Gerardo Pérez: «El coche eléctrico solo lo compran las rentas altas y como segundo vehículo»

Manoli Sío Dopeso
m. sío dopeso VIGO / LA VOZ

ECONOMÍA

FERNANDO ARUS

«Somos los chatarreros de Europa», alerta el presidente de Faconauto, sobre la elevada venta de modelos usados

25 abr 2023 . Actualizado a las 19:22 h.

A la vuelta de 12 años, los concesionarios de automóviles solo podrán vender coches eléctricos o de alguna otra motorización alternativa con cero emisiones, como el hidrógeno. En teoría, los diésel y gasolina quedarán borrados del mercado. Es algo que Gerardo Pérez, presidente de Faconauto (Federación de Asociaciones de Concesionarios de la Automoción) ve improbable que ocurra. La conversación que da pie a esta entrevista transcurre mientras el presidente de la patronal viaja en su coche de Alicante a Granada.

—¿Va en un coche eléctrico?

—No, no, voy conduciendo uno de gasolina. Tengo uno eléctrico, pero no podría hacer el trayecto entre Alicante y Granada con él de un tirón. Parar a recargar me supondría un retraso mínimo de 45 minutos y, además, la carga rápida daña la batería. Eso sin contar con que a veces vas a cargar y están todas las plazas ocupadas. Si mejoran las baterías, llegará un momento en que podrá hacerse una ruta de este tipo en coche eléctrico, pero el precio también será más elevado.

—Si necesitara comprarme un coche que no pasara de 25.000 euros, ¿qué me recomendaría?

—Uno de hibridación suave. Son coches de gasolina que tienen una pequeña batería que ayuda a consumir menos. Los eléctricos son más caros. Son automóviles que a día de hoy compran las rentas altas y lo usan como segundo vehículo, pero cuando quieren viajar utilizan el de combustión.

—Cuesta creer que en el 2035 solo haya coches eléctricos a la venta.

—Es absolutamente imposible. Estamos destrozando el sector del automóvil en España. No habrá infraestructura de recarga y las familias no tendrán dinero suficiente para comprarlos. Se generará más desigualdad, y tener un coche va a convertirse en un artículo de lujo.

—Es lo que manda Bruselas...

—El Gobierno de España está amplificando lo que manda Bruselas. No entiende lo que está pasando, porque tiene un desapego de la vida real. Nos dicen que tenemos que trabajar para promocionar el coche eléctrico, pero se está tardando hasta dos años para autorizar un cargador en la vía pública. Hay más de 200 modelos, entre eléctricos e híbridos enchufables, en el mercado. Las inversiones que están haciendo los constructores son brutales, y quien las paga es el motor de combustión.

—Lo paradójico de todo esto es que los coches que más se venden en España son de segunda mano y de más de 10 años.

—Somos los chatarreros de Europa. Todos los coches usados que no quieren en los países vecinos vienen para España. El resultado es el contrario al que busca el Gobierno. Están aumentando las emisiones de CO2. Lo que de verdad necesitamos es un plan de incentivos para comprar coches menos contaminantes.

—Si las ventas no mejoran, ¿corren peligro las fábricas de coches instaladas en España?

—Una parte importante de lo que se fabrica en España se queda en España. Si no vendemos los coches, no podemos fabricarlos. El riesgo es real.

—¿El PERTE del vehículo eléctrico arreglará algo?

—El PERTE es un gran fracaso. No cumple el objetivo de Bruselas. El dinero no llega a las empresas. Volkswagen no es una pyme, es una multinacional extranjera que, como todos los grandes fabricantes de coches, deciden sus inversiones con años de antelación, no dependen de un PERTE, que a las que debe ayudar es a las pymes españolas.

—A pesar de la caída de las ventas, los concesionarios han aumentado márgenes y beneficios.

—Somos un sector muy profesionalizado. Ganamos cuota en la posventa año tras año, y en la venta se han protegido mejor los márgenes, porque con la crisis de los microchips no se ha generado stock. Los fabricantes mandan los coches cuando pueden.

—¿Eso es que la crisis de los microchips les ha beneficiado?

—No diría beneficiado. Tenemos beneficios sobre facturación, pero esta ha caído. Entregamos los coches con menos retraso y mantenemos los 151.000 empleos que proporcionamos en España.

—Pero ahora hacen menos descuentos, porque no necesitan liberar «stock».

—Es cierto que el descuento medio está en 2.500 euros. Llegó a ser de 4.000 euros, cuando teníamos las campas llenas de coches.

Inflación, impuesto de matriculación... ¿Van a seguir subiendo de precio los coches?

—Creo que no. El alza de las materias primas va remitiendo, la gran subida ya se ha hecho.

«Los chinos están irrumpiendo en la venta «online», pero nadie da duros a tres pesetas»

El sector del automóvil está cambiando y el mercado también. Pero, además de las dudas sobre qué coche elegir, los concesionarios se enfrentan a un cambio en los hábitos de compra, cada vez más condicionado por la venta online, tanto en vehículos de segunda mano como nuevos.

—Últimamente están irrumpiendo en el mercado español marcas de coches eléctricos chinos muy competitivas en precio. ¿Les hace daño esa competencia?

—Teniendo en cuenta que el Dacia Sandero [todocamino de bajo coste] es el modelo más vendido, es comprensible que el mercado se oriente a estas ofertas de vehículos eléctricos chinos aparentemente más asequibles. Pero nadie da duros a tres pesetas.

Tesla también vende sus coches nada baratos por Internet.

—Cierto, vende los coches por Internet, pero en nivel de satisfacción del usuario ocupa el último lugar. Si se produce una avería o hace falta un recambio, un conductor que vive en Logroño tiene que mandar el coche a Madrid y se lo devuelven en tres meses. Por algo Tesla está empezando a montar tiendas y talleres, porque, si no, va a dejar de vender coches.

—El 2023 ha comenzado con ventas en positivo. ¿Cómo va a ir el año? —Las ventas han crecido en enero del año pasado porque entró en vigor de la subida del impuesto de matriculación, que luego sufrió una moratoria. Por eso se han vendido este año más coches que en enero del 2022, pero no son suficientes.

—Y solo hay ayudas para comprar coches eléctricos...

—Sí, y ese es el problema. No sabemos lo que va a pasar de aquí al 2035 y, para que crezca el mercado de vehículos en España, hay que darle señales claras al consumidor para que compre el coche que quiera.