Vodafone paga cara su renuncia al fútbol y aplicará un ERE para 1.200 trabajadores
ECONOMÍA
La operadora propone a los sindicatos un ERE, el tercero en cinco años. En esta ocasión, afectará al 24 % de la plantilla. La decisión de desprenderse del fútbol ha provocado una fuga de clientes. Los sindicatos rechazan frontalmente la medida
10 ene 2019 . Actualizado a las 19:29 h.La renuncia a los contenidos de fútbol -una puja que ganó Movistar el pasado verano- le ha salido cara a la filial española de la operadora británica Vodafone. A la empresa y sobre todo a su plantilla. Al menos un cuarto de su cuadro de personal, estimado en unas 5.000 personas en el conjunto de España, se quedará sin empleo si prospera el ERE que la compañía tiene intención de aplicar a 1.200 empleados. Se trataría de un despido colectivo, el tercero que emprendería el operador en su filial española en los últimos cinco años, lo que sumaría desde entonces más de dos mil trabajadores.
La dirección de Vodafone en España reunió este jueves en Madrid a la representación sindical para informarle de que iba a proceder a la apertura de un período de consultas dentro de dos semanas, según informó el propio grupo. De acuerdo con los plazos, el próximo día 24, los sindicatos (STC, CC. OO. y UGT) formarán parte de la mesa de negociación donde ya se concretarán las áreas, departamentos y zonas en los que se harán efectivas las bajas.
La fuerte competencia de las compañías low y medium cost, además de la fuga de clientes que se han ido a la competencia (Movistar y Orange) en busca de los partidos del Partidazo y de la Champions parecen ser los motivos de más peso que han lastrado las cuentas de Vodafone. Las razones esgrimidas por la dirección para volver a desprenderse de una buena parte de su plantilla son las causas «económicas, productivas y organizativas».
El grupo británico redujo ingresos, clientes y ebitda. No solo en España. Las pérdidas en el conjunto de toda la compañía fueron de unos 8.000 millones de euros en el 2018. Al golpe contable español se sumaron también resultados negativos en Alemania y Rumanía, y cerca de 3.000 millones de euros más en pérdidas asociadas a la venta de su filial en la India.
Vodafone España explicaba que el procedimiento que ahora arranca persigue «revertir la negativa evolución del negocio, reforzar su sostenibilidad, proteger la capacidad de inversión y diseñar una organización más competitiva y mejor adaptada a lo que piden los clientes». Señala que en el actual contexto de mercado la demanda de servicios sigue creciendo de forma exponencial, pero en cambio los precios no aumentan, como refleja que cerca del 50 % de las altas brutas están asociadas con ofertas de bajo coste.
La compañía aseguró que esto la obliga a tener una estructura de costes preparada para competir con éxito en todos los segmentos. Quiere buscar un modelo organizativo más simplificado y que refuerce la coordinación y sinergias entre los equipos.
Al término de la reunión, los tres sindicatos con representación en el comité de empresa de Vodafone mostraron su rechazo a cualquier intento de recortar la plantilla porque lo consideran «equivocado e inoportuno». Entienden que el cuadro de personal no puede pagar las consecuencias de la toma de decisiones desacertadas. También sospechan de que con un ERE se persiga reducir gastos rápidamente y que sirva de oportunidad para abaratar la plantilla.
En los últimos cinco años, la operadora británica se ha visto obligada a recortar empleo al menos en dos ocasiones más. En el 2015, el ajuste afectó a 1.500 empleos. Entonces la compañía justificó la decisión para reducir duplicidades tras la adquisición de la cablera ONO. Dos años antes, en el 2013, redujo la plantilla en más de 600 trabajadores. En todos los casos, pactó con los sindicatos.
En Galicia cuenta con unos 200 empleos directos (en los centros de A Coruña y Vigo), según fuentes sindicales. La representación social confía en que el ERE no afecte en gran medida al personal en la comunidad.