Frente común del transporte por carretera, la pesca y la aviación por el uso del combustible verde
ECONOMÍA
En Galicia hay tres industrias preparadas para incrementar su producción si se dan incentivos para la retirada de los fósiles
04 jun 2024 . Actualizado a las 04:45 h.El transporte marítimo, aéreo y por carretera y la pesca se unen en un frente común en defensa de los combustibles renovables, ya que entienden que son los únicos que, a corto plazo, pueden ayudar a reducir drásticamente las emisiones contaminantes. Agrupados en torno a la Plataforma para los Combustibles Renovables, acaban de sacar a la luz un estudio —presentado ayer en la sede de Enerclub— que sostiene que, solo elevar un 1 % el uso de los carburantes verdes —bien los biocombustibles, es decir, los producidos a partir de la biomasa y de residuos, o bien los renovables, generados con fuentes de energía limpias, como el hidrógeno— implicaría una bajada de emisiones equivalente a 425.000 vehículos eléctricos.
La entidad deja claro que biocombustibles y electrificación son compatibles en el proceso de descarbonización, pero insisten en que los objetivos para combatir el cambio climático son más fáciles y rápidos de conseguir en estos momentos con los primeros. Esto es, la cuota de carburantes verdes puede ser incrementada en los diferentes medios de transporte sin necesidad de hacer cambios en los motores de combustión.
«Aún no existe una fuente de energía alternativa a los fósiles para la aviación; la única opción pasa por incrementar los combustibles renovables», aseguró Javier Gándara, presidente de ALA (Asociación de Líneas Aéreas). Sin embargo, debido a que su producción entraña un mayor coste que la de los carburantes grises, advirtió de que, si no se establecen mecanismos para incentivar su consumo, se corre el riesgo de que se eleve mucho el precio de los billetes y se ponga en riesgo tanto la afluencia turística a España como «la democratización» del sector, que ha permitido volar a gran parte de la población.
Javier Garat, secretario general de Cepesca, también coincidió en que solo el combustible renovable puede descarbonizar a corto plazo el transporte. «El hidrógeno requeriría buques cuatro veces más grandes; el amoníaco, el metanol y el gas natural, casi dos, y la electricidad solo vale para los barcos pequeños», recordó,
Ramón Valdivia, vicepresidente ejecutivo de Astic (Asociación del Transporte Internacional por Carretera), reclamó políticas fiscales incentivadoras para que se produzcan consumos altos y «sea más rentable».
España es el tercer país europeo con más disponibilidad de recursos para los biocombustibles, gran parte ubicados en zonas rurales, por lo que su uso podría servir de catalizador para zonas que se encuentran en áreas de más difícil actividad.
En Galicia hay tres industrias, Repsol, Bioetanol Galicia y Masol Ibérica, preparadas para atender un posible incremento de la demanda. La mencionada plataforma sostiene que también hay capacidad en el país para construir plantas de combustible para la aviación, por lo que el apoyo a los carburantes verdes puede suponer una palanca para la reindustrialización del país.