Yolanda Díaz aparca la semana de cuatro días laborables por una bolsa de horas

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Carlos Luján | EUROPAPRESS

La ministra insiste en fiscalizar las horas extra y recuerda que el 44 % de ellas aún no se remuneran en España

29 may 2022 . Actualizado a las 09:13 h.

Hablar de conciliación personal es hablar de trabajo. De las horas que se pasan en la oficina, en las tiendas o en las fábricas. Un número que debería acotarse para permitir que los empleados compatibilicen sus horas de descanso y ocio con el trabajo. Y no siempre se consigue. 

Los españoles tienen regulada por ley la semana de 40 horas, a pesar de que los sindicatos demandan desde hace tiempo que ese número se limite a 32. En otras palabras: reducir la semana de trabajo de cinco a cuatro días. Hay planes para poner en marcha en los próximos meses un plan piloto para comprobar qué resultados arrojaría una medida de ese calibre en nuestro país.

En la Cumbre Internacional de la Semana de 4 Días, que se celebró este viernes y sábado en Valencia, la ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, aparcó la posibilidad de implantar la semana laboral de cuatro días y abogó por buscar mecanismos alternativos, como las bolsas de horas o excedencias formativas como en los «modelos nórdicos», facilitando que empleados y empresas lleguen a un consenso para adaptar las jornadas de trabajo como mejor convengan a las dos partes. La sugerencia ha sido tachada de «electoralista» por parte de la gran patronal CEOE

El Gobierno tiene previsto aprobar este año la ley de los usos del tiempo. Esa normativa deberá regular los nuevos calendarios de trabajo. Aunque hay empresas que ya ofrecen esa posibilidad sin acarrear merma salarial, hay otras firmas que solo están dispuestas a acogerse a esa reducción de horas si se les permite recortar las retribuciones de sus trabajadores, como ya pactó Desigual.

Hay también soluciones intermedias, como la que aprobó el Gobierno belga en el mes de febrero: seguir trabajando 40 horas, pero condensarlas en solo 4 días. Algo que rechazan los sindicatos en España. 

Productividad

Díaz aboga por una solución intermedia: reconfigurar el tiempo de trabajo con descansos semanales, permisos, suspensiones o excedencias, en línea con el plan Me Cuida, ya sea para actividades formativas, para aprender un idioma o para hacer un paréntesis y viajar, un método para desconectar de la oficina, ahora que tanto está creciendo entre las plantillas el síndrome del trabajador quemado. «¿Por qué no plantear en la empresa bolsas de horas en los que el trabajador pacte la distribución de su jornada?», sugirió Díaz durante las jornadas. 

Uno de los problemas que el Gobierno quiere corregir es el de la falta de productividad. Los índices en España son más bajos que los de la media de la Unión Europea (UE). Para Díaz, la solución no está en asumir más carga de trabajo por empleado, sino en reducir el número de horas en oficinas y fábricas. Y se apoya en algunos estudios para sugerir que, al recortar el tiempo de trabajo, aumenta la eficiencia entre los empleados. 

Exceso de horas extra

Las semanas de cinco días laborales, son la norma. Pero también lo es asumir horas extra, muchas de ellas no remuneradas. Todavía ocurre, a pesar de la obligación legal del fichaje en las empresas para mantener un control férreo sobre las horas reales trabajadas. 

Díaz aclaró que reducir el «excesivo» número de horas extra será un paso «imprescindible», si no el primero, para una «necesaria reordenación del tiempo de trabajo», según recoge Europa Press. Por eso pondrán en marcha próximamente un sistema tecnológico de Inspección de Trabajo para fiscalizar todo el tiempo que las empresas dejan de pagar a sus trabajadores. 

Para el Ejecutivo de Sánchez, los datos de la Encuesta de Población Activa (EPA) del primer trimestre del año, son muy preocupantes porque indican que cada semana se realizan en España 6,6 millones de horas extraordinarias semanales. Son 27 millones de horas extra al mes. De ellas, ha advertido Díaz, el 44 % no se pagan, lo que supone cerca de 2,9 millones de horas extraordinarias sin recibir compensación alguna: «Esta realidad es inaceptable», ha subrayado.