Putin obligará a los países europeos a pagar el gas en rublos

Cristina Porteiro
C. Porteiro REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Bruselas abre la puerta a expropiar activos de Gazprom para garantizar la seguridad del suministro

23 mar 2022 . Actualizado a las 20:04 h.

La guerra en Ucrania no da tregua y Rusia, acorralada por las sanciones de los países occidentales, reacciona. Lo ha hecho su propio presidente, Vladimir Putin, quien ha anunciado que obligará a los países «hostiles» a pagar el gas ruso en rublos. «He decidido aplicar lo antes posible una serie de medidas para transferir los pagos por nuestro gas natural por parte de los llamados países hostiles en rublos», señaló en una reunión con miembros de su Gobierno, según recoge Efe. 

De ponerse en marcha la medida, los países europeos, que importan desde Rusia el 40 % de todo el hidrocarburo que consumen, no podrían seguir comprando en euros o dólares. 

¿A qué se de debe este giro? Desde que Putin invadió Ucrania, el valor del rublo, la divisa rusa, se ha hundido. Hoy un euro se cambia por 110,5 rublos. Este descalabro se produjo tras la decisión de los países «hostiles» de excluir a siete grandes bancos rusos del sistema internacional de comunicación de pagos (Swift). Una expulsión que ha supuesto grandes problemas para la economía rusa. Muchas empresas tuvieron que suspender operaciones de pago y compañías internacionales iniciaron un éxodo masivo ante la imposibilidad de operar con normalidad. Todo este aluvión de problemas ha hecho que el rublo se arrastre en los mercados, frente a la fortaleza del dólar. Al obligar a los países europeos a utilizar la moneda rusa en sus compras, Moscú está forzando la compra de divisa y, por tanto, el aumento de su valor. ¿Quién tiene rublos en sus balances? Sobre todo su banco central, así que revalorizar la moneda le permite mantener cierto control sobre sus finanzas.

Otra cuestión es si los países europeos aceptarán hacer las compras en rublos. A corto y medio plazo parece que así será. De hecho, cuando algunas cancillerías propusieron sumarse al embargo estadounidense sobre el petróleo y el gas rusos, Alemania fue muy clara: necesitan el hidrocarburo para hacer funcionar sus industrias. No sería descabellado que volvieran a ceder, teniendo en cuenta que el Gazprombank, entidad que concentra la mayor parte de las operaciones de compra de gas, fue uno de los bancos que se libraron de la oleada de sanciones

Expulsar a Gazprom de la UE

Este chantaje energético al que Rusia somete a la UE ha obligado a Bruselas a plantear un plan para agilizar la desconexión del gas del este. Este mismo miércoles ha puesto sobre la mesa de los líderes europeos una propuesta para llegar al 1 de noviembre del 2022 con el 80 % de los almacenes llenos a través de compras conjuntas de gas y el despliegue de un sistema «solidario» para almacenar el hidrocarburo de los países que no tienen capacidad para hacerlo. 

Entre la batería de medidas se incluye la posibilidad de expropiar activos a Gazprom, a cambio de una «justa compensación», si el gigante del gas ruso se niega a cumplir con los umbrales mínimos de reservas. Ese podría ser el caso porque mientras el resto de operadores llegaron al invierno con los almacenes al 44 %, Gazprom apenas los dejó al 16 % de su capacidad, tras desviar el gas hacia China. 

¿Podría la UE expulsar realmente a la compañía, controlada por el Kremlin? No directamente, lo hará cada país si es el caso. La Comisión Europea quiere poner en marcha un sistema de certificación obligatoria para las 160 instalaciones de almacenaje de gas. Solo recibirán ese sello los operadores de esas instalaciones que, tras un examen minucioso, demuestren que no son una amenaza potencial para la seguridad del suministro y que no están expuestos a influencias externas. Los reguladores nacionales serán los encargados de esta labor. ¿Qué pasa si Gazprom no cumple? «Los operadores sin certificado deberán renunciar a la propiedad o control de las capacidades de almacenamiento de gas en la UE», aclara el Ejecutivo comunitario. Se ejecutará la expropiación «con una compensación justa por el valor del activo», reza la propuesta. Para evitar sabotajes, los países deberán tomar medidas temporales para proteger las instalaciones y su funcionamiento.