Alcoa amplía en 161 millones el capital de Aluminio Español en plena crisis de San Cibrao
ECONOMÍA

La multinacional achaca esta operación financiera «a una capitalización de la deuda intragrupo para reforzar los fondos propios de las sociedades»
12 feb 2025 . Actualizado a las 20:23 h.La sociedad limitada Aluminio Español, filial de Alcoa, ha completado una ampliación de capital de 161.199.721 euros, que aumenta el resultante suscrito de la entidad de 190.394.625 a 351.594.346 euros. Así lo recoge el Boletín Oficial del Registro Mercantil (Borme) publicado por el Estado el pasado 10 de febrero.
La operación financiera supone —en un contexto de incertidumbre sobre el futuro del complejo industrial de San Cibrao (Cervo)— incrementar en un 85 por ciento el capital suscrito de la empresa, de la que depende la única fundición de aluminio primario que queda en España, fábrica que lleva tres años parada casi en su totalidad.
Además, el Borme recoge también tres ampliaciones de capital —por 2.330, 4.342.048 y 2.666.878 euros— de Alcoa Inespal, que elevan el resultante suscrito a 57 millones. Esta última es la matriz de las dos empresas —Aluminio Español y Alúmina Española— sobre las que se cimenta el negocio en España de la compañía radicada en Pittsburgh. Si la fundición está ligada a Aluminio Español, la refinería sancibrense está vinculada a Alúmina Española.
Consultada al respecto de las motivaciones que impulsan esta operación financiera, Alcoa señala que la ampliación de capital responde no a una inyección de nuevos recursos, sino a «medidas contables que se han realizado con el objetivo de capitalizar la deuda intragrupo y así, reforzar los fondos propios de las sociedades sin realizar aportaciones adicionales».
La ampliación de capital es especialmente significativa en Aluminio Español, cuya fábrica permanece en su mayor parte inoperativa desde enero del 2022, merced al acuerdo entre patronal y plantilla para un cese temporal de la actividad a cambio de mantener los empleos, realizar reformas en la planta y retomar toda la producción.
En el último año, Alcoa ha supeditado retomar la actividad e ingresar fondos en San Cibrao —anunció un preacuerdo de inversión con la energética Ignis Equity Holdings— al cumplimiento de exigencias planteadas a comité y Administraciones. A los sindicatos les pide renunciar a la construcción de un horno de cocción de ánodos, la mejora más importante de las recogidas en el contrato, y a dar acceso a un fondo restringido de 85 millones de euros que se constituyó como aval de que se realizarían las reformas. Las instituciones han comprometido apoyo económico y para proyectos clave —la ampliación del depósito de residuos de Alúmina, la aprobación de parques eólicos vinculados al complejo industrial— en un memorando de entendimiento (MoU) con el que respaldan a la compañía para pedir a las centrales que acepten la propuesta.

A lo largo del último ejercicio Alcoa alegó carecer de fondos para cumplir sus acuerdos, hasta que anunció un preacuerdo con Ignis. La ampliación de capital es superior al coste del arranque —cifrado en 37 millones de dólares— y del horno de cocción de ánodos —presupuestado en 109—, y de hecho hay un depósito con fondos ya consignados para esos planes. La compañía ha amagado con el cierre si los sindicatos no acceden a liberarla de sus compromisos a medio plazo, y llegó incluso a cuantificar el cierre de las dos plantas en 240 millones de euros, sin contar las indemnizaciones.