El Gobierno ofrece 500 millones de euros para bonificar el gasoil de los transportistas

La Voz REDACCIÓN

ECONOMÍA

Varias patronales mayoritarias se desmarcan del acuerdo y se suman al paro a partir de este martes

22 mar 2022 . Actualizado a las 16:31 h.

Al octavo día, el Gobierno reaccionó. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, puso ayer sobre la mesa un paquete de ayudas valorado en 500 millones de euros para bonificar el gasoil profesional que emplean los transportistas. No serán rebajas fiscales, ya que desde el Ejecutivo recordaron que no hay margen para bajar los impuestos especiales (ya en el umbral mínimo que exige la UE) y que tocar el IVA no tendría efecto para los profesionales, que pueden deducírselo. Se seguirá por tanto un modelo similar a las ayudas anunciadas en otros países europeos, como Francia, Italia o Portugal, con bonificaciones para aliviar el precio del combustible, que correrán a cargo de los Presupuestos del Estado y de las distribuidoras. Lo que no cuantificó es cuántos céntimos se subvencionarán por litro, un detalle que no ofrecerán hasta el viernes, el día que concluirá el Consejo Europeo en el que se concretará la respuesta comunitaria a esta crisis energética.

Aunque no varía el calendario previsto, que pasa por aprobar todo el paquete de ayudas para aliviar las consecuencias económicas de la guerra el próximo martes 29, el Ejecutivo se vio forzado ayer a adelantar las líneas maestras del plan para apaciguar a las asociaciones mayoritarias del transporte, que amenazaban con sumarse a un paro al que hasta ahora han dado la espalda si no se anunciaban medidas de calado de forma inmediata.

Por eso, tras una reunión maratoniana en la que también participaron la vicepresidenta económica y la ministra de Hacienda, Sánchez destacó que el decreto que se aprobará la semana que viene incluirá otras dos reivindicaciones del sector. Por un lado, la devolución del gasoil profesional (un reintegro del impuesto especial sobre hidrocarburos por importe de 4,9 céntimos por litro) se realizará con carácter mensual y no trimestral, como hasta ahora, para mejorar la liquidez de las empresas y los autónomos del transporte. Además, el ministerio publicará con carácter semanal, y no mensual, el índice de variación del precio del gasoil profesional, que se emplea para aplicar la cláusula de revisión de precios en los contratos de transporte de mercancías.

Sánchez defendió que, con las medidas acordadas ayer (que entrarán en vigor el 1 de abril, al mismo tiempo que en otros países que, como Francia, las han anunciado antes) ya no hay motivos para mantener el paro, y que si este prosigue, será por motivaciones de otro tipo.

En una línea similar se pronunció el presidente del Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), Carmelo González, quien aseguró ayer que las medidas pactadas con el Gobierno solucionan una «parte» de sus reivindicaciones con «hechos y medidas concretas». Y, aunque reconoció que podrían haber pedido «mucho más», quiso destacar el paso adelante del Gobierno que ha entendido, dijo, «las circunstancias del momento». «Estamos viviendo situaciones excepcionales que requieren medidas excepcionales», añadió González.

El representante de las asociaciones mayoritarias aprovechó su intervención para disculparse por las consecuencias en la ciudadanía y el tejido productivo, «por un paro que este comité nunca ha querido».

Pero la posición en el organismo sectorial no es unánime y varias patronales, entre ellas Fenadismer (32.000 empresas de transporte con más de 50.000 vehículos), Feintra y Fetransa, que en conjunto representan el 40 % del transporte nacional de mercancías, se desmarcaron del acuerdo, criticando su inconcreción, y anunciaron que se suman al paro de los pequeños transportistas. 

El paro se mantiene

Ese acuerdo entre el Gobierno y la CNTC para abaratar el gasoil a los transportistas tampoco ha sido reconocido por la minoritaria Plataforma para la Defensa del Transporte de Mercancías por Carretera, que anunció que mantiene el paro que desde hace ocho días está interrumpiendo la cadena de suministro en España, provocando desabastecimiento en los supermercados y obligando a parar empresas. «Mientras [la ministra de Transportes] no se siente, no negocie, no acuerde y firme con la plataforma, esto no va a cesar, lo ha de tener por seguro», advirtió en un vídeo en redes sociales el presidente de esa organización, Manuel Hernández, que criticó al Gobierno porque «sigue hablando con las personas equivocadas», en alusión a las asociaciones mayoritarias. 

Hernández se felicitó del éxito de convocatoria de las marchas lentas convocadas para llevar las protestas desde los puertos y los polígonos a las ciudades. Caravanas con centenares de camiones y furgonetas (a las que se unieron tractores, taxis y vehículos particulares) colapsaron las vías de acceso en las urbes gallegas para clamar contra el incremento del precio del combustible. Pese al engorro para el tráfico, los manifestantes se encontraron con muestras de apoyo de la ciudadanía, con aplausos de peatones al paso de la caravana, toques de bocina de conductores e incluso pancartas con mensajes de ánimo.

Mientras, la patronal gallega CEG alertó, tras una reunión de las principales industrias alimentarias con el delegado del Gobierno en Galicia, de que el desabastecimiento de fábricas y comercios y la rotura de cadenas de suministro «están poniendo al país en una coyuntura límite con la destrucción del tejido productivo y empleo que puede concluir en un estado de alarma social y profunda crisis».

El plan español sigue los pasos de Francia y Portugal

El Gobierno español mueve ficha después de la presión ejercida por los transportistas, quienes exigían ayudas del mismo calado que las aprobadas por países como Francia, Portugal e Italia.

El Ejecutivo francés llegó a un acuerdo el pasado viernes con las principales organizaciones de transportistas, que amenazaba con una huelga esta misma semana si no se tomaban medidas urgentes para compensar los elevados costes de la energía.

Después de sopesar todas las opciones, el Gobierno galo decidió extender ayudas directas por importe de 400 millones de euros, igual que las que reservó para la agricultura. La medida aleja por ahora la convocatoria de paros como el que sufre España. Unos 520.000 vehículos se beneficiarán del plan de choque, que se desembolsará de inmediato. Los autocares percibirán 1.000 euros. Los camiones de menos de 7,5 toneladas, unos 400 euros; y los articulados con remolque, 1.300, según Efe. Furgonetas y ambulancias se conformarán con 300 euros.

También reembolsará la Ticpe, una tasa que aplica sobre los carburantes para financiar el coste de la red de carreteras, y ha abierto la puerta a revisar los contratos públicos de transporte.

El Ejecutivo francés ya aprobó el pasado fin de semana un descuento a pie de gasolinera de 15 céntimos el litro para empresas y consumidores que se pondrá en marcha el próximo 1 de abril y se extenderá por cuatro meses, con un coste de 2.000 millones.

También cuenta con un salvavidas la flota pesquera. Los barcos se beneficiarán hasta finales de julio de una reducción de 35 céntimos por litro de carburante.

El Estado también se hará cargo de la mitad del sobrecoste que están asumiendo las empresas en los recibos de gas y electricidad, si estas están al borde de los números rojos.

En su conjunto, el coste de las medidas aprobadas desde octubre asciende a 26.000 millones.

Portugal también ha adelantado a España, poniendo en marcha para este mes un sistema de bonos de hasta 20 euros al que se han acogido más de dos millones de consumidores.

Además, el Gobierno luso también ha dado el visto bueno a una bonificación de hasta 30 céntimos por litro de gasoil para vehículos de menos de 35 toneladas y de 20 céntimos para los de más tonelaje. También se bonifica con 30 céntimos el AdBlue, un aditivo para motores. Los subsidios se extenderán al menos tres meses. El Ejecutivo calcula que un consumidor medio podrá ahorrar unos 24,25 euros al mes.