Nueva York pone coto a Airbnb y la proliferación de viviendas vacacionales

La Voz REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

JUSTIN LANE | EFE

A partir del 5 de septiembre, los propietarios deberán convivir con los inquilinos para estancias de menos de un mes

23 ago 2023 . Actualizado a las 16:22 h.

Las grandes urbes del mundo se están blindando para poner coto a la proliferación de viviendas vacacionales. La última en hacerlo ha sido Nueva York, que a partir del próximo 5 de septiembre prohíbe el alquiler de viviendas para estancias de menos de un mes, a menos que sus propietarios inscriban los inmuebles en un registro público, obtengan licencia y convivan con sus inquilinos durante su estanciaEn la práctica, como ha denunciado la compañía de reservas Airbnb, supondrá un veto a los alquileres destinados al turismo

Así es como las autoridades de la ciudad han querido hacer frente a la crisis de precios y de oferta que arrastra la ciudad, que el año pasado recibió a 57 millones de turistas. 

La nueva normativa exige anotar cada vivienda en un registro público y obtener el estatuto de Clase B para poder destinar el inmueble al alquiler vacacional, como indica el Wall Street Journal. Además, ni los apartamentos ni casas se podrán alquilar enteros y los caseros deberán estar presentes durante la estancia de sus inquilinos. No podrá haber más de dos clientes en la vivienda al mismo tiempo y todos ellos deberán tener pleno acceso a cada una de las estancias. De esta forma, las autoridades pretenden evitar que se especule con la escasa oferta de vivienda que hay en Nueva York. 

La Ley Local 18, como se la conoce en la ciudad, ha provocado la evaporación de miles de anuncios de plataformas de búsqueda y reserva como Airbnb y Booking.com. Los propietarios están retirando del mercado inmobiliario sus viviendas en vista de que estas compañías solo podrán efectuar transferencias de pago para el alquiler de inmuebles que estén inscritos en el nuevo registro público. De violar esta condición, podrían ser sancionadas. 

Además, aunque los inquilinos no serán penalizados, los caseros se enfrentan a multas de hasta 5.000 dólares (más de 4.600 euros) sin alquilan sus viviendas sin permiso. 

¿Cómo impactará en la ciudad? Se estima que solo Airbnb dispone de una oferta de 38.500 inmuebles en la urbe y que este mercado vacacional reporta unos ingresos de 85 millones de dólares (78,5 millones de euros) anuales a los propietarios. Muchos de ellos se han manifestado en contra de la ley por diferentes razones. Hay quien venía pagando una hipoteca con los rendimientos del alquiler de una vivienda vacacional. Con las nuevas restricciones ya no podrán seguir haciéndolo, poniendo en aprietos a pequeños propietarios. La inversión en este tipo de inmuebles también suponía un complemento para la pensión de algunos jubilados. 

¿Qué va a pasar con las reservas después del 5 de septiembre? Airbnb no tiene intención de cancelar aquellas que tengan pendiente el check-in antes del 1 de diciembre, pero ha instado a los inquilinos a revisar sus reservas. Y es que, a partir de ese día, las autoridades ya podrán revisar los registros e imponer multas. La compañía calcula que habrá 5.300 reservas que ya se verán afectadas solo en la primera semana y unas 40.500 en total, según recoge el medio estadounidense.