Fuego abierto entre los liquidadores de Martinsa-Fadesa

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

En la imagen, de izquierda a derecha, Ángel Martín, Antonia Magdaleno y Antonio Moreno
En la imagen, de izquierda a derecha, Ángel Martín, Antonia Magdaleno y Antonio Moreno

Tras el cese de Antonia Magdaleno, condenada a prisión, el juez designó para sustituirla al bufete del que es socia, decisión recurrida por el resto de administradores

21 feb 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El cese de Antonia Magdaleno como liquidadora de Martinsa-Fadesa ha abierto una brecha en la administración concursal de la promotora inmobiliaria. Todo, después de que en noviembre el Tribunal Supremo confirmara la condena impuesta a la abogada valenciana por sendos delitos de estafa y apropiación indebida, al dar por probado que la apodada como dama de los concursos estafó 4,6 millones de euros al bufete del que entonces formaba parte (Broseta Abogados) con los honorarios que percibió como administradora en los concursos de Martinsa-Fadesa y Urazca.

A la espera de que Magdaleno entre en prisión para cumplir la pena de cuatro años ratificada por el alto tribunal (ha conseguido un aplazamiento hasta abril y se ha movilizado para solicitar el indulto), los otros dos liquidadores de Martinsa-Fadesa (Ángel Martín, de la auditora KPMG, y Antonio Moreno, en representación de Bankinter) presentaron en diciembre una solicitud al Juzgado de lo Mercantil número 1 de A Coruña para que la abogada fuera apartada de la administración concursal, de la que también querían separar a los auxiliares delegados que ella había nombrado en su momento.

El titular del juzgado solo accedió parcialmente a esa petición. Cesó de sus funciones a Magdaleno, pero en un auto dictado el pasado 15 de enero aceptó el recurso de sus colaboradores y designó como nuevo administrador concursal para ocupar su lugar a la sociedad Sue Abogados.

Una decisión que no ha gustado a los otros dos liquidadores de Martinsa. En un recurso presentado el pasado 22 de enero, Ángel Martín y Antonio Moreno (que junto a Magdaleno se hicieron cargo de la suspensión de pagos de la promotora, la mayor de la historia de España, en julio del 2008, y retomaron hace cuatro años las riendas para dirigir su liquidación) solicitan al titular del juzgado que dé marcha atrás. Y es que, argumentan, el bufete al que se designa para acompañarlos, Sue Abogados, es propiedad de Antonia Magdaleno, que controla la mayoría del capital social (una parte directamente y otra, a través de una sociedad) y que figuraba como administradora única. Lo que probaría, según el recurso, «que ella, y solo ella, tiene absoluta discrecionalidad tanto en el nombramiento de la persona física que representará a Sue Abogados en el concurso como en las instrucciones para llevar a cabo las tareas propias de dicho cargo». Traducido, que Magdaleno seguiría, desde la sombra, influyendo en el proceso. Algo que para sus antiguos colegas incumple las disposiciones de la , que prohíbe nombrar como administrador a quien ya haya sido apartado del cargo, pero también a quien haya estado «especialmente relacionada» con la sociedad concursada en los últimos tres años (la abogada valenciana y sus auxiliares trabajan en la liquidación desde marzo del 2015).

Cede el testigo

En las últimas semanas, sin embargo, Magdaleno ha hecho movimientos para desligarse de su despacho. Así, el pasado 8 de febrero el Boletín Oficial del Registro Mercantil recogía su dimisión como administradora única de Sue Abogados, pasando el testigo a sus socias, Beatriz Carbonell y Sonia Gimeno, que a preguntas de La Voz declinaron pronunciarse sobre esta polémica, alegando que el proceso está sub iudice, como confirman fuentes del Tribunal Superior de Xustiza de Galicia, donde informan de que el recurso presentado por los otros administradores concursales está todavía pendiente de resolución.