Carlos Cuerpo, ministro de Economía: «Vamos a prorrogar el escudo antiopas para proteger nuestras empresas»
ECONOMÍA
Reconoce que el gran reto de esta legislatura es la vivienda y sostiene que trabajarán para que los sueldos crezcan por encima de los precios
20 oct 2024 . Actualizado a las 05:00 h.Tras remitir a Bruselas el plan fiscal acogido a las nuevas reglas comunitarias, Carlos Cuerpo (Badajoz, 1980) insiste en que la clave de España pasa por «crecer y generar más recursos» para no tener que aplicar ajustes. El titular de Economía anticipa que, tras el éxito de la operación en Talgo, el Gobierno ampliará su escudo legal para impedir la llegada de inversores de fuera de la UE para hacerse con firmas estratégicas españolas.
—¿Cómo puede afectar la derivada de los casos judiciales a la economía y la visión que tengan los inversores sobre España?
—Todas las señales que nos llegan de inversores internacionales es de una fuerte confianza en España. Somos el cuarto país del mundo en recibir más proyectos de inversión productiva. El volumen de inversión en deuda por parte de inversores extranjeros se ha incrementado 100.000 millones desde principios del 2023. Y la prima de riesgo está en su nivel más bajo en tres años. Todo eso no es casualidad.
—Estos días se ha materializado un movimiento en torno a Talgo, a una empresa que necesitaba un socio tras su veto a los húngaros. A pocas semanas de que venza el plazo del escudo antiopas, ¿se plantean prorrogarlo?
—Tenemos una normativa en materia de protección de los sectores estratégicos y de inversión que es muy equilibrada. Contamos con buenos datos de llegada de inversión extranjera y eso es compatible con proteger los intereses de nuestra industria y sectores estratégicos, como ha sido en el caso de Talgo por motivos de seguridad. Lo hemos hecho gracias a nuestro escudo antiopas, en el cual estamos trabajando para poder prorrogarlo más allá del 31 de diciembre.
—¿Entrarán en el accionariado?
—Aún estamos en un paso previo de prudencia para ver cómo se desarrollan estas conversaciones. Es muy positivo que haya intereses del sector privado de grandes empresas en la adquisición de esta participación en Talgo, lo cual nos da también mucha tranquilidad.
—Respecto a la opa de BBVA a Sabadell, ¿mantiene su negativa aunque supere todos los filtros de los supervisores?
—Tenemos un elemento de preocupación por el posible exceso de concentración. La opa está siguiendo el curso con la CNMV, Competencia, el BCE o el Banco de España mirándolo desde su perspectiva. Mientras que el Gobierno tiene que mirarlo desde una perspectiva más general, más holística, de interés de los ciudadanos.
—En su plan presupuestario aboga por prorrogar los gravámenes bancario y energético. Pero el contexto actual es muy distinto al del 2022. ¿Cómo van a ser esos tributos?
— Estos gravámenes surgieron con un elemento de excepcionalidad, para permitir responder ante la crisis de inflación con un escudo social que protegiera a los ciudadanos. Y esto ha sido posible gracias a la redistribución que han permitido estos impuestos, que además han sido compatibles con las mejores cifras de resultados de la historia en ambos sectores. Estamos ya con la discusión interna para encontrar una forma de ajustarlo a ese carácter permanente. Es decir, con objetivos de política económica que van más allá del corto plazo, como las inversiones energéticas. En el caso de las de los bancos, se trata también de ajustarlo al hecho de que ya no vamos a estar en un momento de pico de tipos.
—Es decir, que aunque se prorroguen, quizá la recaudación sería mínima.
— Dejémoslo en que sería significativa.
«Tenemos que trabajar para que los sueldos puedan crecer por encima de los precios»
—¿Pueden cumplir con lo prometido a Bruselas sin tomar grandes medidas de ajuste de gasto o mejora de ingresos?
—Este plan nos permite mantener ese equilibrio de los últimos años de crecimiento, apoyado entre otras cosas en el Plan de Recuperación. Podemos mantener este enfoque equilibrado de seguir creciendo y que nos permita unos niveles de crecimiento de gasto en torno al 3,4%; y que esto sea compatible con que vaya poco a poco bajando nuestro déficit gracias a las buenas perspectivas económicas. Aquí la clave es seguir creciendo. Y a partir de ahí, generar mayores recursos.
—El Gobierno ha pasado de plantear la necesidad de unos Presupuestos a decir que puede seguir si cuentas nuevas.
— Estamos haciendo el mayor esfuerzo para que haya un acuerdo en los Presupuestos y este sigue siendo el escenario en el que trabajamos. Dicho esto, este 2024 estamos operando en un escenario de prórroga y esto no ha impedido que se lleven a cabo todas las actuaciones que estaban previstas, todos los gastos y todas las inversiones, incluyendo las del Plan de Recuperación.
—Junts niega tener la puerta abierta a apoyar una moción de censura contra Pedro Sánchez. ¿Cree que está dispuesto a negociar la senda de déficit y los Presupuestos?
—Ese es el momento en el que estamos ahora, en el de negociar cómo se reparten los objetivos, y creo que existen posibilidades. No es una negociación fácil. Nunca lo son los Presupuestos. Pero yo soy optimista en cuanto a que podamos llegar al acuerdo. El Gobierno ya hizo un esfuerzo previo de ampliar el espacio presupuestario que se les dejaba a las comunidades con 10.000 millones en dos años. Y este esfuerzo es también una indicación política clara por parte del Gobierno de dar ese mayor margen de permitir a las comunidades tener una mayor flexibilidad a la hora de hacer frente a sus gastos.
—El PIB crecerá casi un 3% este año, pero hay muchas familias que no llegan a fin de mes. ¿Cómo lo atajará?
—Trabajando en el crecimiento con sentido, en una mayor estabilidad en el empleo, con unos sueldos que sigan evolucionando por encima de los precios [...] Sin olvidar el gran reto de esta legislatura, que es apoyar en materia de vivienda.
«No hay una sola medida, una bala de plata, que ayude a resolver todo el problema de la vivienda»
—¿Es necesario introducir cambios en la ley de vivienda?
—Hay algo que tenemos todos muy claro: dada la complejidad del problema de la vivienda, no hay una bala de plata, no hay una medida concreta o específica que nos permita resolverlo. Tenemos que hacerle frente desde todos los ángulos posibles y con todas las herramientas que están a nuestra disposición. La ley de vivienda nos habilita muchas, pero no es la única. Tenemos que seguir avanzando en la construcción de un parque público para alcanzar el 10% como gran objetivo.
—¿Cómo valora la aplicación de las zonas tensionadas?
—Es pronto para tener una evaluación del impacto de la ley de vivienda, más allá de alguna evidencia anecdótica que es positiva, como la de Cataluña. Creo que está todavía por desplegar el potencial de sus efectos. Necesita de la colaboración del resto de agentes involucrados y, sobre todo, de las comunidades autónomas.
—¿Se plantean nuevas medidas, a la vista de los acontecimientos?
—Es el gran reto de legislatura. Por eso estamos en continuo análisis de la situación, actualizando nuestro diagnóstico y siempre poniendo sobre la mesa la necesidad o no de tomar medidas.
—En Cataluña, la oferta ha caído en algunos casos casi un 20%. ¿Cómo se puede fomentar?
—Parte de ese crecimiento de la oferta tiene que venir de desplegar todas las posibilidades que nos da la Sareb y los activos que están a disposición de ella. Lo hacemos desde finales del 2021 y principios del 2022, al introducir un nuevo principio en la normativa de la Sareb, el del sostenimiento, que nos permite hacer compatible su objetivo, que es vender estos activos y recuperar el dinero del rescate para los contribuyentes.
— Sumar propone una hipoteca regulada. ¿Qué le parece?
—Hay circunstancias que ya se están dando sin necesidad de crear un producto específico. Por ejemplo, los hogares ya se estaban yendo a un elemento de seguridad en los pagos como son los tipos fijos, quitándose ese riesgo asociado a las fluctuaciones de los tipos de interés.