Los convocantes de la protesta exigen una nueva reunión con el Gobierno
28 mar 2022 . Actualizado a las 20:55 h.En la tercera semana de huelga de los transportistas, el paro empieza a perder fuerza al calor del acuerdo que alcanzó la patronal del sector, el Comité Nacional del Transporte por Carretera (CNTC), con el Ministerio de Transportes la semana pasada. El pacto, que incluye una bonificación de 20 céntimos por litro de combustible y ayudas directas por 450 millones de euros, ha satisfecho a parte de los profesionales, que ya este lunes trabajaron con aparente normalidad.
La vicepresidenta y ministra de Asuntos Económicos, Nadia Calviño, aseguró que los paros que se produjeron este lunes son «marginales» y que la mayoría del sector ya está operativo. «Los últimos reductos que quedan se irán desactivando» a lo largo de la semana, afirmó en declaraciones a los medios tras la asamblea de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA), convencida de que el acuerdo al que se llegó es «muy positivo» para el sector. Precisamente ATA también confirmó que el 95 % de los profesionales ya están trabajando. Su presidente, Lorenzo Amor, instó a los que siguen protestando a que «dejen trabajar a los que quieren hacerlo» y destacó que las organizaciones no están para «desgastar gobiernos», sino para «hablar, dialogar y acordar» con ellos.
En Galicia la situación también va volviendo a la normalidad. A pesar de que la Asociación Empresarial de Transporte de Mercancías por Carretera (Apetamcor) decidió seguir secundando el paro en el sector por una exigua mayoría de 93 votos de los 188 emitidos, la protesta comienza ya a dar síntomas de agotamiento. La empresa Cuevas, en Ourense, explicaba este lunes que el movimiento ya había sido más normalizado. Eso sí, admitió que todavía queda camino por recorrer: «Hay proveedores a los que les está faltando materia prima o transporte para sacar la mercancía. El sector de la distribución alimentaria tardará en recuperar el ritmo habitual».
Sí se han registrado algunas protestas en zonas como Ferrolterra, donde los transportistas continúan en pie de guerra pese al cansancio acumulado y las pérdidas económicas que arrastran tras dos semanas de paro. Tractores, camiones y vehículos particulares participaron en una nueva marcha, este lunes. En otras zonas como A Mariña, el sector más afectado estos días es el de la madera. Porque los transportistas que trabajan a diario para la fábrica de Ence en Navia, siguen parados.
Sin embargo, desde la Plataforma Nacional en Defensa del Transporte —convocantes del paro— continuarán con la protesta hasta que la ministra de Transportes vuelva a convocarles a otra reunión y dé respuestas a sus demandas: «Nos cuesta menos dinero estar parados que trabajar», aseguró el presidente de la plataforma Manuel Hernández.
Galicia, Andalucía y Asturias, las comunidades más perjudicadas
Mientras la cadena de suministro trata de volver poco a poco a la normalidad, Administraciones y empresas ya han empezado a hacer cuentas para tratar de poner negro sobre blanco cuánto les ha costado el paro del transporte.
En Galicia, no hay cifras generales, pero echando un vistazo a algunos de los números que se han ido desglosando estas semanas, la situación no es precisamente halagüeña.. Tal y como explican desde la Confederación de Empresarios de Galicia (CEG), la comunidad, epicentro de las protestas, es una de las que más ha perdido en estos quince días de paro. ¿La razón? El peso que tiene el sector primario. Y es que tanto la pesca como la ganadería han sido dos de los más afectados estas últimas semanas. Empiezan a remontar, pero tardarán en recuperar la normalidad después de varios días viéndose obligados a tirar litros de leche. Al menos así lo explicaron este lunes desde el sindicato Unións Agrarias, que ya daba por normalizada la recogida de leche en las explotaciones gallegas.
Otro de los grandes perjudicados ha sido la gran distribución, que según las cifras que ya publicaban la semana pasada ha perdido unos 130 millones de euros por cada día de paro del transporte. Algunas comunidades sí han hecho un cálculo aproximado de la sangría económica que ha provocado la protesta. Según la Junta de Andalucía, solo en esta comunidad se han perdido casi 1.000 millones de euros; mientras que en Asturias, los empresarios calculan que en estas dos semanas se han dejado más de 200 millones de euros, o lo que es lo mismo, cerca de un 1 % del PIB. No son las únicas autonomías donde se ha sentido la huelga, que también ha tenido especial incidencia en Cantabria, Castilla-La Mancha, Murcia y Castilla y León.