Los cortes de luz por impago en España retroceden a niveles previos a la crisis

J. M. Camarero MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

XOAN CARLOS GIL

El año pasado se produjeron 162.000 intervenciones, un 75 % menos que en el 2014

16 jun 2019 . Actualizado a las 05:00 h.

El drama de los cortes de luz provocados por el impago ante las durezas económicas por las que han atravesado muchas familias en la crisis vivió un punto de inflexión a finales del 2016. Fue entonces cuando la muerte de una anciana de Reus (Tarragona) tras incendiarse su vivienda al tener que usar velas por no contar con suministro puso sobre la mesa el debate sobre la necesidad de regular las intervenciones de las compañías ante este tipo de casos extremos. El Gobierno activó una regulación, que se ha ido actualizando posteriormente, con la que se han intentado evitar situaciones tan vulnerables.

Las estadísticas muestran un cambio de tendencia con respecto a los peores momentos de la recesión. El año pasado las tres grandes eléctricas (Endesa, Iberdrola y Naturgy) acometieron 162.051 cortes por impago, un 75 % menos que cuatro años antes, cuando esas intervenciones rozaron las 629.000, según los datos de sus memorias anuales remitidas a la CNMV. Si se excluyen las cifras de la antigua Gas Natural Fenosa -solo disponibles desde el 2014-, la caída de los cortes ha sido aún mayor con respecto al 2012, el peor año de la crisis. Entonces, entre Endesa e Iberdrola intervinieron en 1,1 millones de hogares que no abonaban el recibo. El año pasado, entre ambas no llegaron a 139.000 casos, un 90 % menos. Además, la mayor parte de esos cortes se solventan antes de las 24 o 48 horas del corte. Y, en una amplia proporción, no corresponden a familias con problemas económicos, sino a otro tipo de casos, según indican en el sector.  

¿Por qué hay menos cortes?

Por una parte, debido a la mejoría que ha experimentado la economía: a más empleo, menos dificultades en los bolsillos y más disponibilidad para hacer frente a los gastos que se consideran un bien básico, como la luz.

El caso de la mujer fallecida en Reus también impulsó los mecanismos administrativos para modificar la legislación y evitar, por norma, los cortes de luz por impago entre las familias desfavorecidas. Un decreto ley del año 2017 prohibía la suspensión del suministro a familias vulnerables con ayuda de la comunidad autónoma o el ayuntamiento, cuando cuenten con al menos un menor de 16 años, un familiar tenga una dependencia en grado II o III o una discapacidad superior al 33 %.

Con el nuevo bono social -al que están acogidos más de un millón de hogares-, el descuento en la parte del consumo del recibo puede ascender a un 40 %. Además, el Ministerio de Transición Ecológica ha puesto en marcha el bono térmico, un cheque anual para los beneficiarios del social, con cuantía de hasta 124 euros.

También las grandes compañías comenzaron hace varios años a desarrollar planes para mitigar los efectos de los cortes de luz. En el caso de Iberdrola, los convenios firmados con distintas administraciones «protegen al 100 % de los clientes residenciales que podrían estar en situación de vulnerabilidad». Naturgy, por su parte, afirma que su política contra la pobreza energética cubre a sus clientes vulnerables, basándose en convenios con los servicios sociales públicos. Endesa trabaja de cerca con Administraciones locales y autonómicas y entidades del tercer sector desde el año 2014 para que ningún cliente en situación de vulnerabilidad se vea privado de suministro.