Los populares siempre han gobernado en el mayor ayuntamiento de Barbanza
25 may 2023 . Actualizado a las 12:36 h.Ribeira es el mayor ayuntamiento de la provincia de A Coruña en el que siempre ha gobernado el Partido Popular desde que en 1989 adquiriera esta marca, fruto de la refundación de Alianza Popular, que ya entonces tenía alcalde en la capital de Barbanza. Desde las primeras elecciones municipales democráticas, en 1979 solo hubo un intervalo de cuatro años en el que el bastón de mando no estuvo en manos de un regidor de centroderecha. Fue entre 1983 y 1987, con el socialista José Antonio Ventoso al frente de una coalición de centroizquierda.
En 1987, el PSOE perdía la alcaldía a consecuencia del apoyo de dos concejales del CDS a la lista de AP. Los ediles centristas fueron expulsados del partido de Suárez por desoír la orden de dejar gobernar a la lista más votada. Uno de ellos era Manuel Ruiz Rivas, que es el actual alcalde del PP.
Los movimientos de finales de los años ochenta, aunque suenen al cuaternario de la política municipal, son imprescindibles para interpretar el actual paisaje electoral de la centenaria capital de Barbanza. Porque tanto los hechos como sus protagonistas aún influyen hoy en la correlación de fuerzas políticas.
Por un lado está un debilitado socialismo víctima de aquel mismo PSOE que hace veinte años intervino la agrupación local para imponer un candidato distinto al que defendían las bases. La fractura dio como resultado la creación del partido Iniciativa Progresista de Ribeira (IPdeR), en la órbita de un despechado José Antonio Ventoso, que no tardó en dejar la nave socialista en la que llegó a ser portavoz parlamentario. A partir de ahí, IPdeR se ha presentado a todas las elecciones fraccionado el voto socialista.
Al PP, con unos cuantos mandatos municipales de por medio, le ocurrió algo parecido hace solo cuatro años, cuando exconcejales críticos con Manuel Ruiz montaron una lista alternativa llamada Partido Barbanza Independiente (PBBI). Debilitaban de esta manera la franquicia del centroderecha y fracturaban el voto. La suma de los concejales de ambas formaciones alcanza ahora 16 de los 21 que conforman la corporación municipal. Pero ya se sabe que la política no es una ciencia exacta, más bien todo lo contrario, y la unidad de ambas formaciones probablemente no daría esa mayoría tan absoluta que anhelan los populares tras ocho años gestionando con 9 ediles.
Lo que puede pasar
Las consecuencias de las cuitas internas de los llamados grandes partidos han sido distintas en el escenario político de Ribeira: el PP nunca dejó de gobernar, aunque fuese en minoría, y al PSOE incluso le ha costado encontrar un cabeza de lista para estas elecciones, fruto de tantos años de trompicones y un cierto desinterés de la ejecutiva gallega.
Con este panorama, la emoción del 28M en Ribeira casi se reduce a una lucha entre el PP de Manuel Ruiz y la que muchos califican de marca blanca ese PBBI de Vicente Mariño, con un BNG a la expectativa y en claro ascenso, que incluso podría salir beneficiado de las diferencias entre las dos principales referencias de la derecha ribeirense (con permiso de Vox, que presenta lista, pero con escasas posibilidades de obtener representación). El PSOE parece más obligado a pensar más en una refundación partiendo de unos previsibles mínimos. Y queda un IPdeR cuya aspiración es volver a la corporación municipal de la que salió hace cuatro años, víctima de la multiplicación de opciones entre las que se repartió el voto del descontentos a diestra y siniestra.