El Salvador se estrena como primer país en implantar el bitcóin como moneda legal

redacción REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Una de las nuevas oficinas para permtir el cambio de criptomonedas
Una de las nuevas oficinas para permtir el cambio de criptomonedas JOSE CABEZAS

El presidente, Nayib Bukule, ha advertido a los empresarios que si no permiten el pago con la criptomoneda, serán sancionados

08 sep 2021 . Actualizado a las 08:47 h.

«Por primera vez en la historia, todos los ojos del mundo estarán puestos en El Salvador» aseguró su presidente, Nayib Bukele, después de anunciar que el país ha comprado sus primeros 400 bitcóins con motivo de la entrada en vigor de la ley que los convierte en un método de pago legal. Es decir, que serán tan válidos como los dólares para comprar cualquier cosa.

Fue en junio cuando el Parlamento salvadoreño aprobó la legalización de la criptomoneda. Desde entonces, Bukele ha defendido en reiteradas ocasiones la medida, que recoge que el uso de la moneda virtual será «ilimitado en cualquier transacción». El objetivo es reducir los costes en los envíos de remesas a sus ciudadanos en el extranjero, atraer inversión e impulsar un consumo interno.

Para fomentar el uso de la criptodivisa, el Gobierno del país ha lanzado una cartera digital y además, ofrecerá treinta dólares (25 euros) en bitcóins a cualquier ciudadano que se abra una cuenta en la plataforma. El Ejecutivo también ha puesto en marcha la instalación de 200 cajeros automáticos para convertir la moneda digital en dólares estadounidenses y poder retirarlos en efectivo. Asimismo, las transacciones serán libres de comisiones. Y, no solo eso, sino que el propio Bukele advirtió a los empresarios que si no cuentan con un sistema que permita aceptar compras con bitcóins, serán sancionados

La llegada de esta ley no ha sido bien recibida por las agencias y organismos internacionales. El Fondo Monetario Internacional (FMI) avisó de «los riesgos significativos» de adoptar la criptomoneda como dinero de curso legal. También la agencia de calificación de riesgos Fitch apuntó que la medida aumenta notablemente la inseguridad para las instituciones financieras. Incluyendo la posibilidad de violar leyes contra el blanqueo de capitales, e incluso el riesgo de financiación terrorista.