El caos y el atasco persisten en la Inspección de Trabajo casi un mes después del ciberataque

C. alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Óscar Cañas / Europa Press

El ministerio defiende que las denuncias se siguen atendiendo

01 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

«Seguimos sin correo electrónico, sin ordenador, sin poder preparar las visitas porque no tenemos acceso a las bases de datos a partir de las que elaboramos nuestro trabajo; estamos desesperados y esto, al final, solo perjudica al ciudadano». El desconcierto entre los empleados públicos de la Inspección de Trabajo es total.

La unidad del ministerio que encabeza la gallega Yolanda Díaz sufrió hace casi un mes -concretamente 23 días- un ciberataque que ha dejado prácticamente sin recursos a los inspectores, que siguen atendiendo las demandas y peticiones «a papel y boli», con el consiguiente retraso en la tramitación de los casos.

El ciberataque padecido el pasado 9 de junio ha puesto sobre la mesa la debilidad de la institución en ciberseguridad. Y también la escasa capacidad para solucionarlo de forma rápida y con medios propios (el ministerio acaba de adjudicar a Fujitsu un contrato de más de 400.000 euros para ayudar en la resolución del problema).

Frente a las críticas, desde el ministerio piden algo de paciencia a los empleados y confían en el pronto restablecimiento de las aplicaciones que aún no funcionan. Aseguran que las denuncias y expedientes se están tramitando, aunque reconocen que «de forma más laboriosa».

Fuentes conocedoras de la situación insisten, no obstante, en que todo lo que se está tramitando ahora es anterior a cualquier petición que haya entrado desde el 9 de junio. «Hacemos las inspecciones a ciegas, sin saber qué nos vamos a encontrar, cuántos empleados tienen, con qué tipo de contratos, si es una empresa con deudas a la Seguridad Social...», denuncia otro funcionario.

Uno de los principales problemas es que no hay acceso a la plataforma Integra, a través de la que se gestiona todo el trabajo de la inspección, con lo que las peticiones de actuación que han entrado desde el ciberataque están completamente bloqueadas, salvo las que reclaman desde los juzgados o todo lo que tiene que ver con accidentes de trabajo, que las autoridades laborales comunican directamente a través del registro.

Actuaciones paralizadas

En total, y casi un mes después, el número de actuaciones paradas en el Ministerio ronda ya las 800, según fuentes consultadas.

«El problema por el atasco y unos recursos tan limitados es que no vamos a poder realizar bien nuestro trabajo. Y mucho menos en verano con parte de la plantilla de vacaciones», advierten empleados del ministerio, recordando los pocos efectivos con los que cuentan pese a haber crecido de forma notable en los últimos años. En Madrid, por ejemplo, 100 inspectores presentan una media de 120 expedientes abiertos cada uno.

Desde el ministerio defienden que ya se ha pedido ayuda a otros departamentos, como la Seguridad Social, para que habiliten puestos de trabajo para los funcionarios de la inspección. Pero este proceso solo se ha culminado en algunas provincias.

Pese a todo, la perspectiva desde el departamento que dirige Yolanda Díaz es positiva. Aunque aún no se ha podido concretar una fecha en la que el bloqueo informático quedará resuelto por completo, las últimas reuniones con los departamentos provinciales apuntan a que entre este viernes y el próximo lunes culminará el proceso de «vacunación» de los ordenadores.

Ese sería el primer paso para recuperar la normalidad, al que seguirá la reactivación del dominio, del correo electrónico corporativo, de la plataforma Integra y de los accesos a las bases de datos externas. Del mismo modo, la secretaría general ya ha adquirido 677 nuevas licencias de la aplicación Microsoft Teams con sus correos vinculados que se repartirán entre las inspecciones provinciales. Pese a todo, en la inspección creen que el parón aún va para largo.

Segundo ataque en tres meses

El pasado 9 de junio fue el segundo ciberataque que el Ministerio de Trabajo sufrió en un plazo de apenas tres meses. Se suma al que afectó a principios de marzo al servicio informático del SEPE y que generó serios problemas para el pago en el plazo previsto de paro, ERTE y pensiones.