La industria alimentaria gallega exige al Gobierno protección en las rutas de abastecimiento

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

ALBERTO LÓPEZ

Alerta de que la huelga comienza a ser insostenible para las empresas por el boicot de algunos transportistas

18 mar 2022 . Actualizado a las 11:22 h.

Arranca el quinto día de huelga del transporte y la cuenta atrás para que se echen a perder toneladas de productos perecederos que no pueden llegar a los lineales de los supermercados por la presión de los piquetes coercitivos en carreteras y polígonos industriales. 

Las lonjas acumulan pescado a punto de desbaratarse y miles de animales podrían morir, según alertan los ganaderos. La conserva ha anunciado que parará la producción el lunes si persisten los problemas y la industria sigue expectante porque podría verse obligada a apagar las máquinas en cuestión de siete a quince días si la huelga persiste. Materiales como el aluminio no están llegando. 

El Gobierno aseguró ayer que tomaría medidas contundentes para garantizar el funcionamiento de la cadena de suministro. Lo hizo a través de su delegado en Galicia, José Manuel Miñones, quien anunció el despliegue en la comunidad de más de 2.000 agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado para acompañar a los camioneros que sí quieren mantener su actividad. 

Pero este viernes Galicia ha amanecido con una nueva llamada de auxilio de la industria alimentaria gallega. Desde el Clúster han exigido a las Administraciones Públicas que garanticen la protección en todas las rutas de abastecimiento «frente al boicot», denuncian, de una parte del sector del transporte. Arremeten contra la «actuación violenta e ilegal» de algunos piquetes y demandan a las fuerzas de seguridad una mayor contundencia. En los últimos días, tanto empresas de logística como de los sectores más golpeados, han denunciado la inacción de los agentes frente a la agresividad de los participantes en cortes y bloqueos de vías.  

«La situación comienza a ser insostenible para las empresas», insisten en un comunicado en el que alertan del «grave perjuicio económico» que están sufriendo los negocios en un momento especialmente crítico para toda la cadena de valor, desde el sector primario a la industria y la distribución. El desabastecimiento no se ciñe a los supermercados. También faltan suministros auxiliares necesarios para la producción, algo que compromete el normal funcionamiento de la cadena una vez que se levante la huelga. 

«De prolongarse esta situación, no solo se verán afectadas las empresas, sino también los consumidores. De hecho, en numerosos supermercados ya se han constatado situaciones de desabastecimiento de ciertos productos, que se acentuarán si la situación continúa», aseguran. 

Los transportistas reclaman, entre otras cosas, compensaciones por los altos precios de los carburantes. El Gobierno anunció que tomaría medidas para abaratar la factura energética de empresas y consumidores antes de final de mes, algo que no convence a los convocantes. 

El propio Clúster Alimentario de Galicia recuerda que la inflación está golpeando a todos por igual. El encarecimiento de las materias primas, la escasez de algunas de ellas y los precios prohibitivos de la electricidad han llevado a algunas industrias, como la siderúrgica, a reducir la producción e incluso a parar para no tener que trabajar a pérdidas.