El Banco de España actualiza sus previsiones de crecimiento para el 2024 al 2,8 %

Carmen Gómez Mariñas
Carmen G. Mariñas REDACCIÓN / LA VOZ

ECONOMÍA

Fachada del Banco de España.
Fachada del Banco de España. Ricardo Rubio | EUROPAPRESS

Esta revisión supone una subida de 5 décimas respecto a la predicción anterior. La inflación aumentará una décima menos de lo previsto, hasta el 2,9 %

17 sep 2024 . Actualizado a las 15:48 h.

El Banco de España ha actualizado sus proyecciones para la economía española. Según sus últimos datos difundidos, prevé para el 2024 un crecimiento del PIB del 2,8 %, lo que supone cinco décimas más que la predicción anterior. Respecto a la inflación, prevé un 2,9 %, una décima menos.

Para el año 2025, las nuevas previsiones también son más favorables respecto al PIB, con un 2,2 %, lo que supone tres décimas más. La inflación, sin embargo, se prevé que crezca una décima más de lo previsto, hasta el 2,1 %.

En el 2026, la inflación mantendrá su previsión del 1,8 %, mientras que la economía crecerá según el Banco de España un 1,9 %, 0,2 puntos porcentuales más.

Este informe del organismo tiene como objetivo analizar la evolución reciente de la economía, dentro del contexto internacional y del área del euro.

En el documento se recoge cómo el crecimiento de la economía mundial fue robusto en el segundo trimestre, por lo que las previsiones son que esto se mantenga así en lo que resta de año gracias a la desaceleración de la inflación y la relajación de la tensión de los mercados laborales de las principales economías.

Contexto de la economía española

El Banco de España destaca que el dinamismo de su economía sorprendió al alza en el segundo trimestre del año, gracias a la fortaleza de la demanda exterior neta. Sobre ella, detalla que el avance de las exportaciones turísticas se ha frenado menos de lo esperado, mientras que las importaciones han sido «relativamente débiles» en los últimos trimestres por la menor dependencia energética del exterior.

Respecto al ritmo de expansión, en el tercer trimestre se prevé que se mantenga fuerte, aunque en menor medida que en trimestres anteriores. Algo similar ocurre con las exportaciones que, tras un gran crecimiento en el segundo trimestre, verían su aportación moderada en el siguiente. Asimismo, la creación de empleo se ralentizaría en el tercer trimestre, tras un elevado dinamismo del primer semestre del 2024. La financiación del sector privado también muestra una mejora gracias a la reducción de los tipos de interés.

En su informe, el organismo también destaca que se prevé que el consumo privado prolongue su recuperación para el tercer trimestre. Sin embargo, la inversión podrá experimentar desaceleración. La evolución de los agentes económicos, la incertidumbre en el escenario macrofinanciero, el grado de transmisión y los efectos del endurecimiento de la política monetaria global en 2022-2023 y su relajación condicionan estos aspectos.

En este sentido, el Banco señala que los proyectos financiados con los fondos Next Generation, debido a su impacto, influirán también en la evolución de la inversión empresarial. A su vez, estos aspectos también determinarán la productividad y los salarios del país. Dentro del PIB, el organismo prevé este año que estas ayudas tengan un impacto de un punto porcentual. De todas formas, esto no se traduce en un efecto tractor mayor que otros fondos europeos recibidos en el pasado. 

Otra de las desaceleraciones se produce en los costes laborales, a pesar de que hayan alcanzado su máximo histórico en el segundo trimestre desde que hay datos. Esa tendencia muestra una moderación de la remuneración por asalariado y un mejor comportamiento de la productividad. Así, los márgenes empresariales se mantienen estables y similares a niveles prepandemia.

Los ingresos y gastos públicos continuaron creciendo a buen ritmo, mientras que la inflación ha ido moderándose con la desaceleración de precios energéticos y alimenticios.

Proyecciones macroeconómicas

Las nuevas proyecciones macroeconómicas del banco apuntan a una moderación del crecimiento en los dos próximos ejercicios como consecuencia de la menor aportación del sector exterior al PIB por la esperada desaceleración del turismo.

El consumo privado será el componente con una mayor aportación al avance del PIB hasta el 2026, fruto de una evolución favorable del empleo, los salarios y la inflación, así como del aumento de la población y de la recuperación de la confianza de las familias.

La inversión también contribuirá en mayor medida al crecimiento del PIB, aunque con «una recuperación más retrasada con respecto a los niveles previos a la pandemia», si bien el posponer decisiones de inversión ha permitido a las empresas sanear su situación financiera.  Esa situación más saneada, junto con el impulso de los fondos europeos y una mejora de las condiciones de financiación, favorecerá la recuperación de la inversión.

Inflación moderada

El reajuste de la previsión de la inflación, que queda en el 2,9 % en el 2024 según la entidad, afecta también al 2025 y al 2026, con una ralentización que reflejaría la disminución de la inflación de los alimentos.

La mejora de la producción agrícola también contribuirá a reducir las presiones inflacionarias, aunque la entidad recuerda que en octubre se revertirá parcialmente la rebaja del IVA a algunos alimentos y en enero desaparecerá.

La inflación subyacente (sin energía ni alimentos no elaborados) seguirá moderándose a lo largo de este año y, en promedio, se situará en el 2,8 % en el 2024, el 2,2 % en el 2025 y el 1,9 % en el 2026, debido al menor avance de la demanda y de los costes de producción.

Sin embargo, la eliminación prevista de los descuentos vigentes en el transporte público, prevista para principios del 2025, presionará al alza la tasa de inflación subyacente el próximo ejercicio.

La recuperación del consumo todavía es débil 

El Banco de España considera que, tras la pandemia, la recuperación del consumo está siendo más débil de lo que debería por la evolución de sus determinantes fundamentales. Tanto la renta bruta disponible como el empleo han experimentado un aumento superior al consumo desde el 2022.

Además, los hogares con trabajadores jóvenes o de edad media lo tienen más difícil. Mientras que el consumo se mantiene por debajo del nivel precovid en la mayoría de los casos, su recuperación solo se registra en aquellos en los que el sustentador principal es de edad avanzada.

Estos grupos son los que presentan mayor dinamismo respecto a la evolución de su renta. Y el que «tiene mayor renta es el que más está tirando del consumo», tal y como ha señalado en la presentación del estudio el director general de Economía y Estadística del Banco de España, Ángel Gavilán.

El Banco de España explica que el incremento del peso de la población de origen extranjero, unido a la peor evolución reciente del consumo en este colectivo, contribuye a explicar, en parte, la debilidad que está presentando el consumo medio por hogar.

Respecto a las tasas de ahorro de todos los grupos de renta, estas se han reducido desde la pandemia, aunque se mantienen por encima de los niveles del 2019. Se prevé que la tasa de ahorro, que se mantiene en niveles elevados, descienda a lo largo del período 2024-2026, si bien permanecería por encima de su promedio histórico durante todo este período.