Verónica Rivadulla: «La recuperación está siendo más rápida de lo que esperábamos»

Gabriel Lemos REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

MARCOS MÍGUEZ

La directora general de Nortempo advierte de que es «crítico» mantener los ERTE hasta final de año

16 jul 2020 . Actualizado a las 05:00 h.

Fueron el sector más castigado al inicio de la crisis, ya que antes de la regulación de los ERTE el ajuste del empleo se cebó con los recién contratados y los eventuales. Sin embargo, ahora que el mercado laboral ha iniciado la recuperación, las empresas de trabajo temporal están en una posición privilegiada para anticipar las tendencias de contratación y la intensidad de la reactivación económica. Para Verónica Rivadulla, directora general de Nortempo, el rebote está siendo más rápido de lo esperado, aunque advierte de que todavía quedan muchas incertidumbres, especialmente en el terreno sanitario.

-¿Cómo ve la situación del mercado laboral?

-El punto de partida es que estamos cerca de un 15 % de paro, sin tener en cuenta que hay casi 1,5 millones de personas en ERTE. Es un dato muy duro. Pero las cifras que tenemos de contratación son cada semana mejor que la anterior, aunque será la actividad de determinados sectores la que nos va a dar el ritmo de mejora del empleo. La hostelería, la industria o la automoción dinamizan mucho el empleo. En la medida en que esos sectores se comporten bien, y si la situación sanitaria no se desequilibra, lo que estamos viendo es que la recuperación está siendo más rápida de lo que esperábamos.

-¿Había demasiado pesimismo?

-La economía necesita volver al movimiento, y también las empresas y la ciudadanía, que quiere volver a consumir, creo que eso se ve reflejado. Hay actividades que van un poco más rápido y otras más lentas, pero tenemos la sensación de que el mercado laboral se activa, y eso genera movimiento económico y consumo, que ponen en marcha la rueda. Eso, en Galicia. Luego hay otras zonas de España, como Levante y toda la costa dependiente del turismo, que van un poco más lentas. Y hay que tener en cuenta que seguimos expuestos al comportamiento sanitario, que no tengamos un susto que provoque cierta parálisis. Pero si esto sigue así, será un año complicado pero no la debacle que se auguraba.

-¿Qué políticas se necesitan para mantener esa recuperación?

-Para las empresas lo más importante es la flexibilidad. Los ERTE son una herramienta de protección tanto para la compañía como para el trabajador. Eliminan la incertidumbre y el miedo de la firma a verse abocada a tener que estar con un coste de estructura que no puede mantener, y protege al trabajador en la medida en que no se plantean despidos porque hay una herramienta que permite ir regulando el equilibrio entre ingresos y gastos. Es crítico mantener esa flexibilidad de aquí a final de año, sobre todo por el escenario sanitario, porque las empresas necesitan una herramienta que les permita ajustar muy rápido la estructura si hay un rebrote en septiembre u octubre. La clave en esta situación, además de la flexibilidad, ha sido la agilidad.

-Parece paradójico que se hayan creado 300.000 puestos de trabajo mientras un millón y medio de personas siguen en ERTE.

-Porque hay sectores, como el de la logística, la alimentación o el primario, que están generando empleo y en los que no hay ERTE. Sin embargo hay otros, como los de la hostelería o el alojamiento turístico, que han estado parados completamente y que aún tiene cientos de miles de trabajadores en ERTE. Hay ese desequilibrio entre sectores.

-¿Eso quiere decir que habrá oportunidades de encontrar empleo en esta campaña de verano?

-Vamos a tener irregularidades por zonas y por sectores. Los hay que van a tirar del empleo, pero hay que tener en cuenta que en otros los ERTE van a durar en el tiempo, no se van a desactivar. Es clave ver cómo se comporta el turismo. Si no fluye, la hotelería se va a paralizar. Pero habrá oportunidades en otros sectores para aquellas personas que puedan reorientar su perfil.

-El reciclaje profesional es una de las claves a las que ha apuntado el Banco de España de cara a la recuperación, ¿qué pueden aportar las empresas de trabajo temporal?

-Tenemos planes de formación para personas ocupadas y desocupadas que permiten reconfigurar perfiles hacia sectores de alta demanda, trabajando en competencias personales, pero también técnicas. Pero tienen que ser acciones de corta duración, porque las personas no pueden estar formándose ocho meses y porque se trata de prepararlas para trabajos no excesivamente cualificados pero donde sí hay demanda.

«Más que nuevas profesiones, habrá nuevas formas de trabajar, pero aún no se visualizan»

«Convivimos con el estigma del empleo precario y es falso: pagamos lo mismo que una empresa ordinaria. Y además el empleo temporal es muchas veces el camino para entrar en la empresa».

-¿Qué cambios son necesarios para evitar que, en cada crisis, España destruya cientos de miles de empleos temporales?

-Nuestra estructura laboral es muy rígida. El acceso masivo a los ERTE ha demostrado que es una herramienta de flexibilidad necesaria, que ha permitido que generásemos menos paro y que haya más seguridad para todos. La primera opción de un empresario, si tiene otras herramientas, no es despedir, porque cuesta mucho conseguir una buena plantilla y es un problema tener que reducirla, porque cuando vuelva a la actividad tendrá que volver a invertir en formar y cualificar. Dicho esto, hay penalizaciones que han hecho que algunos empresarios hayan decidido no acogerse a los ERTE.

-Habla de la cláusula de mantenimiento del empleo...

-Entiendo la finalidad de la cláusula, pero si me veo en la necesidad de despedir a una de las personas que fueron al ERTE, pierdo todas las ventajas, así afecte a mil personas. Es absurdo. Si la actividad de una empresa cae a la mitad, por mucho que quiera mantener el empleo no podrá. Por eso creo que debe ser proporcional y que tendrá que negociarse y clarificarse, porque no debe terminar en manos de los jueces.

-¿Están surgiendo nuevas profesiones a raíz de la pandemia?

-Es pronto. Nosotros, que tratamos de prever hacia dónde van las cosas para anticiparnos, no vemos todavía las profesiones nuevas. Saldrán, porque tras cada crisis hay transformaciones sociales y luego vienen las económicas. Más que nuevas profesiones, habrá nuevas formas de trabajar. Pero todavía es pronto para visualizar si hay nuevos nichos profesionales.