La UE le recuerda a España sus deberes pendientes

Cristina Porteiro
cristina porteiro BRUSELAS / CORRESPONSAL

ECONOMÍA

Javier Lizón | efe

«La cifra de desempleo sigue siendo muy alta», denuncia, y exige poner fin a la dualidad del mercado laboral y limitar el uso de contratos a tiempo parcial

14 jul 2018 . Actualizado a las 05:00 h.

La ministra de Economía, Nadia Calviño, ha desbaratado los planes de la UE en torno a las cuentas españolas. La coruñesa dejó claro que el anterior Gobierno no había sido realista y comunicó el jueves a Bruselas que este año se volverá a incumplir el objetivo de déficit. No solo eso. La desviación será significativa. Desde el 2,2 % fijado al 2,7. Tampoco está dispuesta la flamante ministra a acometer los esfuerzos estructurales que ayer le exigió el Ecofin en sus recomendaciones. El documento firmado por los ministros de Economía de la UE sitúa en el 0,65 % del PIB (unos 7.500 millones de euros) los ajustes que debería emprender España el próximo año, aumentando los ingresos o pasando la tijera al gasto público, para garantizar que el país mantiene sus cuentas en orden.

Bruselas y sus socios europeos prefieren que se haga por la vía de la contención del gasto. No se fían del optimismo de los españoles: «Las previsiones indican un crecimiento menor de los ingresos públicos y, de alguna forma, un gasto más alto», indica la UE antes de lanzar la alerta sobre los planes del nuevo Gobierno: «Si no hay cambios, existe un riesgo de desviación significativa respecto al ajuste fiscal requerido [...]. España necesita estar lista para adoptar medidas adicionales para garantizar el cumplimiento en el 2018 y adoptar medidas para cumplir con el Pacto de Estabilidad en el 2019», insisten los ministros. Calviño está dispuesta a aprovechar a fondo la carta de la flexibilidad que ofrece la Comisión. Quiere hacer el ajuste estructural de forma más progresiva, extendiendo los plazos. Solo se compromete a un ajuste del 0,4 % el año que viene. El otro 0,25 % se trasladaría a las cuentas del 2020. Para tranquilizar al comisario de Economía, Pierre Moscovici, la española insiste en encomendar su programa al buen ritmo del crecimiento económico.

Tierra de por medio

La UE también puso ayer tierra de por medio a sus expectativas. «El uso de cualquier viento de cola para reducir el balance de la deuda pública debería ser prudente», sostiene el Ecofin.

Al margen de la batalla por las cuentas públicas, España tiene por delante una larga lista de deberes. «La cifra de desempleo sigue siendo muy alta», denuncia la UE. Los ministros exigen poner fin a la dualidad del mercado laboral y limitar el uso de contratos a tiempo parcial, porque «reducen el crecimiento de la productividad» y generan un entorno de elevado de riesgo de pobreza. Otra de las tareas pendientes es la de mejorar la inversión en investigación y desarrollo. La UE cree que España será incapaz de alcanzar el objetivo del 2 % del PIB para el 2020. La falta de apoyo público está lastrando la innovación de las empresas. Como también lo hace la falta de capacitación de los trabajadores. Además de exigir mejoras formativas, la UE le pide a Calviño que ponga orden en los servicios de promoción del empleo de las regiones para que den «apoyo efectivo» a los demandantes de trabajo.