La guerra por la reducción de la jornada laboral escala con la denuncia de «veto» y engaños

Ana Balseiro
Ana balseiro MADRID / LA VOZ

ECONOMÍA

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Díaz denuncia el «bloqueo» del PSOE, que habla de «inquina» contra Cuerpo

08 ene 2025 . Actualizado a las 18:17 h.

El espíritu navideño de paz no les ha aguantado al PSOE y a Sumar ni una semana del año nuevo. Los socios del Gobierno han vuelto a escenificar en público sus diferencias políticas, si cabe, con mayor crudeza, al llevar el enfrentamiento ya al plano personal. La reducción legal de la jornada laboral —medida estrella del Ministerio de Trabajo en esta legislatura y la gran baza política de su responsable, Yolanda Díaz— ha agudizado la guerra cuya mecha prendió hace tres semanas, cuando el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, abogó por «acompañar» a las empresas en el proceso y la también vicepresidenta le respondió equiparándolo a su predecesora, Nadia Calviño, con quien protagonizó sonados choques. «Yo pensé que una vez que se había marchado Nadia Calviño, las cosas iban a cambiar en el Gobierno. Tenemos personas diferentes en el ministerio de Economía y los comportamientos son los mismos», espetó.

La insistencia de Cuerpo en lo que Díaz considera una injerencia la llevó —recién estrenado el año— a acusarlo de ser «mala persona», por oponerse a la reducción de la jornada en los términos y plazos en los que el ministerio la ha pactado con los sindicatos, y priorizar que las empresas puedan «asimilarlo».

Este miércoles la vicepresidenta dio un paso más y aseguró que tiene una prueba del «veto» de Economía a la tramitación urgente en el Consejo de Ministros. «Ayer [por el martes] el Ministerio de Economía respondió [al Ministerio de Trabajo] por escrito vetando este debate», aseguró en una entrevista en Telecinco, después de días señalando a Cuerpo, en lo que desde el Gobierno ven ya como «inquina».

«Me parece muy grave», insistió sobre el «bloqueo» a la rebaja a 37,5 horas semanales acordada con los sindicatos tras casi un año de debate social, del que finalmente se desmarcaron los empresarios. Recordó que la medida forma parte del acuerdo de investidura con el PSOE, pese a que ahora pretenda ponerle palos en las ruedas.

«No son opiniones», subrayó. «Ayer se nos ha respondido por escrito» confirmando que se «impide que este acuerdo del diálogo social llegue a ser discutido en el Consejo de Ministros» al no incluirlo en la agenda de la Comisión Delegada del Gobierno para Asuntos Económicos, que es el paso previo.

Si el martes Cuerpo trataba de enfriar el choque con Díaz, insistiendo —en otra entrevista— en que las 37,5 horas eran «un compromiso del Gobierno» y, por tanto, «una prioridad que se va a cumplir lo antes posible», ayer respondió con contundencia a la acusación de veto, parándose a «desmentirla por completo».

En declaraciones a los medios antes de la toma de posesión del presidente de la CNMV, aseguró que «desde Economía lo que estamos haciendo es dar prioridad absoluta a este proyecto». Pero Díaz discrepa, y para asegurarse de que el PSOE no boicoteará «la medida más importante del país», dijo que hablará con Pedro Sánchez.

Economía, la bestia negra de Díaz, sin importar quién ocupe la cartera

El Ministerio de Economía ya fue en la pasada legislatura el ariete que empleaba el ala socialista del Gobierno para moderar las políticas que Sumar impulsa desde su principal bastión: Trabajo. De ahí la sucesión de enfrentamientos que han protagonizado ambos ministerios, independientemente de quién ocupe el de Economía. La propia vicepresidenta segunda los recordaba a mediados del pasado diciembre, cuando estalló el choque con Cuerpo a cuenta de la reducción de la jornada.

Y es que cuando la ahora responsable del Banco Europeo de Inversiones (BEI), Nadia Calviño, ocupaba la cartera, ya protagonizó agrios enfrentamientos con Díaz por la subida del salario mínimo (SMI), la ley rider, el alcance y extensión de los ERTE, la reforma laboral o la del subsidio de desempleo. En todas esas modificaciones normativas Economía defendió cambios menos bruscos y más alineados con las posiciones empresariales, a lo que Díaz respondió confrontando y envolviéndose en la bandera de los trabajadores: «No es por mí. A mí quien me preocupa son los trabajadores». La ministra ha confirmado que ha hablado con los líderes del PP y Junts para recabar apoyos y sacar adelante una reducción de jornada a la que —insiste— el PSOE, con engaños, se opone.