Escrivá se abre a poder elegir durante unos años el método de cálculo de la pensión

l. palacios MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

MARISCAL AGENCIA EFE | EFE

Desde el Ministerio de Seguridad Social admiten que, con la fórmula que barajan, «habrá ganadores y perdedores»

21 feb 2023 . Actualizado a las 20:07 h.

La ampliación del período de cálculo de la pensión sigue siendo el gran escollo que impide alcanzar un acuerdo para cerrar la segunda fase de la reforma de las pensiones. El nuevo método ideado por el ministro de Seguridad Social, José Luis Escrivá, para estimar la cuantía de las prestaciones de los nuevos jubilados la rechazan tanto Unidas Podemos y el resto de grupos de izquierdas, como los sindicatos. Por ello, Escrivá —que ayer se reunió con los comisarios europeos— se abre ahora a que se pueda escoger, al menos durante un período de tiempo, entre esta nueva fórmula y la actual, según avanzaron a este periódico fuentes de su departamento.

Con este nuevo viraje en la negociación busca atraer el apoyo de Unidas Podemos y los sindicatos a la nueva norma que debía estar lista a finales del año pasado y que se ha ido retrasando ante este desacuerdo generalizado, así como obtener el visto bueno de Bruselas, que es quien exige poner en marcha esta medida para contener el gasto del sistema y de quien depende un nuevo desembolso de los fondos de 10.000 millones. Encima de la mesa de negociación se mantiene la última propuesta de Escrivá realizada a los agentes sociales a finales de noviembre pasado: ampliar el período de cálculo de los actuales 25 años a 30 con el descarte de las 24 peores mensualidades.

Su objetivo era comenzar a aplicarlo de forma muy gradual año a año desde el 2027 para tenerlo plenamente implantado en el 2038. «Estamos empeñados en seguir adelante porque además es bueno para todos», aseguraron fuentes del ministerio.

Pero ahora el ministro suaviza su postura jugando con que durante un período de tiempo determinado se pueda elegir entre esta nueva fórmula o la vieja, a semejanza de lo que ocurrió en la reforma del 2011 para determinados colectivos —que incluso les permitían acelerar la ampliación— o lo que se pactó en la última con la prejubilación para los pensionistas de bases máximas, a los que se les garantizó que en ningún caso saldrían perjudicados con los nuevos coeficientes reductores. E incluso que esta elección la realice también de oficio la Seguridad Social escogiendo la que más beneficie al nuevo pensionista.

Desde el ministerio reconocen que con la fórmula habrá «ganadores y perdedores», pero dicen que la idea es que el impacto sea neutro: lo que se incremente en gasto para unos se compense con el recorte de otros.