía estudia poner coto a los abusos de las eléctricas para captar clientes

Ana Balseiro
ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

OSCAR CELA

Competencia alerta del aumento de fraudes y pide la prohibición de campañas a domicilio

22 nov 2017 . Actualizado a las 08:11 h.

Los rotos que les hacen a los bolsillos de los consumidores los excesos y el fraude relacionados con los cambios de comercializadora eléctrica no solo no menguan, sino que crecen. Así lo sostiene la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC), que es partidaria de que España siga el ejemplo del Reino Unido y prohíba las campañas de captación de clientes a domicilio, conocidas como de puerta fría. Las realizan las comercializadoras de energía -tanto de electricidad como de gas- para captar clientes para el mercado libre, que es más caro que el regulado (pues el precio de este lo fija el Gobierno), y para ello usan como gancho descuentos engañosos en las tarifas.

Desde el Ministerio de Energía, que admite haber tenido sobre la mesa en varias ocasiones tal medida, explican que volverán a estudiar esta prohibición en los próximos meses. Lo harán dentro de una reforma más amplia para mejorar la regulación eléctrica, que incluirá facilitar la comparación entre las tarifas de las compañías, además de obligar a que estas vigilen a las subcontratadas que captan clientes, sin olvidar medidas para paliar el persistente desconocimiento ciudadano sobre el recibo de la luz.

El secretario general de la Unión de Consumidores de Galicia (Ucgal), Miguel López, confirma que la situación es realmente preocupante. Y más en el caso de esta comunidad, con mucha población de edad avanzada, especialmente sensible a los abusos. «Es dramático: llevamos años denunciando esta situación, que los consumidores no estaban preparados para esta última fase de la liberalización del mercado eléctrico. Debería haberse apostado por la formación del consumidor, no se hizo y ahora, que vemos las consecuencias, es cuando nos lamentamos», señala en relación con la propuesta de Competencia de acabar con la comercialización puerta a puerta para frenar los abusos.

Campañas «muy agresivas»

«Aunque quizá a corto plazo pueda ser una buena medida para poner coto al fraude, no creemos que la prohibición sea la vía adecuada, ya que es una modalidad de comercialización perfectamente válida. Debería garantizarse el derecho de desistimiento automático del cliente, es decir, que en 14 días pueda echarse atrás. Pero lo principal es formar a los consumidores», añade.

También el subdirector de Energía Eléctrica del ministerio, Santiago Caravantes, calificó esta semana de «muy agresiva» la medida de prohibir el referido tipo de comercialización, que fundamentalmente persigue atraer clientes al mercado libre desde el regulado con engañosas promesas de descuentos y ventajas.

Sin embargo, Competencia defiende la prohibición porque esta fórmula es la más empleada por las empresas para forzar los cambios en los contratos de los clientes, ya que, en caso de denuncia, dificulta probar el fraude, a diferencia de las llamadas, que quedan grabadas.

La CNMC sancionó el pasado marzo a siete compañías eléctricas por dichas prácticas fraudulentas y tiene otra docena de expedientes abiertos. Sin embargo, el organismo supervisor estima que en torno a 25.000 cambios de compañía comercializadora de electricidad (el 2,5 % del total) se realizan anualmente sin el consentimiento del consumidor. Pero resulta que solo se denuncia la punta del iceberg.

¿Por qué sucede esto? Por desconocimiento, como subrayan tanto López como fuentes de Competencia. Para la inmensa mayoría de la ciudadanía interpretar la factura de la luz es misión imposible. Una reciente encuesta de la CNMC concluía que siete de cada diez consumidores no sabían en qué mercado están y en Galicia el porcentaje rebasa el 80 %. «Algo tan básico como saber qué empresa nos presta el servicio, qué tarifa tenemos y en qué mercado estamos son mínimas las personas que lo saben. Ahí es donde hay que incidir», remacha.

El tramo regulado de la factura de la luz, del que depende el 60 % del recibo, seguirá congelado a partir de enero

El ministro de Energía, Álvaro Nadal, anunció ayer que el Gobierno congelará el próximo año, por cuarto ejercicio consecutivo, el tramo regulado de la factura de la luz, que representa en torno al 60 % del recibo que llega a los hogares. «Es la parte sobre la que puede actuar el Gobierno», recordó. El otro 40 % depende exclusivamente del coste de la energía (ya sea el precio regulado PVPC o la tarifa pactada con la compañía eléctrica, en el mercado libre), además de los impuestos: IVA y tributos eléctricos.

Sin embargo, que esa congelación en la parte regulada se note en el bolsillo de los consumidores dependerá de factores externos, como la evolución meteorológica. Y es que, según los cálculos del propio ministerio, la factura de la electricidad para una familia tipo se encareció entre enero y octubre un 12 %, comparada con el mismo período del año anterior. La ausencia de lluvias, que se traduce en una menor aportación de las energías renovables (especialmente la hidráulica) al mercado de la electricidad, influye en un tercio de lo que pagan los hogares al darle al interruptor.

La sequía ha provocado que se encarezca el recibo un 12 % en lo que va de año El menor peso de las renovables en favor de las tecnologías más caras (gas y carbón), que han tenido que producir más, ha hecho subir los precios del megavatio hora, disparando así el recibo de la luz.

En lo que va de noviembre, el precio de la generación de energía ha vuelto a subir otro 2 % con respecto al mes anterior.

En lo que respecta a la posibilidad de que se cierren las centrales térmicas, en relación con la petición de Iberdrola de cerrar las dos de carbón que posee en España, Nadal señaló en el Senado que, de producirse, el precio de la luz se incrementaría un 40 %, y acusó a la oposición de lanzar «mensajes de color de rosa que al final pagarían el consumidor, la competitividad industrial y los puestos de trabajo».