El gran reto del próximo gobierno de A Coruña será la transformación de la fachada marítima

David García A CORUÑA / LA VOZ

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Entrada por la plaza de Ourense de A Coruña al muelle de Calvo Sotelo, recuperado para el paseo de los ciudadanos en noviembre del 2022.
Entrada por la plaza de Ourense de A Coruña al muelle de Calvo Sotelo, recuperado para el paseo de los ciudadanos en noviembre del 2022. EDUARDO PEREZ

Tendrá que dar una solución definitiva a la situación actual de interinidad

27 may 2023 . Actualizado a las 05:00 h.

El gobierno local que tenga el control de María Pita durante los próximos cuatro años tendrá que hacer frente a un extenso elenco de cuestiones pendientes y de iniciativas propias de diferente calado y sobre todos ellos sobresale el desarrollo de la fachada marítima. La liberación de los muelles portuarios para el uso ciudadano es el mayor reto de A Coruña a corto y medio plazo, pero con una trascendencia vital para el futuro.

En el mandato que vive sus últimas horas se abrieron provisionalmente los muelles de Trasatlánticos, Batería y Calvo Sotelo, estos dos últimos después del traslado de las últimas compañías de actividad industrial. El testigo lo tomaron las actividades culturales, como las exposiciones impulsadas por la Fundación Marta Ortega y los conciertos de Noites do Porto y del Noroeste.

Estas aperturas contaron con el asterisco de una situación de interinidad que se mantiene y que será ineludible resolver en este mandato, con el Ayuntamiento llamado a liderar la transformación de más de 80.000 metros cuadrados en los que la ciudad se abrirá un poco más al mar. Así se vio también en el debate de esta semana organizado por Radio Voz y La Voz de Galicia, con la fachada marítima siendo el asunto que más elevó la temperatura en la sede de Afundación.

Esta pasará por definir aspectos como la fórmula que se determine para decidir el futuro de estos terrenos y por concretar el uso y aspecto que tendrán, además de dilucidar de qué manera se financiará la adaptación de los muelles a su nueva realidad, uno de los puntos que más discordia generan.

Los partidos no explicitaron durante esta campaña cómo pretenden afrontar la inversión que supondrá la reconversión de los muelles interiores y tampoco ofrecieron excesivos detalles sobre sus propuestas para los usos de estos espacios. Todos apuestan por mantener la titularidad pública y que la mayor parte se destine a zonas abiertas a la ciudadanía y con relevancia para el verde. Debido a la gran extensión que ocupan se antoja inevitable que haya otros usos que acompañen a los terrenos libres.

La alcaldesa y candidata socialista, Inés Rey, mantiene su apuesta por convertir estos terrenos en una nueva zona de espacios libres y con equipamientos, aunque durante la campaña no presentó ningún proyecto concreto. Miguel Lorenzo, cabeza de lista del PP, sí que presentó su plan para los muelles y destaca la propuesta de soterrar el tráfico en la Avenida do Porto, predominancia de jardines y zonas verdes y algún equipamiento que no definió.

La Marea propone negociar con Puertos del Estado la condonación de la deuda de la Autoridad Portuaria, el BNG que se incluya la devolución gratuita de los terrenos del hotel NH Collection A Coruña Finisterre y La Solana, y Por Coruña apuesta por usos culturales, deportivos y de ocio, además de productivos y logísticos vinculados al transporte y la pesca, entre otros.

El final del mandato y de la concesión de Repsol coincidirán en el tiempo

La transformación de los muelles de Batería y Calvo Sotelo es la cuestión más urgente que tendrá que abordar el próximo gobierno municipal, que tampoco deberá perder de vista al de San Diego. Se trata de más de 377.000 metros cuadrados, incluida la estación de mercancías, en los que también continuará la expansión del ámbito urbano sobre el industrial. La gran extensión de este terreno hace que parezca inevitable que haya una parte que se dedique a la construcción de viviendas, cuestión descartada para los muelles más céntricos. La situación de San Diego es diferente, ya que la concesión de Repsol en este espacio caduca en el 2027, aunque el traslado de los petroleros marcó el inicio de su marcha.