Semillas pedagógicas de A Coruña que germinan en Mozambique

Olga Suárez Chamorro
Olga Suárez REDACCIÓN

EDUCACIÓN

Amilton Bito (izquierda) y Simiao Francisco, el pasado 2 de febrero en el colegio Santa María del Mar de A Coruña
Amilton Bito (izquierda) y Simiao Francisco, el pasado 2 de febrero en el colegio Santa María del Mar de A Coruña MIGUEL MIRAMONTES

Dos profesores del país africano pasaron varias semanas en la ciudad, gracias a un hermanamiento de su escuela con el colegio Santa María del Mar

28 feb 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

Mozambique es uno de los países más empobrecidos del planeta. Se encuentra en la costa este de África y su economía depende de la agricultura. En una población eminentemente rural es habitual que los niños, y sobre todo las niñas, dejen la escuela a edades tempranas para participar en las tardeas domésticas. El colegio Santa María del Mar de A Coruña tiene desde hace siete años un hermanamiento con la Escola Secundaria Inácio de Loiola (Esil) de Tsaladzi, un centro educativo que a día de hoy tiene 600 alumnos y 11 profesores contratados por el Estado. Está situado en la provincia de Tete, una región conocida como «el granero de Mozambique», donde la Compañía de Jesús desarrolla una misión agraria desde hace treinta años. Así, esta escuela de secundaria no solo está enfocada en la formación reglada de los niños, sino que también les enseña técnicas agrarias, de ecologismo y cooperativismo para que pueda haber un relevo generacional profesionalizado. 

Dentro de este proyecto se enmarca la visita que Simiao Francisco y Amilton Bito, jefe de estudios y director del departamento de lenguas de la escuela Esil realizaron el pasado enero en A Coruña, un viaje de tres semanas en el que reforzaron el hermanamiento entres las dos escuelas y del que se llevaron una mochila llena de experiencias, métodos pedagógicos y material didáctico para trasladar a la escuela en la que trabajan, pero también a todos los centros educativos de la región en la que viven. «Es un proyecto con un impacto muy positivo en toda nuestra región, nos llevamos mucho material para divulgar, especialmente el relacionado con técnicas de producción rentable y ecológicas, pues nuestra escuela tiene una vertiente agraria muy importante», destaca Bito, que es la segunda vez que viene a Galicia. Además de las actividades programadas en el colegio jesuíta coruñés, los profesores africanos visitaron otros centros educativos, como el Centro de Formación e Experimentación Agroforestal de Guísamo, la Facultad de Educación de la UDC, o los institutos Eusebio da Guarda, de Elviña, Adormideras y Monde das Moas. 

Desde el año 2016, las comunidades educativas de estos dos centros gallego y mozambiqueño desarrollan actividades conjuntas y, según confirman los docentes del Esil, A Coruña está muy presente en el día a día de su centro: «Muchos niños estudian gracias a las becas que salen de donaciones de aquí, son un alivio y una oportunidad para ellos, subraya Francisco. Y es que una parte del alumnado de este centro, unos 100, son huérfanos que tienen una educación gracias a estas ayudas económicas que llegan desde Galicia. Simiao Francisco explica además cómo están intentando recuperar a mucho alumnado, sobre todo femenino, que se descolgó de la educación durante la pandemia y no ha vuelto a las aulas. «Allí la pandemia fue mucho más dura porque la educación se paralizó por completo durante meses y muchas niñas no han vuelto después de que reabrieran las escuelas», reconoce.

Amilton Bito (izquierda) y Simiao Francisco, el pasado 2 de febrero, frente a un mural dedicado a Mozambique del colegio Santa María del Mar de A Coruña
Amilton Bito (izquierda) y Simiao Francisco, el pasado 2 de febrero, frente a un mural dedicado a Mozambique del colegio Santa María del Mar de A Coruña MIGUEL MIRAMONTES

El enriquecimiento de este proyecto tiene doble dirección, y en el colegio de A Coruña tienen una sensibilidad especial hace Mozambique. «Sobre todo se vive en los cursos de Infantil, desde pequeños ven otras formas diferentes de aprender», explica Susana Vázquez, profesora del centro. Pero también los alumnos de cursos más altos están sensibilizados con la realidad del este país; un grupo de adolescentes de segundo de la ESO entrevistó a los docentes africanos para un programa de radio escolar el día antes de su marcha de Galicia, «quedaron muy impactadas al conocer cómo es la vida de las chicas de su misma edad», reconocen desde el centro. 

Al ser un proyecto que se mantiene en el tiempo, estas generaciones de alumnos crecen con él. De hecho, en verano dos profesoras del Santa María del Mar devolverán la visita a Mozambique y les acompañará una exalumna que acaba de terminar el grado de Enfermería.