El mercado al por mayor alcanza los 132,47 euros el megavatio hora
31 ago 2021 . Actualizado a las 19:46 h.Ni el tirón de orejas a las compañías con centrales hidráulicas, ni el llamamiento de la ministra para la Transición Ecológica para que se apiadasen de los consumidores y demostrasen mayor empatía social, han valido para nada. Al menos no para cumplir el objetivo de contener el precio medio diario de la electricidad al por mayor, que este miércoles tocará otro máximo histórico diario: 132,47 euros el megavatio hora. Y sin visos de corrección a corto plazo.
Una vez más, la tecnología que marcará precio (lo hace siempre la más cara en aplicación de un sistema marginalista) en la mayor parte de las horas del primer día de septiembre será la hidráulica, seguida de los ciclos combinados de gas, según datos oficiales del operador del mercado ibérico de la electricidad, OMIE. Es el esquema que se repite en los últimos meses y que Ribera denunció el lunes en el Congreso de los Diputados, aunque la ministra reconoció que son prácticas comerciales totalmente compatibles con la normativa comunitaria, como también puede serlo, añadió, vaciar los embalses de forma «escandalosa», pero «no es razonable de ninguna manera». Aunque la ministra avisó de que revisarán las condiciones de las concesiones para ordenar el uso del agua embalsada «no solamente como un recurso de contenido económico que pueda ser turbinado, sino como un recurso ambiental y con una incidencia social de primer orden».
Ribera no le quita ojo a la hidráulica, aunque no puede evitar que case el precio máximo de mercado porque la normativa comunitaria permite que las tecnologías hagan ofertas interiorizando costes de oportunidad, en este caso, del gas. No lo tienen que comprar, pero cobran como si lo hicieran. Sin embargo, el Congreso tramita un proyecto de ley que descontará parte de esa sobrerretribución especialmente a las hidráulicas y a las nucleares, que no emiten CO2 ni consumen gas natural, pero cobran la electricidad como si así fuese. Las empresas no están especialmente entusiasmadas con la medida, que les recortará algo más de 600 millones anuales.
Además, las confederaciones hidrográficas de Miño-Sil, Duero y Tajo, dependientes de Transición Ecológica, están investigando el vaciado de embalses por si las empresas han incumplido las condiciones de las concesiones. Ribera ya insinuó en el Congreso que probablemente no, aunque censuró duramente esas prácticas. En Galicia hay cuatro embalses en el ojo del huracán: Portas y Cenza (de Iberdrola) y Salas y Belesar (de Naturgy). Según datos oficiales de la confederación hidrográfica, el primero se encuentra al 14,59 % de capacidad (el 19 de agosto estaba al 15 %); Cenza, al 12,50 % (estaba al 13,75); Salas, al 26,91 (hace dos semanas, al 27,39 %); y Belesar, al 28,27 % (frente al 31 % de hace unos días).
Pero ni los llamamientos a demostrar empatía social con los consumidores ni las investigaciones por la gestión de los embalses están surtiendo efecto. Bien es cierto que prácticas comerciales más o menos éticas aparte, todos los mercados mayoristas europeos están anotando precios de aúpa, no solo el español. Tal y como puso de manifiesto Ribera en el Congreso, el Reino Unido, Italia e Irlanda suelen marcar cotas incluso superiores a la española. Y todo por el gas natural, que ha multiplicado por cinco sus cotizaciones internacionales porque hay más demanda que oferta de producto; y también por los derechos de emisión de CO2: la tonelada supera los 60 euros, 20 más que la media de los últimos doce meses. El revuelo que hay montado en España por el precio de la electricidad no se replica en otros países porque es inusual que el mercado mayorista sea la referencia directa para fijar las tarifas de la luz para los consumidores finales.