España se recupera rápido de la crisis tras liderar la caída económica en la UE

edurne martínez MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

JOSE PARDO

Los niveles de PIB previos a la pandemia no se alcanzarán hasta el 2023

14 ago 2021 . Actualizado a las 19:22 h.

Sonaban campanas de recuperación, pero la evolución de la economía española en el segundo trimestre del año ha sido aún mejor de lo esperado por las previsiones ya optimistas del Gobierno y la mayoría de organismos económicos. El impulso del consumo de las familias tras el fin de las restricciones ha derivado un crecimiento del PIB del 2,8 % de abril a junio respecto al primer trimestre del año, cuando la incidencia de la tercera ola y la borrasca Filomena supusieron una caída del 0,4 %.

El ritmo de recuperación es muy positivo y todo hace indicar que el año podrá terminar con un avance del PIB por encima del 6 %, si el tercer y cuarto trimestre también se comportan según lo esperado. Los expertos indican que no serán tan buenos como el segundo, debido a que el turismo internacional no se está comportando de forma tan positiva por la incidencia del virus en nuestro país, a pesar del buen ritmo de vacunación.

Pero más allá de la evolución económica de este año, habrá que tener en cuenta la del 2022, cuando se espera que la pandemia ya haya quedado casi olvidada y los fondos de recuperación europeos impulsen la transformación del país.

La nota positiva la puso el Fondo Monetario Internacional (FMI) hace unos días, vaticinando en su última actualización de previsiones que España será el país desarrollado que más crecerá en el 2022. En concreto un 5,8 %, según sus cálculos, un punto por encima de sus anteriores previsiones y 1,5 puntos por encima también de la media de la eurozona.

En cambio, son previsiones mucho menos optimistas que las del Gobierno, que en su cuadro macroeconómico con el que elaborará sus Presupuestos Generales para el 2022 vaticina un crecimiento del país de nada menos que el 7 %.

Raymond Torres, director de Análisis Internacional de Funcas, explica que una recuperación superior al 6 % este año dependerá de la «celeridad con que los hogares se gasten el exceso de ahorro acumulado durante la crisis», a lo que hay que añadir el rebote del turismo. Sin embargo, de cara al 2022, esos motores de la recuperación «se irán agotando» a medida que ese ahorro embalsado se reduzca y que el repunte de la inflación, en el 2,9 % y subiendo, erosione el poder adquisitivo de los consumidores y de los turistas, señala. Por ello, aunque considera que los fondos europeos aportarán un «importante estímulo», podría «no ser suficiente» para evitar una moderación del crecimiento el año que viene. Tanto es así que la previsión de Funcas para el 2022 es del 5,8 %, en línea con la del FMI, pero más de un punto por debajo de la del Gobierno.

A mayor caída, mayor rebote

Aunque no seamos tan optimistas, crecer en el 2022 a un ritmo del 5,8 % supondría recuperar al cierre del año que viene prácticamente todo lo perdido en la crisis del coronavirus. Y teniendo en cuenta que nuestro país fue el que más se desplomó, es un gran logro. ¿Cómo se está consiguiendo? Torres apunta al retorno del turismo internacional, que aún es «incompleto y plagado de incertidumbres por la variante Delta», pero que unido a la intensa recuperación del consumo -las familias españolas fueron de las que más ahorraron durante la crisis- por el importante potencial de gasto, la recuperación está yendo «algo más rápido de lo previsto». «Además, la posición competitiva de las empresas españolas es relativamente favorable y, por tanto, nuestra economía puede beneficiarse del tirón global», destaca Torres.

Ser quien más crece tiene una doble cara. Y es que España fue el país que más perdió por la pandemia de entre los del entorno europeo. Así lo explica Ángel Martínez, analista del Centro de Políticas Económicas de Esade (EsadeEcPol). Aunque no quita mérito al rápido proceso de vacunación, insiste en que España fue uno de los países desarrollados con mayor caída del PIB en el 2020, por tanto, «era de esperar que el efecto rebote, una vez se volviese a la normalidad, fuera mayor». «Cuando la caída ha sido mayor, cualquier repunte tiene también un mayor impacto en las tasas de variación», señala. Pero ¿por qué España es más sensible que otros países a las crisis? Según Martínez, por la especialización de la economía en sectores especialmente vulnerables a los confinamientos como la restauración. También apunta a que se dio «una de las peores gestiones de las primeras olas de la covid-19». Torres, por su parte, alude a que los ciclos de la economía española tienden a ser mayores que en el resto de grandes países. «Su caída ha sido inusualmente pronunciada en todas las anteriores recesiones desde principios de los 90 y, a la inversa, crece con un vigor envidiable durante las fases de expansión». El experto indica que la elevada temporalidad del empleo es uno de los factores que explican este peculiar comportamiento.

Las cifras del FMI no dejan lugar a dudas de la posición privilegiada de España. Para el conjunto de la eurozona, el organismo calcula un crecimiento del 4,6 % este año y del 4,3 % para el 2022. Alemania, por ejemplo, apenas avanzará un 3,6 % en el 2021 y un 4,1 % en el 2022.