La subida podría llegar al 3,3 % en función de la marcha del PIB y del déficit, pero es poco probable
20 oct 2019 . Actualizado a las 18:10 h.Semana agridulce para los cerca de 2,6 millones de empleados públicos que trabajan para la Administración, que han sufrido una de cal y otra de arena. La buena noticia es que tendrán en el 2020 una subida salarial fija del 2 %, que puede llegar incluso al 3,3 % en función de la evolución de la economía y el cumplimiento del déficit, tal y como prevé el Gobierno en el Plan Presupuestario enviado a Bruselas el pasado martes, que cumple así con el pacto alcanzado con el anterior ministro Cristóbal Montoro. Sin embargo, para que sea efectiva tendrán que esperar a que se constituya el nuevo Parlamento -según admitió Pedro Sánchez en una carta enviada a los sindicatos-, por lo que lo más probable es que no dé tiempo a que este incremento se vea reflejado en las nóminas de enero y se haga con efecto retroactivo más adelante. La mala noticia es que los más de medio millón de interinos que llevan meses a la espera de que se pronuncie el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE) ven algo más complicado conseguir lo que demandan: que la Justicia los convierta automáticamente en personal fijo, sin pasar por las oposiciones previas, y conseguir una indemnización de 20 días por año trabajado en el momento de su cese.
Analicemos, por tanto, lo que sí es una realidad: esa subida fija de los salarios del 2 % para el 2020, más otro 0,30 % de fondos adicionales (que decide cada Administración cómo emplearlo), a la que incluso podría sumarse hasta otro 1% extra si el PIB crece igual o más del 2,5 % en el 2019, algo improbable a la vista de la previsión de que avance un 2,1 %. Así, ¿qué supondrá esto para el bolsillo de los funcionarios? Es muy complicado hablar de las retribuciones de los empleados públicos, puesto que, además del grupo y categoría al que pertenecen, influye significativamente la comunidad autónoma donde se ejerza la profesión, la antigüedad laboral y los diferentes complementos (específico, de destino, de productividad), por lo que la brecha puede ser muy amplia. Según estimaciones de CSIF, el sueldo medio de un funcionario se sitúa en torno a los 1.800 euros brutos al mes repartidos en 14 pagas, con lo que la nueva subida supondría 36 euros más al mes de media y algo más de 500 euros al año.