La directora de la Guardia Civil abandona a los dos meses para ir en las listas del PSOE el 23J

Paula De las Heras / Melchor Sáiz-Pardo MADRID / COLPISA

ELECCIONES 23J

Mercedes González, durante el acto de toma de posesión como directora general de la Guardia Civil, el pasado mes de abril
Mercedes González, durante el acto de toma de posesión como directora general de la Guardia Civil, el pasado mes de abril MARISCAL AGENCIA EFE | EFE

Mercedes González, que sustituyó en abril a María Gámez, será cesada y relevada en el cargo el próximo martes

17 sep 2024 . Actualizado a las 11:14 h.

La directora general de la Guardia Civil, Mercedes González, ha preferido ir en las listas electorales del PSOE para el 23 de julio a seguir al frente de la institución en la que lleva poco más de dos meses. A falta de que este sábado el comité federal de los socialistas lo ratifique, la que fuera delegada del Gobierno de Madrid ocupará el número diez en la plancha que liderará el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y tendrá que dejar el cargo. La legislación es meridianamente clara al respecto.

El artículo 6 de la ley del régimen electoral general, la Loreg, establece quiénes son las personas inelegibles para un cargo representativo y entre ellas se encuentran los miembros de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad y Policía en activo. Eso significa que González, también líder de la agrupación socialista de la ciudad de Madrid, tendría de plazo para presentar su dimisión hasta la presentación de las candidaturas ante la Junta Electoral Central, entre el 19 y el 24 de este mes. Pero según fuentes de su entorno no esperará tanto. El próximo martes el Consejo de Ministros ya aprobará su cese y hará un nuevo nombramiento.

Malestar interno

La decisión ha sido recibida con malestar en el instituto armado. Fuentes del generalato la consideran una falta de respeto y subrayan que una institución como la Guardia Civil «no puede estar al albur de vaivenes políticos ni partidistas».

Una vez se confirme el relevo, esta legislatura habrá tenido tres directoras generales diferentes. La primera fue María Gámez, que dimitió el pasado 23 de marzo por la imputación de su marido en un caso de irregularidades en la adjudicación de fondos de la Junta de Andalucía. La segunda, González, a la que Sánchez situó en el puesto después de haber cercenado sus aspiraciones de concurrir como candidata a la alcaldía de Madrid (responsabilidad que recayó en la exministra de Industria, Reyes Maroto). Y el o la tercera, quien ahora llegue.

Entre los posibles sucesores se sitúa a la actual delegada del Gobierno en Melilla, Sabrina Moh, que recientemente tuvo que gestionar el escándalo del robo de votos en las elecciones del 28 de mayo. Su perfil sería muy rompedor: mujer y musulmana. El ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska tiene un alto concepto de ella y de su labor en una ciudad autónoma delicada por su proximidad a Marruecos y los asaltos a la valla, y ya sopesó su nombre hace dos meses. Aun así, hay que tener en cuenta que el o la designada corre el riesgo de asumir el cargo por un breve espacio de tiempo, dadas las posibilidades de que tras el 23 de julio se produzca un cambio de Gobierno, y en un clima interno poco favorable, lo que hace el nombramiento poco atractivo.

La propia elección de González, entre la opción de ser diputada o seguir al frente de la Guardia Civil, puede ser indicativa de las expectativas con las que los socialistas afrontan las generales después del varapalo sufrido en las autonómicas y locales del 28 de mayo, en las que perdieron buena parte de su poder institucional (salvo sorpresa, siete comunidades autónomas y una quincena de capitales de provincia). En el puesto diez de la lista por Madrid tiene bastantes posibilidades de conseguir acta si el espacio a la izquierda del PSOE se hunde. Diez fueron los diputados que obtuvieron los socialistas por esa provincia en el 2019.