La banca sube las comisiones a sus clientes un 3,5 % mientras se resiste a remunerar los depósitos
ECONOMÍA
Un informe de la asociación de usuarios Asufin señala que algunas entidades cobran hasta 240 euros al año, pese a relajar el coste anual por mantener la tarjeta
21 may 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Contratar una hipoteca, un fondo de inversión o un plan de pensiones puede ser la única vía que hoy encuentren los clientes bancarios para pagar menos, o incluso nada, por su operativa habitual con el banco. El sector vuelve a tensar la relación con sus clientes y, tras dos años de subidas de tipos que no se han visto reflejados en la remuneración del ahorro, las comisiones subieron un 3,5 % de media en el 2023, según datos recopilados por la asociación de usuarios financieros Asufin.
En concreto, su información indica que el coste máximo de administración de las cuentas de ahorro de los bancos españoles ha pasado de 145,82 euros a 150,91 euros de media, con entidades que llegan a cobrar hasta 240 euros al año y que amplían la brecha con otras como Bankinter, que es la única que no cobra ninguna comisión por cuenta convencional (no online).
La buena noticia para los clientes es que el sector sí ha rebajado de forma notable en los últimos años las posibles comisiones por algo tan básico como el mantenimiento de la tarjeta de débito. En concreto, en este año vuelve a rebajarse hasta los 25,91 euros, 4,09 euros menos que los 30 euros del pasado ejercicio. Pese a ello, la subida de otros servicios ha pesado más y, de media, el coste máximo por mantener una cuenta y una tarjeta de débito pasa de 175,82 a 176,82 euros.
En total, y según Asufin, los costes de los servicios financieros más básicos (mantener una cuenta bancaria más una tarjeta de débito) siguen mostrando una evolución muy por encima del resto de los costes de la vida y del total de los servicios financieros. En concreto, en los últimos cuatro años, los costes básicos han subido un 26,47 %, frente al 18,99 % del IPC, un 7,48 % más, una diferencia que es mayor frente al total de servicios financieros, cuyo coste acumula una subida del 11,45 %, según datos del INE. En total, los costes básicos de cuenta y tarjeta han subido un 15 %, alza superior al resto de servicios financieros.
Bonificaciones
Por lo que se refiere a las condiciones para bonificar el coste de estas comisiones, lo más relevante es que muchas entidades superan el modelo de domiciliar nómina. En el caso de Deutsche Bank, de nuevo, eleva su importe mínimo de 1.500 a 2.000 euros, pero cada vez más, se busca que el cliente tenga activos para conseguir el nivel de bonificación máxima, como valores, fondos de inversión, planes de pensiones, entre otros.
Por otro lado, el coste de las transferencias ordinarias sube un 69 % en un solo año, al pasar de una media de 1,26 euros, en su importe mínimo, a 2,13 euros. También suben las inmediatas, pero en una muy pequeña cuantía, al pasar de 3,65 euros a 3,69 euros, un 1,10 %. Esta subida récord coincide con el momento en el que el Parlamento Europeo ha aprobado un reglamento que obliga a los bancos a ofrecer los envíos de dinero instantáneos en las mismas condiciones que las transferencias inmediatas para impulsar su uso, teniendo ahora los bancos 12 meses en adaptarse.
«La respuesta que dan los bancos ante la subida de las comisiones es, a menudo, poner de evidencia productos sin gastos, como las cuentas online, pero estas no dejan de ser una solución para clientes con capacidad digital, pero no para un segmento importante que ve aumentar su riesgo de exclusión», indican desde Asufin.
Otra segunda respuesta está en que el descenso de comisiones se produce fundamentalmente no en las básicas, sino en otros productos no tan imprescindibles. «Con ello, se estaría poniendo el foco en los clientes premium, que tras bonificar los productos básicos les facilitan la contratación de una hipoteca o fondo de inversión. Una estrategia que vuelve a incidir en la exclusión del cliente con menos recursos», explican los expertos.
En este punto, señalan la realidad en torno a la cuenta de pago básica, el único producto bancario regulado por ley que debe ofrecerse como primera alternativa a los clientes, máxime si están en una situación de vulnerabilidad. Y tenemos que insistir en que debe primar un modelo que no solo se centre en las bonificaciones sino que lo haga en comisiones máximas económicas para todos los clientes, con independencia de sus circunstancias personales.