Los cambios en el subsidio de paro no entrarán en vigor hasta el 1 de junio del próximo año
ECONOMÍA
La cuantía será menguante al compatibilizarlo con un empleo
20 dic 2023 . Actualizado a las 20:14 h.El diablo está en los detalles y el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicó este miércoles la letra pequeña de la reforma del subsidio por desempleo aprobada la víspera por el Gobierno, llenando lagunas de información. Entre ellas, la de su entrada en vigor. Porque las nuevas condiciones para el más de millón de trabajadores que se estima se beneficiarán del rediseño de la prestación no serán de aplicación hasta dentro de medio año. Concretamente entrarán en vigor el 1 de junio del 2024.
El Ministerio de Trabajo argumenta que «en gran parte» esta aplicación demorada se debe a las modificaciones tecnológicas en la gestión del subsidio que implican los «profundos cambios que afectan a los requisitos de acceso; a la determinación de rentas de la unidad familiar; a la dinámica, plazos de solicitud y prórroga periódica». Detalla, además, que una vez que esta nueva regulación entre en vigor, los subsidios reconocidos con arreglo a ella «convivirán durante un cierto tiempo» con los antiguos, lo que requerirá una adaptación de las «herramientas tecnológicas» para gestionar ambos subsidios, los nuevos y los de la configuración en vigor.
Los seis meses de demora no son la única sorpresa no desvelada la víspera por la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz. Y es que, en contra de la pretensión inicial de su departamento a la hora de permitir la compatibilización del cobro del subsidio con un empleo, el BOE confirma que no se cobrará el 100 % de la prestación, sino que la cuantía será menguante, pese a que en lugar de 45 días se extenderá a un máximo de 180, es decir, seis meses.
Rebajas entre 90 y 450 euros
Según se especifica en el texto legal conocido ayer, en función del tiempo que el trabajador lleva percibiendo la ayuda y del empleo que encuentre, la cuantía de la prestación se irá modulando. De hecho, el dinero que se les abonará al compatibilizar ambas situaciones se denomina «complemento de apoyo al empleo» y se incorpora por primera vez al marco del subsidio para incentivar que sus perceptores no rechacen contratos de corta duración para no perder la ayuda.
Los recortes que encajarán variarán en función del tiempo que lleven cobrando la prestación y del tipo de jornada. Así, la horquilla de las rebajas estará entre los 90 euros como mínimo y los 450 de máximo. Por ejemplo, un trabajador que logré un empleo a jornada completa después de menos de tres meses cobrando el subsidio pasaría de percibir 570 euros, correspondientes al 95 % del Iprem (indicador público de renta de efectos múltiples), a cobrar el 80 %, es decir, los 480 euros actuales, con lo que el complemento de apoyo al empleo sería 90 euros inferior a la ayuda, pero se sumaría al salario.
El dinero menguaría cuantos más trimestres se hubiera cobrado el subsidio (el máximo, en función de las circunstancias, son 30 meses). De este modo, un trabajador a jornada completa percibiría el 60 % del Iprem en el segundo trimestre, el 40 % en el tercero, el 30 % en el cuarto y el 20 % (120 euros) a partir del quinto.
La bajada es mayor todavía en el caso de que el empleo con el que se compatibilice el subsidio sea a tiempo parcial, es decir, más precario, y todavía más a menor número de horas trabajadas.
La prestación también será compatible con las becas y ayudas que se obtengan por asistencia a acciones de formación profesional o en el trabajo o para realizar prácticas formativas o prácticas académicas externas del beneficiario.
Los cambios, que elevan con carácter general la actual prestación mensual de 480 euros (el 80 % del Iprem) a los 570 (95 %) durante los primeros seis meses, seguidos de otros seis cobrando el 90 % (540 euros), mantendrán la cuantía actual de 480 euros a partir del año.
No ocurrirá, sin embargo, para los mayores de 52 años, que son el colectivo más numeroso acogido a esta protección, ya que suponen prácticamente la mitad. Ellos no solo quedarán al margen de la subida de la cuantía, sino que, además, se les aplicarán recortes progresivos en la base mínima por la que el SEPE cotiza por ellos de cara a su futura jubilación y que actualmente es del 125 %.
Patronal y sindicatos acusan al Gobierno de «despreciar» el diálogo social
Los últimos cambios en materia laboral incluidos en la reforma del subsidio de desempleo y ocultados a los agentes sociales han generado una nueva ola de críticas de patronal y sindicatos hacia el Ejecutivo. Lo acusan de «despreciar» el diálogo social después de publicar en el BOE, en la citada reforma del subsidio de paro, la prevalencia de los convenios autonómicos sobre los estatales y los de empresa.
Esta modificación responde a uno de los acuerdos alcanzados con el PNV a cambio de su respaldo a la investidura de Pedro Sánchez, y los agentes sociales han mostrado su malestar porque consideran que se han saltado lo acordado a tres bandas en la reforma laboral.
Traicionar la confianza
Así las cosas, UGT y CC.OO. emitieron un comunicado conjunto en el que instan a Sánchez a reactivar el diálogo social y convocar una reunión «ante el quebranto del clima de confianza del que ha gozado la negociación tripartita en los últimos tiempos».
También la patronal (CEOE y Cepyme) mostró su «rechazo frontal», vía comunicado, tras confirmar en el BOE los cambios introducidos de espaldas al diálogo social en una materia de su competencia. La CEOE acusó al Gobierno de instrumentalizar el diálogo social y usarlo solo para aprobar las reformas pactadas con Bruselas a cambio de fondos, para —logrado eso— traicionar lo acuerdos alcanzados tras meses de negociación y cesiones. «Esto demuestra una falta de lealtad y confianza imprescindible para el diálogo social», señalan, para recordar también que es un mandato constitucional consultar a los agentes sociales los cambios «de este calado en la negociación colectiva». El cambio en el País Vasco —dicen los empresarios— «atenta contra la unidad de mercado».