Escrivá rechaza imponer en España la semana laboral de cuatro días como pide Iglesias

L. P. MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

EUROPA PRESS

El ministro de Seguridad Social abre una fisura más en su relación con el vicepresidente tras asegurar que no cree que tengan «margen» para reducir las jornadas de trabajo

09 dic 2020 . Actualizado a las 17:28 h.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, puso la semana pasada encima de la mesa el debate sobre la posibilidad de reducir la semana laboral a cuatro días. Es decir, pasar a trabajar 32 horas en lugar de las 40 horas que recoge a nivel general el Estatuto de los Trabajadores. Sin embargo, esta opción que según el líder de Unidas Podemos está estudiando el Gobierno la rechazó este miércoles el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, quien se mostró contrario a que se aplique ahora en España.

«No creo que tengamos margen para eso, no, no», aseguró este miércoles en una entrevista en Catalunya Ràdio. El expresidente de la Autoridad independiente (AIReF) dejó claro que no considera que «España sea un país que, con sus niveles de productividad y competitividad, tenga que dar prioridad a ese asunto».

Con estas declaraciones Escrivá abre una fisura más en su relación con Iglesias, con quien ya ha chocado en otras ocasiones principalmente por la gestión del Ingreso Mínimos Vital (IMV). El vicepresidente sí se mostró la semana pasada partidario de esta reducción del horario laboral de los españoles y desveló que el Ministerio de Trabajo está «estudiando» su aplicación, algo que -a su juicio- «podría favorecer sin duda la creación de empleo». «Me consta que el Ministerio de Trabajo y Yolanda Díaz la está estudiando y, en el marco de una línea que ha sido definitoria del Ministerio, que es el diálogo social, se va a trabajar por explorar la reducción del tiempo de trabajo», precisó el líder de Unidas Podemos.

La titular de Trabajo también se mostró a favor de abrir un debate en torno a este tema. «El tiempo de trabajo exige una nueva concepción, que atraviese, como ya estamos haciendo, leyes y usos laborales», defendió la política gallega, que aseguró que «la reducción de jornada, el control de horas extraordinarias, el derecho a la desconexión o la conciliación son elementos que deben dialogar en este necesario debate».