La subida de cotizaciones recaudará 15.000 millones extra para pensiones

ana balseiro / Lucía palacios MADRID / LA VOZ / COLPISA

ECONOMÍA

Ana García

La cuota de solidaridad o el mecanismo de equidad irán al Fondo de Reserva, pero no generarán mejores prestaciones para los cotizantes

11 mar 2023 . Actualizado a las 20:49 h.

La fuerte subida de las cotizaciones sociales que supondrán los cambios propuestos por el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para el segundo bloque de la reforma del sistema público de pensiones, se traducirá en unos ingresos anuales adicionales para la Seguridad Social de en torno a los 15.000 millones de euros, que se sumarán al presupuesto pautado para el pago de estos subsidios, un montante que escala por encima de los 190.000 millones de euros en este 2023.

Esos 15.000 millones se alcanzarían —según las fuentes consultadas— cuando todas las subidas hayan desplegado completamente sus efectos, ya que tienen plazos diferentes de aplicación. Además, dicha recaudación extra, que se traduce en un 1,3 % del PIB del país, también es una cifra aproximada y todavía preliminar, dado que algunos de los incrementos previstos están sujetos a imponderables. Es el caso del alza de las bases máximas de cotización, a las que se les aplicará la evolución anual del IPC más un 1,2 %, de modo que en función del comportamiento de los precios subirá más o menos la recaudación.

Lo mismo ocurre con la cuota de solidaridad del 6 % que, desde el próximo ejercicio y hasta el 2050, se aplicará al sueldo que exceda del tope de cotización. La estimación de cuánto dinero adicional ingresarán las arcas públicas se complica, ya que depende de cada salario y cómo evolucionen en el futuro, además de no afectar a todos los cotizantes, sino únicamente a los de mayores ingresos (a partir de 54.000 euros brutos).

Lo que sí se sabe es que el mecanismo de solidaridad intergeneracional (MEI), que sustituye al derogado factor de sostenibilidad y que este año ha comenzado a aplicar un 0,6 % adicional (0,5 a cargo del empleador y una décima a cuenta del trabajador) comenzará a incrementarse hasta duplicarse en el 2029. Además, se extenderá hasta el 2050, frente al 2032 previsto inicialmente. En la práctica, cuando esté desplegada por completo la subida, un trabajador que gane 2.000 euros, pagaría mensualmente 12 euros más de cuota a la Seguridad Social (10 por parte de la empresa y dos del trabajador), que se elevarían a 57 (47 el empleador y 10 el empleado) en el caso de un salario de 5.000 euros brutos al mes.

Sin embargo, este incremento de las cuotas no servirá para generar en el futuro pensiones más altas para autónomos y trabajadores por cuenta ajena, ya que irá destinado casi íntegramente al Fondo de Reserva de la Seguridad Social, la hucha de las pensiones, con las que hacer frente a la tensión financiera que supondrá la jubilación de la generación más numerosa, la del baby boom.

Letra pequeña del borrador

Así se desprende de la letra pequeña del borrador del real decreto ley al que ha tenido acceso este periódico y que aún está pendiente de ser acordado con los agentes sociales. La nueva norma que busca equilibrar las cuentas de la Seguridad Social —en números rojos desde hace años— establece tres nuevas cuotas que no se verán compensadas ni en el presente ni en el futuro para esos trabajadores. El primer gravamen, el MEI, afecta a todos los afiliados, independientemente de su salario, que sean autónomos o asalariados. Esa cuota extra «no será computable a efectos de prestaciones» e irá «automáticamente» a llenar el Fondo de Reserva, según explica el borrador, que establece a su vez que «no podrá ser objeto de bonificación, reducción, exención o deducción alguna».

Lo mismo sucede con el nuevo impuesto a las rentas más altas que entrará en vigor en el 2025 con un recargo de cuotas del 1 % y que irá aumentando año a año hasta situarse en el 6 % en el 2045. Lo que la nueva ley denomina «cotización adicional de solidaridad» tampoco será «computable a efectos de prestaciones». Es decir, que ese 6 % extra que tendrán que pagar los trabajadores mejor remunerados por la parte de salario que no cotiza no tendrá contrapartida en sus futuras pensiones y también irá íntegramente y de forma automática a la hucha para pagar las jubilaciones del baby boom.

Y el tercer impuesto que establecerá la nueva ley de pensiones, el destope, tampoco tendrá repercusión directa sobre las prestaciones de los trabajadores sobre los que recae. Al menos no en el futuro próximo. Y sería una mínima subida a muy largo plazo que no compensará el fuerte desembolso que han tenido que hacer.