El grupo luso controlará más del 50 % de un consorcio con socios gallegos
18 oct 2021 . Actualizado a las 18:38 h.Hay consenso en la ubicación, y ese es un factor clave para que la implantación en Galicia de una planta de producción de fibra textil forestal salga adelante. Las cosas parece que van rápido, desde que hace dos semanas Impulsa Galicia, la sociedad creada por la Xunta, Abanca, Reganosa y Sogama, para fomentar proyectos que capten fondos europeos de reconstrucción (Next Generation), llegó a un acuerdo con el grupo portugués Altri para ponerse al frente, como socio inversor y tecnológico, de un macroproyecto industrial para fabricar 200.000 toneladas anuales de fibras textiles sostenibles en Galicia, que es el equivalente al 3 % del mercado mundial actual de nuevos tejidos sostenibles como el lyocell o la viscosa.
Un día después, la papelera lusa comunicaba a sus accionistas la firma de un memorando de entendimiento con la Xunta (MOU, por sus siglas en inglés: Memorandum of Understanding) y la búsqueda de localizaciones para la implantación de la unidad industrial, entre las que A Mariña lucense, y más concretamente el municipio de Cervo, se colocaron como primera opción.
La intervención del presidente Feijoo este miércoles en la primera jornada del debate del estado de la autonomía, en el Parlamento de Galicia, constató el respaldo del Gobierno gallego a esta elección preferente de Altri que, de llevarse a cabo, sería un gran revulsivo económico y laboral para la provincia de Lugo, tensionada primero por Alcoa y ahora por Vestas, que tiene en vilo a más de un millar de trabajadores. «Anúnciolles que o Goberno galego, a través da súa representación na Sociedade Impulsa, proporá que, se é viable, a fábrica de fibras téxtiles se emprace na provincia de Lugo», afirmó el presidente gallego, aunque aclarando que «seguimos a defender unha intervención temporal da planta de Alcoa por parte do Goberno central, así como unha solución que impida o peche de Vestas».
El proyecto convence
Con la fábrica de fibras textiles sostenibles, la Xunta prevé generar 1.500 puestos de trabajo directos y 6.500 indirectos, además de favorecer la ordenación forestal y el abastecimiento de la industria textil.
En su comunicación a los accionistas, Altri cifra en 800 millones la inversión necesaria para su futura unidad industrial en Galicia. La segunda mayor empresa de su sector en Portugal, por detrás de Navigator, garantiza a sus socios la rentabilidad del proyecto, porque hay mercado. De hecho, el plan convence a los analistas de Banco Santander, que consideran que Altri tiene ante sí, no solo una oportunidad para lograr «un crecimiento significativo», sino también la posibilidad de elevar de manera importante su rentabilidad y su valor en bolsa.
Según las cuentas que echa la entidad financiera española, recogidas por el Jornal de Negocios, la capacidad de producción de la pastera lusa se elevará en un 20 % una vez que la fábrica de lyocell y viscosa esté a pleno rendimiento.
Añaden que el ebitda (beneficio antes de impuestos, intereses y amortizaciones) vinculado a la producción de pasta de celulosa podría elevarse un 60 % al operar en un mercado de demanda creciente debido a la búsqueda de la industria textil a nivel mundial de soluciones verdes frente a otras materias primas más escasas o más contaminantes como el algodón o el poliéster.
El informe del banco español señala que los fondos europeos permitirán «no sobrecargar excesivamente el balance para costear la nueva fábrica, que puede financiarse con deuda y flujo de caja orgánico», precisa.
Según las estimaciones del Santander, la fábrica gallega de Altri generará un ebitda de 110 millones y requerirá de una inversión de 490 millones, excluyendo los fondos europeos, lo que supone más de la mitad del presupuesto previsto.
«Altri pretende controlar más del 50 % del consorcio», señala el informe. Las bases de la adjudicación que definió el Gobierno gallego exigen abrir el desarrollo industrial a diferentes actores. De ahí que Altri tenga que liderar un consorcio de alianzas con la cadena de valor del sector forestal en Galicia.
El oro verde gallego que puede proveer a la moda mundial
La sostenibilidad gana terreno en el negocio de la moda y el uso de materias primas eco se impone en la industria. El lyocell que Altri quiere fabricar en Galicia es uno de los tejidos del futuro en el mundo de la moda o la decoración porque se produce mediante un proceso de manufactura que consume mucha menos energía y es totalmente biodegradable; y por esta razón se perfila como una sólida alternativa de futuro para la comarca luguesa.
Las cifras de negocio hablan por sí solas. Research and Markets acaba de publicar el informe Lyocell Fiber Market: Global Industry Trends, Share, Size, Growth, Opportunity and Forecast 2021-2026, que analiza el mercado de esta fibra, de importancia creciente en muchos sectores pero de manera muy especialmente en la moda.
Los autores del informe estiman que el mercado de esta fibra mostró un crecimiento moderado entre los años 2015 y 2020 y que en el horizonte del 2026 puede llegar a alcanzar un valor global de 1,6 billones de dólares de negocio.
«La fabricación de Lyocell comienza con la recolección de madera, que a menudo proviene de árboles de eucalipto. Sin embargo, también es común encontrar Lyocell hecho de roble, bambú y abedul. «Lyocell es mundialmente conocido por ser un material sostenible, no solo porque tiene raíces en una fuente natural (que es la celulosa de la madera), sino también porque tiene un proceso de producción respetuoso con el medio ambiente. De hecho, el proceso de hilado necesario para fabricarlo recicla el 99,5% del disolvente que interviene en este circuito, lo que significa que se desperdician muy pocos productos químicos», explican fuentes del sector forestal.
El podio de los grandes consumidores de fibra celulósica sostenible a día de hoy lo ocupan C&A, Inditex y H&M. El gigante gallego, además, es el mayor consumidor de lyocell, junto con H&M y Marks&Spencer. Entre los mayores proveedores de este tipo de celulósicas se encuentran la austríaca Lenzing y la india Birla Cellulose, aunque la mayor parte de las plantas productoras se encuentran en China y Taiwán.