Son centrales de bombeo y baterías conectadas a plantas de agua y eólicos
14 sep 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Es un mensaje unánime que repiten autoridades y promotores: es necesario acelerar los proyectos de almacenamiento energético en España para evitar los desperdicios de electricidad que se producen en ocasiones con las tecnologías renovables. Son muchas y variadas los propuestas presentadas en ese ámbito, aunque la mayoría de las empresas coinciden en lamentar la lentitud burocrática para la materialización de las mismas. En Galicia, se han lanzado proyectos —principalmente para la construcción de nuevas centrales hidroeléctricas de bombeo, aunque también para instalaciones con baterías— que, de desarrollarse, implicarían una inversión conjunta que superaría los 5.500 millones de euros. No obstante, algunos promotores compiten con sus actuaciones por el mismo emplazamiento, por lo que, sobre el terreno, esa cifra será sustancialmente menor.
Algunas de las principales iniciativas industriales diseñadas para la comunidad fueron desgranadas ayer en una jornada organizada por el Clúster de las Energías Renovables de Galicia (Cluergal) en Santiago. Miguel Ángel López, de Iberdrola, explicó las dos actuaciones que tiene en marcha la compañía: la construcción de la que será la mayor hidroeléctrica de bombeo del país, la de Conso II, y la instalación de una batería que estará acoplada a la central de Santiago Xil-Xares, ambos en la provincia ourensana. Recordó que, inicialmente, las plantas de bombeo —que se configuran como auténticas despensas energéticas, por cuanto cuentan con dos embalses y mueven el agua de uno para el otro, dependiendo de si hay exceso de producción eléctrica o si, por el contrario, se incrementa la demanda— se construyeron para dar respaldo a las centrales nucleares, pero actualmente lo proporcionan a las instalaciones renovables, lo que ha incrementado su actividad. «La capacidad de bombeo se está agotando» en el país, subrayó, y de ahí la apuesta de Iberdrola por construir Conso II, que tendrá 1.800 megavatios de potencia y capacidad para abastecer a 1,2 millones de hogares. «Los principales desafíos son los tiempos de la tramitación y también el no contar con los puntos de conexión», subrayó.
La inversión de Iberdrola en la futura instalación hidroeléctrica ronda los 1.500 millones de euros.
También Energo-Pro proyecta una central hidroeléctrica de bombeo en Mazaricos, con una inversión de 385 millones de euros. María Couto, portavoz de la empresa en las jornadas, incidió como el resto de los promotores en la necesidad de que se agilicen los permisos para poder cumplir con los objetivos establecidos en el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC). «Aún no tenemos la concesión de aguas, pedida en abril del 2023», lamentó, al mismo tiempo que incidió en que, con los tiempos actuales, «entre el proceso administrativo y de construcción, hablamos de entre 8 y 10 años para que se materialicen estos proyectos».
Magtel, que cuenta con 23 proyectos para la construcción de otras tantas centrales de agua reversibles, sí dispone de una concesión de aguas en el lago de As Pontes, en donde prevé una planta de 250 megavatios en la que invertirá 220 millones. Andrés Zapico incidió en que en la antigua villa minera «había recurso hídrico y desnivel» para viabilizar los dos embalses necesarios para la central, pero faltaba capacidad de acceso a la red, que Transición Ecológica solventó con la futura subestación de Maciñeira.
En otro lago, el de Meirama, Coventina Renovables también prevé levantar otra hidroeléctrica, con 400 millones de euros de inversión. «Tendrá un 85 % de impacto local», afirmó Miguel Núñez, quien advirtió de la contradicción que supone que los proyectos que se presenten en los nudos de transición justa tengan que afrontar dobles avales.
Alexander Fernández, de la compañía estatal noruega Statkraft, recordó que esta cuenta con cinco parques eólicos en Galicia, que suman 145 megavatios —de la antigua Enerfín— y en España impulsa la hibridación de cinco recintos, entre ellos el de Malpica, que fue repotenciado. Contará con una batería para propiciar el almacenamiento de energía, y la empresa dispondrá de ayudas públicas, «aunque el reto al que nos enfrentamos tanto promotores como la administración es que tienen que estar los proyectos en 2026».
Propuesta ambiciosa en Vigo
La multinacional japonesa Univergy ha iniciado los estudios para implantar en Vigo un ambicioso hub energético, que tendría como objetivo la producción de hidrógeno y metanol verde —principalmente destinado al transporte marítimo— y que combinaría instalaciones de fuentes renovables, como la eólica, la biomasa y la fotovoltaica, con 170 megavatios de potencia. Julio Hidalgo incidió en que aún está dando sus primeros pasos, aunque la empresa ya ha invertido medio millón de euros en los estudios. La inversión global del proyecto podría escalar hasta los 700 millones.