Eloi Gómez, creador de Mr Jeff: «Emprender en España es duro, porque no hay reconocimiento»

Sara Cabrero
Sara Cabrero REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Tras revolucionar el negocio de las lavanderías, la cadena prepara el aterrizaje en Galicia

22 ago 2019 . Actualizado a las 20:54 h.

Tres jóvenes amigos con una idea, muchas ganas de trabajar y una auténtica revolución como resultado. Esa es la esencia detrás de Mr Jeff, una start-up con acento gallego que ofrece un completo servicio de lavandería a domicilio por apenas un euro al día. El acento galaico lo pone Eloi Gómez (Santiago de Compostela, 1992), consejero delegado de una empresa que no para de crecer. Mr Jeff controla todo el proceso. No solo ponen la app, sino que también controlan las lavanderías que lavan los trapos sucios de sus clientes. Su red de franquicias, con presencia por toda Latinoamérica y en algunos países de Asia, está formada por 1.200 establecimientos. Después de conquistar medio mundo ahora preparan el aterrizaje en Galicia.

-¿Qué ofrecen en Mr Jeff?

-Hoy en día es un servicio de lavandería a domicilio. Pero detrás de Mr Jeff hay más. Aspiramos a convertirnos en una aplicación en la que podamos ofrecer a nuestros clientes todos los servicios necesarios en el día a día.

-Algo así como un Uber, pero de todo tipo de servicios...

-Si, bueno, pero algo más complejo. Hay empresas en otros lugares del mundo que ya están intentando desarrollar aplicaciones con las que ofrecer varios servicios de lo más dispar. Pero la principal diferencia con ellos es que manejamos también lo que es la producción del servicio que disfrutan nuestros clientes a través de nuestras franquicias. Nosotros controlamos las lavanderías, y cuando empecemos a incorporar el negocio de las peluquerías, también controlaremos el servicio. Es un poco diferente a lo que hacen otros competidores globales que o bien ponen los repartidores o bien el método de pago.

-¿Por qué empezaron el negocio con las lavanderías?

-Analizamos el mercado y lo que vimos es que, dentro de las opciones que había, era la que tenía más sentido. Nos planteamos el modelo que podíamos tener que fuera realmente recurrente, es decir, que la gente lo consuma de manera habitual, y además analizamos que no hubiera un gran competidor. Entonces nos dimos cuenta de que la lavandería era el que más sentido tenía.

-Pero, ¿lo tuvieron tan claro desde el principio?

-Nosotros queríamos montar algo como lo que estamos haciendo ahora, convertirnos en la aplicación para todo. Lo que pasa es que no teníamos nada preconcebido. Cuando analizamos todas las opciones vimos que la lavandería tenía poca competencia y además tenía todo el sentido del mundo en mercados que a nosotros nos interesaban especialmente, los emergentes. Creemos que lo que está pasando con la comida a domicilio ahora mismo acabará pasando con servicios como los de la lavandería. Así que el potencial de crecimiento es realmente interesante.

-¿Cómo funcionan los franquiciados, son lavanderías ya en funcionamiento o montan las suyas propias?

-Las lavanderías que forman parte de nuestra red son propias. Y lo hacemos así porque queremos que todos nuestros servicios cumplan una serie de requisitos que tenemos marcados.

-Entonces, no vale cualquier lavandería...

-No. Para que sean eficientes coordinamos toda la parte técnica de las máquinas, los espacios... Controlamos todos los puntos del servicio, porque si no lo hiciéramos así no podríamos dar el servicio que queremos dar.

-¿Cómo fue el inicio, tenían experiencia en arrancar una empresa?

-Yo había montado dos compañías previamente y estábamos mirando qué era lo siguiente que nos apetecía hacer. Empezamos Rubén, Adrián y yo en una aceleradora en Valencia a mejorar la idea que teníamos, después conseguimos unos 400.000 dólares de financiación para crecer y luego en una ronda de financiación otros dos millones, y con eso pudimos desarrollar la idea y ver que funcionaba.

-¿Alguna vez esperaron conseguir el éxito que han obtenido?

-Va a sonar un poco prepotente, pero sí. La idea era conseguir el éxito que hemos tenido, otra cosa era que algo fallara por el camino. Al principio sí que estábamos más enfocados a ver si esto crecía un poco en España y lo podíamos vender, pero siempre tuvimos la ambición de crear algo grande y dedicarnos a esto por muchos años.

-¿Y cómo es lanzarse a la aventura de emprender en España?

-Es duro. Y depende del motivo por el que emprendes. Si lo haces por reconocimiento social, olvídate, porque España no es un país que lo reconozca. En nuestro caso esto nos daba igual, no buscábamos reconocimiento. Es duro al principio, porque muchas veces tu familia o tus amigos no lo entienden. Y luego yo creo que lo que más miedo da de emprender es que en España el fracaso está muy mal visto.