Meloni destituye a Francesco Starace después de nueve años como consejero delegado de la energética estatal italiana
13 abr 2023 . Actualizado a las 21:10 h.Enel, el gigante italiano de la energía que controla la española Endesa, estará dirigido a partir de ahora por Flavio Cattaneo, un empresario próximo a la derecha que ha gestionado otros emblemas del mundo empresarial transalpino como Telecom o la Rai, y que tomará las riendas del grupo en plena transición energética.
Su nombramiento, confirmado este miércoles por la noche en una larga negociación entre los líderes de las tres formaciones de la coalición gobernante, se produjo por sugerencia de Matteo Salvini, vicepresidente y líder de la ultraderechista Liga, tras acordar la salida de Francesco Starace, consejero delegado y director de Enel desde el 2014.
Cattaneo compartirá gestión con Paolo Scaroni, antiguo director de la petrolera Eni y designado presidente de Enel en la misma negociación.
El Gobierno italiano confirmó los nombramientos de las principales empresas en las que el Estado cuenta con participación, claves en sectores estratégicos como la defensa, la energía y las telecomunicaciones, en un momento en el que la guerra de Ucrania ha obligado a redirigir sus planes.
Así, el exministro de Transición Ecológica Roberto Cingolani será el nuevo consejero delegado del grupo aeroespacial y de defensa Leonardo, que en los últimos meses ha firmado nuevas alianzas con Japón y Reino Unido para fabricar aeronaves de última generación.
Por su parte, Claudio Descalzi permanecerá como consejero delegado del gigante de los hidrocarburos Eni, que ha asumido la construcción de nuevas explotaciones en el norte de África para frenar la dependencia del gas de Rusia.
Entre los nuevos cargos también figuran los de la gestora de correos Poste Italiane, mientras que los de la operadora de red eléctrica Terna se conocerán esta semana.
La renovación de los altos directivos ha supuesto una batalla en la coalición de la derecha que gobierna el país, según los medios locales, aunque la primera ministra, la ultraderechista Giorgia Meloni, defendió que los nombramientos «son el resultado de una evaluación cuidadosa de sus competencias y no de a qué partido pertenezcan».
El «supermanager» de Italia al frente de Enel
La renovación de la cúpula de Enel, cuya capitalización supera los 80.000 millones de euros, es una de las que más implicaciones puede acarrear más allá de las fronteras italianas.
El gigante energético opera en 31 países de los cinco continentes y tiene una fuerte presencia en Latinoamérica, a través de su filial Enel Américas, mientras que en España y Portugal es propietario del 70 % de Endesa.
Su anterior director, Francesco Starace, había comenzado a ejecutar el plan estratégico del grupo que prevé completar su reposicionamiento en seis países centrales para su negocio, concretamente Italia, España, Estados Unidos, Brasil, Chile y Colombia.
Entre sus planes, la venta este año de la cartera de clientes de gas de Endesa.
Cattaneo, un arquitecto milanés dedicado a la gestión empresarial, deberá continuar esos planes y potenciar la división verde del grupo, Enel Green Power, en plena transición energética.
El nuevo director, de 59 años, se inició en el mundo de la empresa inmediatamente después de graduarse y llegó a las corporaciones públicas empujado por sus contactos en la política -la prensa subraya su amistad con Paolo Berlusconi, hijo del ex primer ministro, e Ignazio La Russa, actual presidente del Senado y hombre muy próximo a Meloni-.
De hecho, Silvio Berlusconi contó con él en el 2003 para dirigir la televisión pública Rai y Cattaneo respondió con una reorganización que permitió alcanzar su mejor resultado económico de la historia.
El hombre, apodado el «supermanager» de Italia, también ha sido administrador delegado de Terna y Telecom, consejero de la aseguradora Generali, e inversor en Italo, la empresa privada que impulsó la liberalización del mercado de la alta velocidad ferroviaria en Italia.
Por su parte, Scaroni llegó a Enel en el 2002, también de la mano de Berlusconi, aunque pronto dio el salto a Eni en el 2005, con una estrategia orientada hacia Rusia que ahora se cuestiona.