El servicio de estudios del banco pide que los futuros incrementos se hagan de forma gradual
15 ene 2020 . Actualizado a las 19:04 h.45.000 empleos que quedaron en el limbo. Es, según los cálculos del BBVA, el coste de oportunidad que ha supuesto subir más de un 22 % el salario mínimo interprofesional el año pasado. Una medida fuertemente cuestionada desde las organizaciones patronales y que, según el servicio de estudios del banco, habría restado entre una y cuatro décimas del crecimiento de la afiliación a la Seguridad Social en aquellos sectores profesionales con más volumen de trabajadores en la órbita del SMI. Un menor crecimiento que, en cifras, habría supuesto la creación de 45.000 puestos de trabajo menos de los que se podrían haber generado si la subida salarial hubiese sido más moderada.
Así lo asegura el último informe sobre la economía española publicado este miércoles por el BBVA Research, Situación España, que asegura que la pérdida de esos empleos perjudica especialmente a ciertos colectivos, como los menores de 30 años. Por sectores, comercio, hostelería, actividades inmobiliarias, profesionales, administrativas y artísticas son los más afectados, mientras que a nivel territorial las comunidades con mayor prevalencia del SMI son Canarias, Extremadura, Andalucía y Murcia.
En todos esos colectivos, el incremento de la afiliación el año pasado fue del 2,8 %, un punto menos que en el promedio de los dos ejercicios anteriores cuando en el conjunto del sistema la caída fue de seis décimas.
El director de BBVA Research y economista jefe de la entidad financiera, Jorge Sicilia, explicó durante la presentación del informe que este impacto será «creciente» en el tiempo. Es decir, los efectos se seguirán notando los próximos años en los sectores que están más ligados a estos sueldos.
Y todo ello sin tener en cuenta que probablemente el SMI vuelva a subir de nuevo, hasta llegar a los 1.200 euros en el horizonte del 2023, como apunta el acuerdo de Gobierno firmado antes de la investidura entre el PSOE y Unidas Podemos. Para Sicilia, ese objetivo de llegar al 60 % del salario medio tiene «todo el sentido del mundo», pero ese cambio tendrá que hacerse lo «suficientemente despacio» para que las empresas se puedan adaptar a ese nuevo entorno sin que la creación de empleo se resienta.
El presidente de la patronal CEOE, Antonio Garamendi, ya había avisado del «daño» que ha hecho la subida del salario mínimo, al que culpa del paso a la economía sumergida de 60.000 personas (15.000 empleados del hogar y 45.000 en el campo).
Crece el consumo y el ahorro
A pesar de esta caída en la creación de empleo, Miguel Cardoso, economista jefe para España en BBVA Research, asume que en el primer semestre de 2019 se produjo un incremento de la renta, lo que en parte se debe a la subida del SMI. Hasta ahora se observa que ha aumentado el ahorro de las familias y habrá que observar si se puede estar trasladando al consumo, explicó.
De cara a este año, la previsión del organismo es que la tasa de paro seguirá cayendo, pero a un ritmo mucho menor. Estiman que finalizará el ejercicio en el 13,5 % para luego bajar al 12,5 % en el 2021, lo que significa una y dos décimas menos, respectivamente, de lo previsto hace solo tres meses.
Por el lado del crecimiento económico, el informe entiende que el mejor contexto internacional «allana el camino» hacia una estabilización del PIB, lo que podría hacer que la desaceleración «se detenga» en el 2020, con un repunte del 1,6 %, para dar paso a una «moderada aceleración» en el 2021, cuando la economía española crecería un 1,9 %.
Rafael Doménech, responsable de Análisis Económico, aseguró que la pérdida de tracción en la segunda mitad del año pasado fue «menos intensa» de lo vaticinado por su gabinete, gracias al consumo de los hogares y la mejora de las exportaciones, que serán «el motor» de la actividad económica en este primer trimestre del 2020.