
Después entrará en vigor un nuevo esquema, con exoneraciones menos generosas, que estará vigente hasta finales de enero
23 sep 2021 . Actualizado a las 18:13 h.La reunión de este jueves sobre los ERTE se cerró sin acuerdo, tal y como era de esperar, pero también con algunos avances. Una de las grandes novedades es que la nueva prórroga se hará en dos fases, para dar tiempo a las empresas para tramitar los nuevos expedientes. En una primera etapa los actuales ERTE se renovarán de forma automática hasta el 31 de octubre y con las mismas condiciones que ahora, mientras que desde el 1 de noviembre y hasta el 31 de enero entrará en vigor un nuevo esquema, con unas exoneraciones menos generosas y vinculadas además a la formación de los trabajadores, según confirmaron fuentes cercanas a la negociación.
Sin embargo, sí se mantiene el mismo plazo de solicitud para aquellas empresas que quieran mantener el ERTE: tendrán del 1 al 10 de octubre para presentar una nueva petición y la Administración tendrá que responder en diez días. Pero mientras tanto seguirán disfrutando de los beneficios de los actuales ERTE. Otra de las concesiones del Gobierno es que el silencio administrativo se considerará ahora positivo; es decir, si pasados diez días desde la presentación de la solicitud el Ejecutivo no responde, se dará por aprobado el ERTE, según explicó CC.OO.
Además de la polémica en torno a la formación, otro de los grandes escollos está ahora en el contador a cero, puesto que el Gobierno no se ha comprometido de forma oficial a mantenerlo en la actual prórroga, mientras que tanto los sindicatos como la patronal coinciden en la necesidad de ampliarlo hasta junio de 2022, de forma que a los trabajadores en ERTE no se les descuente este período en desempleo para futuras prestaciones. Desde UGT señalaron que se trata esta de una línea roja que tendrán que incorporar sí o sí al acuerdo ya que para ellos es «imprescindible que las personas no sufran merma en el desempleo». Desde Trabajo, no obstante, accedieron a estudiarlo y aseguraron que esto no supondrá un problema.
La llave la tiene Escrivá
En realidad, la llave para lograr un acuerdo la guarda Escrivá. Una vez más vuelve a ser el ministro el que complica una nueva prórroga con un cambio en las reglas. Si en las últimas negociaciones apostó por la reactivación, ahora su empeño está en vincular las exoneraciones a la formación, algo que no ven con buenos ojos ninguna de las otras partes por falta de tiempo. Es más, según la propuesta que hay encima de la mesa, todas las empresas de diez trabajadores o más en situación de alta a fecha 29 de febrero tendrán que elaborar un plan de formación para sus trabajadores en ERTE y tendrán de plazo para ejecutarlo hasta junio de 2022. En caso de no cumplir con esta formación, la compañía deberá devolver las cuotas exoneradas, según consta en el borrador del acuerdo, que especifica no obstante que no estará obligada al reintegro si la formación no se ha desarrollado por una causa imputable al trabajador.