Galicia pedirá fondos de recuperación para consolidar el sector aeronáutico

Manoli Sío Dopeso
M. Sío Dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

Feijoo en Delta Vigo
Feijoo en Delta Vigo M.MORALEJO

La Xunta quiere movilizar 500 millones en proyectos de aviación no tripulada

18 dic 2022 . Actualizado a las 17:23 h.

La crisis sanitaria ha tirado abajo más de la mitad de los encargos que la aeronáutica gallega tenía en cartera. La caída mundial de pedidos de aeronaves comerciales ha afectado a los grandes clientes del sector: Airbus, Embraer y Boeing (por este orden); y la recuperación aún va para largo. Francisco Puga, presidente de Delta Vigo, la primera compañía aeronáutica de capital 100 % gallego, situó ayer el repunte entre el 2023 (para aviones de pasillo único) y el 2025 (para las aeronaves de mayor dimensión).

Puga recibió ayer en las instalaciones de una de las cuatro filiales del grupo que preside, en Porto do Molle (Nigrán), al presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, que aprovechó la visita para anunciar la estrategia de apoyo de la Administración gallega a este sector. Para empezar, el presidente gallego afirmó que la Xunta impulsará el sector aeronáutico gallego con a movilización de una inversión de 500 millones de euros con cargo a los fondos europeos de recuperación (denominados Next Generation) y a la colaboración público-privada hasta el horizonte del año 2025.

 Manifestación de interés

Así consta en el documento de manifestación de interés que el sector ha consensuado con la Xunta y que concentra el grueso de la inversión en consolidar el polo aeronáutico de Rozas (Lugo). Un dinero que irá enfocado al desarrollo de tecnología para aviones no tripulados, y a ganar masa crítica para todo el sector. En concreto, y según fuentes de la industria, los proyectos que buscan financiación europea están enfocados a la producción de tecnología puntera en navegación autónoma para contrarrestar los problemas de alto nivel en seguridad que se están generando por la convivencia en el espacio aéreo de aviación convencional y aparatos no tripulados o drones. «Apostamos por este sector estratégico. Queremos ganar contratos en un sector con el que estamos en la élite mundial de la economía», afirmó el presidente gallego que, en su visita a Delta Vigo, estuvo acompañado por el vicepresidente y conselleiro de Economía e Industria, Francisco Conde. Feijoo explicó que desde el año 2015, la apuesta por la aviación no tripulada en Rozas ha movilizado una inversión de 164 millones de euros, ha generado 59 proyectos de I+D y ha favorecido la creación de cinco nuevas empresas aeronáuticas. El presidente recordó que los presupuestos de la Xunta para este año recogen una partida de 20 millones de euros para el impulso del sector aeronáutico gallego, un sector que calificó de estratégico para la comunidad.

Puga explicó que Delta Vigo trabaja para Airbus, Boeing, Embraer y la china Comac, en sus modelos comerciales, pero que ha logrado contener el impacto de esta crisis centrándose en otros sectores de los que también es proveedor de primer nivel, como la automoción y el diseño de líneas de producción para la industria. «Hemos subido facturación en automóvil y bajamos en aeronáutica. Estamos trabajando mucho para Volkswagen. Ahora mismo tenemos un equipo de 17 ingenieros de telecomunicaciones con ellos», afirmó.

El sector que ha creado más empresas en Galicia durante la pandemia

La aviación no tripulada en el sector que más ha crecido durante el año largo de crisis sanitaria transcurrido. El tirón de la iniciativa público-privada, representada por el CIAR (Centro de Investigación Aeroportada de Rozas) impulsado por la Xunta y sus socios Indra, Babcock y Boeing, ha tenido un efecto llamada en la actividad emprendedora. Cuando arrancó esta apuesta industrial en el 2015, este incipiente sector gallego apenas contaba con 15 operadores. Al cierre del 2019, la cifra superaba ya las 200. Pero el mayor crecimiento se registró durante el año pasado, ya que a 31 de diciembre del 2020 Galicia pasó a sumar un total de 338 operadores autorizados por AESA, la Agencia Estatal de Seguridad Aérea.