Copasa tiene los ojos puestos en el AVE de California para ampliar su cartera internacional

D. Casas REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

VÍTOR MEJUTO

La compañía borra los efectos de la pandemia con 321 millones de facturación y una rentabilidad del 14 % en el 2021

07 jun 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

Copasa tiene buena parte de sus expectativas puestas en el proyecto de construcción del AVE de California, la gran infraestructura que aspira a ejecutar dentro de un consorcio internacional integrado por la firma ourensana Acciona y la japonesa Hitachi por 1.500 millones de euros. Así lo refleja la compañía en la memoria de los resultados con los que cerró el ejercicio del 2021. Un año que le ha permitido borrar, como a muchas empresas españolas, los efectos negativos que la pandemia tuvo en las cuentas del 2020.

La empresa que preside José Luis Suárez ha recuperado la mayor parte de la actividad que se vio obligada a detener hace año y medio por la crisis sanitaria. Y ello se tradujo en un aumento de la facturación de grupo, que creció más de un 15 % entre uno y otro período hasta alcanzar los 321,2 millones de euros, logrando una rentabilidad del 14,3 % sobre la cifra de negocio, según se refleja en las cuentas presentadas por la compañía en el Registro Mercantil. Copasa entraría incluso en beneficios si prosperan las reclamaciones —tiene abiertos varios arbitrajes y procedimientos judiciales por liquidaciones de obras—, cifradas en 81,7 millones de euros.

La viabilidad del negocio de Copasa está garantizada con los 2.189 millones de euros que engrosan su cartera de proyectos, donde el peso mayor vuelve a recaer en el negocio internacional, que asciende a 1.143 millones de euros, un 52,44 % del total de sus proyectos de obra, siendo también importante la relación de infraestructuras que ejecuta en España por valor de 1.046 millones de euros, según datos a cierre de diciembre del 2021.

Ese equilibrio en la contratación de trabajos entre el mercado nacional e internacional se rompería si finalmente el Gobierno estadounidense decide iniciar el mayor plan de infraestructuras desarrollado en décadas en el país y que está cuantificado en casi dos billones de dólares. Las negociaciones entre demócratas y republicanos han logrado acercar posturas y Copasa confía en que el consorcio del que forma parte para construir el AVE de California le permita afianzar su marca más allá del currículo del que ya dispone con el proyecto del tren de alta velocidad a La Meca.

El grupo integrado por la empresa gallega se encuentra en la fase previa a la adjudicación, en la que compite con otro consorcio. Será, cuando se ejecute, la primera línea de alta velocidad que entraría en servicio en el país norteamericano. Se materializaría en varias fases y la infraestructura conectaría con las ciudades de San Francisco y Los Ángeles en un recorrido de 190 kilómetros. Posteriormente, se extendería en fases sucesivas a otras ciudades como Sacramento y San Diego.

Se trataría, sin duda, de la segunda gran obra de envergadura después del AVE a la Meca, de la que se encargarían además de su gestión y mantenimiento durante 30 años.