El Gobierno acelera el desembarco en Telefónica para que no se dispare el coste

C. Alba MADRID / COLPISA

ECONOMÍA

Marta Fernández Jara | EUROPA PRESS

Las acciones de la firma han repuntado un 3,2 % tras el anuncio de Moncloa

20 dic 2023 . Actualizado a las 20:52 h.

El Gobierno quiere materializar la compra del 10 % de Telefónica cuanto antes porque es consciente de que cada minuto que pase desde el anuncio realizado este martes puede suponer un incremento del coste que el Estado tiene que asumir con esta operación. El Ejecutivo ya conoce la primera respuesta del mercado bursátil: un alza inicial del 6 % en las acciones de la empresa de telecomunicaciones, que al cierre de la jornada se desinflaba un poco y se quedaba en un 3,2 %. Y cada revalorización que vaya experimentando supone desembolsar más dinero para hacerse con ese paquete accionarial con el que el Estado quiere controlar la operadora frente a la llegada de los saudíes.

Ante estas circunstancias, y con el termómetro de la Bolsa imparable, la SEPI (Sociedad Estatal de Participaciones Industriales, el organismo dependiente de Hacienda que aglutina el capital en empresas) acometerá la operación «en el menor tiempo posible», según apuntan fuentes del organismo. Eso sí, añaden que «la adquisición se realizará minimizando el impacto que pueda tener en la cotización de la compañía». Está previsto que a partir de la orden del Consejo de Ministros de este martes, se definan los flecos de la operación y cómo se afrontará su financiación.

El reloj corre en contra de los intereses del erario público. Cuando el Gobierno anunció su intención de acometer la adquisición de hasta el 10 % de Telefónica, el coste de la operación rondaba los 2.000 millones de euros, calculados para una capitalización bursátil de unos 20.000 millones. Sin embargo, con las subidas de ayer, ese gasto ya sería superior a los 2.000 millones. En este proceso, la SEPI tiene que contratar, como es habitual en estas operaciones, un asesor financiero y un intermediario de bolsa.

El desembolso de esa cuantía final no afectará «ni al techo de gasto ni impacta en el déficit público», según fuentes del departamento que dirige María Jesús Montero. Se trata de «operaciones financieras», aclaran esas mismas fuentes. Cuando culmine su trabajo se verá el resultado de la operación que, en cualquier caso, debería hacerse vía endeudamiento de la SEPI a través de créditos.

«Interpretamos la decisión como un contrapeso a la reciente compra de un 9,9 % de Telefónica por parte del grupo de telecomunicaciones público saudí STC, pendiente de autorización del Gobierno español. Telefónica tiene la consideración de empresa estratégica en los sectores de telecomunicaciones, tecnología y defensa», explica Elena Fernández-Trapiella, analista de Bankinter.

«La SEPI planea realizar compras paulatinas y constantes en pequeños bloques de acciones», añade Sergio Ávila, analista de IG. «Este enfoque busca no distorsionar la cotización de Telefónica, mientras la sociedad estatal completa la compra del volumen de acciones necesario», indica. «Aquí la clave está en averiguar cuáles son las intenciones reales del Gobierno, si quieren entrar en el capital sin intervenir en la gestión, dejando a los directivos que hagan su trabajo, los inversores lo verán bien. Sin embargo, si la intención es intervenir en la gestión nombrando nuevos directivos, muy probablemente esto no sea bien visto por el accionariado», añade el experto.

Con la revalorización de este miércoles hasta los 3,679 euros, los títulos de la compañía suman casi un 12 % en el último año, frente a la subida del 22,75 % del Ibex 35. Pese a la revalorización la cotización de la operadora sigue por debajo de los 4 euros que alcanzó el pasado 7 de diciembre y de los 4,125 euros que rozó a finales de abril.

Y es que la compañía no ha logrado recuperarse del todo del golpe sufrido en agosto, con una dura racha bajista tras perder como su primer cliente en Alemania al operador 1&1, después de que esta empresa alcanzase un nuevo acuerdo con Vodafone.

Revulsivo bursátil

La entrada del grupo saudí a principios del pasado mes de septiembre tampoco ha servido de revulsivo bursátil definitivo para Telefónica. Los días posteriores a la operación, sus acciones reconquistaron los 4 euros por acción. Pero después se han ido desinflando hasta los precios actuales.