Ucrania cumple con su amenaza y corta el flujo de gas ruso hacia la Unión Europea

Pablo Medina MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

Sergei Karpukhin | REUTERS

La ruptura con Moscú puede enfrentar a Moldavia y la separatista Transnistria. La UE confía en garantizar el suministro con otras cuatro rutas alternativas

01 ene 2025 . Actualizado a las 19:44 h.

Últimos estertores del gas ruso en Europa. El gigante energético ruso Gazprom anunció este miércoles por la mañana que el flujo de combustible al viejo continente vía Ucrania se detuvo tras la esperada negativa de Kiev para renovar el acuerdo suscrito en el 2019 con Moscú en vistas a un empeoramiento de la guerra que ambos países mantienen desde hace casi tres años y que ya ha provocado tensiones con los Veintisiete.

«Debido a la negativa reiterada y explícita de la parte ucraniana a prorrogar estos acuerdos, Gazprom se vio privada de la capacidad técnica y legal de suministrar gas para el tránsito por el territorio de Ucrania a partir del 1 de enero de 2025. Desde las 8:00 hora de Moscú, no se ha suministrado gas ruso para su transporte a través del territorio de Ucrania», comunicó la empresa rusa a través de su canal de Telegram.

Por su parte, el operador ucraniano GTS aseguró que preparó «con antelación la infraestructura para operar en modo de tránsito cero y garantizar un suministro fiable de gas a los consumidores ucranianos» a fin de que no se vean afectados por el invierno en un momento en el que el Ejército ruso se ceba como desde hace dos años con las infraestructuras energéticas ucranianas.

La decisión de cortar el flujo de gas ruso a través de Ucrania coincide con los preparativos para una posible negociación de paz por parte del equipo del entrante Donald Trump para provocar un golpe económico a Rusia que le costará a Gazprom 5.000 millones de euros frente a los 800 millones que perderá Kiev en beneficios por las importaciones.

Tensiones en Europa

En el 2023, la UE solo importaba un 10 % de gas ruso. Según el centro de investigación belga Bruegel, el viaducto ucraniano transportaba la mitad para abastecer principalmente a Moldavia Austria, Hungría y Eslovaquia. Estos dos últimos se convierten ahora en agentes clave para el negocio. El país que gobierna Viktor Orbán será la única puerta de entrada del gas ruso a través del único gasoducto activo de la UE, el Turkstream. Su alineamiento prorruso podría favorecer acuerdos independientes con el Kremlin para sacar tajada del veto ucraniano a la entrada de gas.

Por su parte, Eslovaquia, que seguía importando grandes cantidades del combustible ruso, avisó ayer a través de su primer ministro, el populista Robert Fico, de que «la interrupción del tránsito del gas por Ucrania tendrá severas consecuencias para todos nosotros en la UE, pero no en la Federación Rusa». Fico ya amenazó con represaliar a Kiev con «medidas recíprocas» hace días. Austria, por el contrario, ya ha avisado de que dispone de reservas y alternativas suficientes para paliar el efecto del corte.

Pero la región que más se verá altamente perjudicada es Moldavia. Rusia suministraba de forma gratuita a la región separatista de Transnistria, favorable al Kremlin, 2.000 millones de metros cúbicos de gas al año para reconvertirla en energía en la central térmica de Cuciurgan y venderla a Chisinau. Con el corte del gas, los secesionistas se quedan sin negocio y podrían despertar nuevos desafíos al Gobierno moldavo.

La energética Tirasteploenergo, de dicha región, ya ha anunciado el corte de la calefacción y del agua caliente en todo su territorio. El país en su totalidad ya declaró el pasado 16 de diciembre una «emergencia energética» con una duración de 60 días. La tensión es máxima.

La UE está «preparada» para afrontar el corte del suministro de gas ruso por Ucrania

El bloque maneja hasta cuatro rutas alternativas para garantizar el abastecimiento

La Voz

La Comisión Europea afirma que el corte del tránsito de gas ruso por territorio de Ucrania hacia la UE era lo «esperado» y reitera que el bloque está «preparado» para sustituir el suministro a través de cuatro rutas alternativas para los países más afectados. «La detención del flujo (de gas ruso) por Ucrania el 1 de enero es la situación esperada y la UE está preparada para ello», subrayan a EFE fuentes comunitarias, para después enfatizar que la institución ha trabajado «durante más de un año» con los Estados miembros para prepararse para un escenario así. La infraestructura gasística europea es «lo suficientemente flexible» para transportar gas de distintos orígenes a través de «rutas alternativas», explican las fuentes, para después añadir que el bloque también se ha reforzado con «nuevas y significativas capacidades de importación de GNL (gas natural licuado) desde 2022».

El Ejecutivo comunitario destacó además que la seguridad energética de la UE también se ha reforzado en los últimos años con el despliegue de energías renovables y medidas para mejorar la eficiencia energética. Bruselas ya había comunicado que el impacto del fin del tránsito de gas ruso por Ucrania en la UE sería limitado tanto en volúmenes como en alcance y, en concreto, confía en suplir este suministro a través de cuatro rutas alternativas desde Alemania Italia y Polonia y Grecia y Turquía.

La red gasística ucraniana está conectada con cuatro países del club (Hungría, Polonia, Rumanía y Eslovaquia) pero los volúmenes desde Rusia a la UE se han rebajado «drásticamente» desde que Moscú redujese el tránsito en 2022 en el contexto de su invasión de Ucrania. El bloque recibió un total de 14,65 bcm (miles de millones de metros cúbicos) de gas en 2023, frente a los 40 bcm de antes de la guerra, mientras que el 1 de diciembre de 2024 habían llegado 13,7 bcm, según un documento que la Comisión Europea preparó para la reunión de ministros de Energía de la UE en diciembre de 2024, al que ha tenido acceso EFE.

Actualmente, solo Chequia, Hungría, Italia, Eslovenia, Austria y Eslovaquia siguen obteniendo gas ruso que transita por Ucrania, pero los dos últimos serán los más afectados porque representa aproximadamente el 60 % de su demanda. La primera ruta alternativa que concibe Bruselas es a través de Alemania gracias a «reciente y significativa expansión» de terminales de GNL y de sus importaciones de gas por tubería desde Noruega, Países Bajos y Bélgica. Desde Alemania se podrían añadir volúmenes adicionales de gas a Austria, Chequia y Eslovaquia por infraestructuras que ya existen. La segunda facilitaría acceso de gas noruego y de GNL procedente de Estados Unidos y Ucrania desde Polonia a Eslovaquia a través del interconector entre ambos a países y desde ahí hacia Chequia, Austria, Hungría y Ucrania. Por otro lado, a través de una tercera alternativa se transportará gas desde Italia a Austria y después a Eslovaquia y a Eslovenia solo teniendo en cuenta las capacidades actuales. Y por último, la llamada ruta Trans-Balcánica puede transportar gas desde Grecia, Turquía y Rumanía hacia el norte para suministrar el combustible no solo a los países del centro y este de la UE, sino también a Ucrania y Moldavia, gracias a las interconexiones actuales entre Grecia, Bulgaria, Rumanía, Hungría, Moldavia, Ucrania y Eslovaquia.