La puja por Pili Carrera finaliza con la firma textil valenciana Orencio Sánchez como única compradora
ECONOMÍA
Los trabajadores tienen ahora de plazo hasta el próximo 6 de julio para mejorar la oferta
02 nov 2022 . Actualizado a las 18:50 h.El proceso de venta del Pili Carrera avanza, y todo apunta a que la emblemática empresa textil, fundada en Mos hace más de medio siglo, dejará de ser gallega. Ayer finalizó el plazo de presentación de ofertas y, según fuentes judiciales, la única propuesta de compra planteada es la encabezada por el empresario valenciano Bernardo José Martínez Torromé, administrador único de Orencio Sánchez, una de las sociedades textiles más antiguas de España especializada en bordados y encajes, con un volumen de facturación anual que ronda el medio millón de euros.
Según estas fuentes, la oferta presentada tampoco ha recibido alegaciones por parte de los acreedores, con lo que el camino para adjudicación queda prácticamente despejado, a expensas del visto bueno de la plantilla, ya que, según el plan de liquidación, los trabajadores de Pili Carrera tienen de plazo hasta el próximo 6 de julio para mejorar la propuesta del empresario valenciano.
La suma de 439.194,18 euros que el comprador está dispuesto a pagar «se corresponde con el importe de la indemnización a los trabajadores incluidos en el perímetro de la unidad productiva». Ya que de los cerca de 40 empleados que tenía en nómina la empresa en el momento de la quiebra, el ofertante prevé la reincorporación de 25 a los que «se reconocerá en un nuevo contrato de trabajo la misma categoría profesional, salario bruto anual total y antigüedad».
Pili Carrera pidió la liquidación el pasado mes de febrero con poco más de 4 millones de euros de deuda. Estaba integrado por la sociedad matriz y una división en Portugal; además de 40 tiendas (14 propias y dos franquiciadas, además de un outlet).
A corto plazo, la intención del empresario valenciano es reanudar la actividad de Pili Carrera en su sede de Mos, pero no en el futuro. «Se establecerá la continuidad de la unidad productiva durante el plazo de cinco años en las instalaciones de la concursada, pagando el correspondiente arriendo en los términos que se propusieron, sin perjuicio de la posibilidad de traslado en el momento operativo más adecuado», sostiene la oferta.