Europa puede almacenar en Galicia el 4 % de todo su gas natural licuado

Beatriz García Couce
beatriz couce FERROL / LA VOZ

ECONOMÍA

JOSE PARDO

La terminal de Reganosa no prevé recibir ningún buque con GNL ruso y está preparada para servir al cambio de flujos en el Viejo Continente

18 mar 2022 . Actualizado a las 10:50 h.

La terminal de Reganosa en la ría de Ferrol opera con normalidad, ajena a la convulsión energética que ha suscitado la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Durante el pasado mes de febrero recalaron en las instalaciones mugardesas cuatro buque de transporte de gas natural licuado (GNL) y la previsión es que en este marzo al menos lo hagan dos, para llegar al cierre del año con 26 operaciones de descarga.

Aunque debido a su ubicación geográfica es un complejo energético con clara vocación atlántica —y de ahí que en los últimos años haya recibido un gran número de navíos procedentes de Rusia—, en lo que va del 2022 no ha recepcionado ningún barco de este país, pero el director de la terminal, Jesús Losada, advierte que si el gestor del sistema (Enagás) decidiese que uno de esos barcos lo hiciese en la ría ferrolana, acatarían esa decisión. «Si nos tuviesen que mandar un barco ruso, aun cuando no fuese de nuestra preferencia, tendríamos que recibirlo, porque por encima de todas nuestras ideas, compromisos con la vida y la democracia, está también el compromiso con el sistema gasista y con España», afirmó.

Las plantas regasificadoras de la Península están en el punto de mira por la posibilidad que ofrecen de convertirse en uno de los principales almacenes gasistas de Europa, precisamente en un momento en el que existe tensión máxima con uno de los principales exportadores de este combustible, Rusia. El Viejo Continente cuenta con depósitos capaces de albergar 4,15 millones de metros cúbicos de gas natural licuado, 300.000 de los cuales podrían concentrarse físicamente en los tanques de Reganosa. Representan el 4 % de la capacidad total de Europa, y el 9 % de la española.

Huir de la dependencia

Las seis plantas españolas y la portuguesa de Sines están llamadas a jugar un papel determinante para que países con una gran dependencia del gas ruso, como Finlandia (un 100 %) o Francia (un 30 %) puedan contar con alternativas. En esos casos, el suministro se realiza por conexiones terrestres, mientras que la Península tiene la versatilidad de poder recibirlo por tubo y por vía marítima. «Si España es capaz de ayudar a Francia en las interconexiones y suplirle ese gas ruso, el mismo tubo que comunica Francia con Alemania también serviría para hacerle llegar gas a ese país», explica Losada. Se lograría así un cambio de los flujos de combustible en Europa, que ahora circulan de este a oeste, y podrían pasar a hacerlo del oeste y el sur al norte y el este.

La guerra en Ucrania y su posible afección al sistema gasista europeo ha llevado a países como Alemania a recuperar inversiones para la construcción de regasificadoras que llevaba años demorando. «Ahora dos de los proyectos ya los están autorizando y en uno de ellos el Gobierno alemán está entrando como socio, para acelerar esa independencia del suministro por tuberías y para que genere esa flexibilidad y liquidez», señala el director de la terminal de la ría de Ferrol.

Uno de los tráficos que ha ido ganando peso en los últimos años en la actividad del complejo energético de Reganosa es el procedente de Estados Unidos. De hecho, el propio mercado está reactivando más barcos para dar salida a la producción americana y en breve recibirá un navío procedente de ese punto. Estados Unidos está aumentando ya el ritmo de producción y uno de los destinos naturales es la terminal gallega. «Nosotros, desde la cornisa atlántico-cantábrica, seríamos un punto de almacén para el norte, recibiendo el gas de Estados Unidos y Catar, mientras que las plantas de Huelva y Cartagena podrían ser las del sur», añade Losada. «Si Europa apuesta por incrementar el papel de España como gran almacén, desde la Península se podría posteriormente suministrar de una forma más rápida y con ahorro de tiempo a Francia, Bélgica e Italia o a Grecia», añade.

En ese escenario algunas voces han empezado a señalar la posibilidad de que Enagás reactive la planta de Gijón, que sería competencia directa de la gallega. «Parece que la estaban reorientando hacia el hidrógeno, porque a efectos del GNL no sería necesaria. España cubre todas sus necesidades con las seis plantas que tiene», afirma Losada.