El Banco de España liga la creación de empleo a que haya sueldos esquilmados

j. m. camarero MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

EFE | EMILIO NARANJO

Reclama que se suban el IVA y los impuestos ambientales

23 may 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobernador del Banco de España, Luis María Linde, ha dejado a pocas semanas de que expire su mandato (el próximo 11 de junio) todo un reguero de advertencias a través del informe anual de la institución. En ese texto ha plasmado su teoría de que solo unos sueldos comedidos permitirán prolongar la recuperación del país. De lo contrario, volverá la caída de la competitividad y de la productividad, así como la destrucción de puestos de trabajo. Más allá de cargar contra las subidas generalizadas de salarios, se opone al alza del salario mínimo interprofesional (SMI) aprobada el año pasado y que supuso un avance del 8 % para esta referencia laboral.

En el análisis advierte que esa medida ha tenido un efecto «reducido» sobre el conjunto de los salarios porque solo ha beneficiado directamente a un 3 % de los trabajadores. Pero sí anticipa que el «impacto sobre la probabilidad de perder el empleo podría ser significativo en el caso de determinados colectivos», como los más jóvenes y los de mayor edad. Además, anticipa que las consecuencias de la subida del SMI «pueden verse agravadas» si al final se eleva hasta los 850 euros en el 2020, como está previsto. El supervisor relaciona la «moderación» de las retribuciones con el crecimiento económico. Califica como «negativo» el hecho de que la mejora del mercado de trabajo pueda «seguir presionando al alza los salarios negociados» y por tanto los costes laborales que asumen las empresas. Y considera que «la fortaleza en la creación de empleo» se está viendo «reforzada» por ese freno en las nóminas. En este sentido, el ministro de Economía, Román Escolano, se mostró ayer «favorable» a aplicar incrementos en lo que cobran los trabajadores de sectores «con buena situación económica». Pero, a continuación, recordó que no hay que olvidar lo que considera «el foco principal» en materia de empleo: crear un millón de puestos en dos años.

Deriva salarial

El Banco de España justifica la contención de las retribuciones al incorporar el concepto de «deriva salarial». Porque mientras que en el 2017 el crecimiento salarial pactado en convenios fue del 1,4 %, el acceso de nuevos trabajadores al mercado laboral «limita» esos ascensos al cobrar unas cuantías mucho más escuetas, y sin el peso de las grandes cláusulas de revisión anuales. La institución también reconoce que no han sido las empresas las que se han apretado el cinturón en materia de beneficios obtenidos en estos años, sino que lo han hecho los empleados. Y que es esta la vía por la que España está saliendo de la crisis. El supervisor considera que las ganancias de competitividad frente a los vecinos han recaído más «en el ajuste de los salarios que en el de los márgenes empresariales».

En el capítulo de las pensiones: recortes para evitar la quiebra. Apuesta por «mantener un mecanismo de ajuste automático» de las prestaciones, esto es, medidas como el factor de sostenibilidad, cuya entrada en vigor han acordado aplazar Gobierno y PNV. Además, apuesta por fomentar la inmigración para combatir el envejecimiento de la población.

En el campo de la fiscalidad, el Banco de España considera que hay «margen» para revisar la cesta de impuestos para lograr mayores ingresos para el Estado. Por una parte, recuerda la posibilidad de subir el IVA, al ser aún uno de los más bajos de la UE, así como la de apostar por impuestos especiales, en especial los medioambientales. Además, el supervisor critica que el sistema tributario cuenta con «un nivel de beneficios fiscales elevado, derivado de la existencia de numerosas exenciones, deducciones y tipos especiales reducidos».