Cumplir sus compromisos y liderar la recuperación abren la agenda del futuro alcalde
04 jun 2023 . Actualizado a las 05:00 h.«Sé perfectamente los retos que nos esperan». Lo decía José Manuel Rey Varela, (Ferrol, 1975) el día después de lograr su segunda mayoría absoluta en las urnas. Y a partir del 17 de junio llegará la hora de la verdad: cuatro años en los que no deberá hacer cálculos en el pleno para lograr los trece votos, pero en los que deberá confrontar con la realidad los compromisos adquiridos y atender a las cuestiones estratégicas de la ciudad.
Los 100 primeros días
Nuevos presupuestos y adiós a los radares. Fue el futuro alcalde el que se impuso su reto más inmediato desde la asunción del bastón de mando: «En los cien primeros días tenemos que demostrarles a los ferrolanos que las cosas son posibles». Y que en esos tres meses, comiencen a notar el cambio. La primera medida, «abrir el Concello a los vecinos», lo que traduce en «que todos los vecinos puedan ser atendidos personalmente en todas las oficinas». Y después, todas las demás: aprobar unos presupuestos municipales para este año, la reorganización administrativa del Ayuntamiento y la dotación del personal necesario a los servicios, reabrir los comedores sénior, un plan de contingencia para reducir las esperas en la ayuda en el hogar, aprobar las normas necesarias para que las licencias se otorguen en tres meses... Y una más: la supresión de los radares «recaudatorios» como el de A Malata.
Las grandes promesas
De la playa en Caranza a las tres ciudades deportivas. En el denominado «contrato del cambio», Rey Varela estampó su rúbrica sobre un documento con grandes aspiraciones. Entre ellas, destacan macroproyectos como la anunciada recuperación del litoral de Caranza, con una nueva playa urbana, los parques cubierto y de agua y el centro de ocio en O Inferniño o las tres ciudades del deporte: la del Racing, FIMO y la náutica en A Cabana. Son solo algunos ejemplos. «Tenemos medidas para cuatro años y otras con el horizonte 2030», aseguraba Rey Varela días antes de convertirse en virtual regidor, pero «todas las actuaciones que yo planteo tienen que estar en marcha antes del 2027».
Las urgencias
Muchas «patatas calientes». La primera semana tras el vuelco de las urnas ya mostró que el traspaso de poderes no será, previsiblemente, de guante blanco. Lo escenificó la polémica por las vallas de la calle de la Iglesia. Y hay otros temas que piden paso urgente en la agenda del nuevo alcalde: socorrismo, desbroces, la organización de las fiestas de este verano o conflictos laborales como el del servicio de jardines.
Recuperación económica
El liderazgo del Ayuntamiento. Para Rey Varela, el gran reto de su mandato será «ser capaces de que el Ayuntamiento de Ferrol lidere la recuperación» económica de la ciudad. Para ello apuesta por impulsar el empleo para frenar la sangría demográfica y retener el talento en la urbe. En una ciudad con 4.283 parados según los últimos datos oficiales de la Xunta, correspondientes a mayo, Rey Varela propone ayudas a fondo perdido de 3.000 euros para quienes emprendan un negocio en Ferrol, un programa de acceso a la vivienda o un Plan Retorna para jóvenes, además de buscar el rejuvenecimiento y fijación de la población con ayudas de 600 euros a las familias por cada recién nacido. En una ciudad sin suelo industrial, crearlo será uno de los retos, así como la colaboración con otras administraciones. El futuro regidor incluye entre sus deberes el desarrollo de la terminal de contenedores y la colaboración para poner en marcha la zona franca.
Sector naval y tren
Abanderar reivindicaciones de ciudad. El horizonte de carga de trabajo que abre el contrato de las F-110 marcará un mandato en el que la administración local también tendrá su papel. Por lo pronto, debe culminar la tramitación del estudio de detalle de la fábrica digital de bloques. Y desempeñar su papel en la reivindicación ante el Gobierno central de infraestructuras como el dique cubierto o, en el ámbito de las comunicaciones, la mejora de la conexión por tren entre Ferrol y A Coruña.
Convenio con defensa
Las bases de un nuevo barrio en el Sánchez Aguilera. Fue el hito del mandato que expira. El convenio con Defensa se cerró, y el acuerdo definirá el futuro de la ciudad. Encima de la mesa José Manuel Rey se encontrará la tarea de echarlo a andar. Y lo primero, la licitación de la urbanización de la parcela del Sánchez Aguilera, llamada a convertirse en un nuevo barrio de Ferrol. Requerirá más de doce millones de euros, y aunque los costeará el ministerio será el Concello quien deba contratarla. Y empezar a buscar destino práctico a las otras parcelas del acuerdo.
Las obras en marcha
El bulevar de As Pías. Con el postulado de evitar la parálisis por bandera, Rey Varela deberá decidir el rumbo de actuaciones en marcha y que, como también le sucedió al que será su antecesor, Ángel Mato, deberá desarrollar sin compartirlas. Es el caso de la reurbanización de la calle de la Iglesia o San Francisco. Y aunque emprendida por el Gobierno estatal, será responsable también de controlar las múltiples afecciones de la mayor obra urbanística de la historia reciente de Ferrol: la conversión de la avenida de As Pías en un bulevar.
El día a día
La regularización de los contratos. Lo más difícil de ser alcalde, reconoce quien está a dos semanas de empuñar de nuevo el bastón de mando, es «ser capaz de atender los problemas que te plantean directamente los vecinos». Y, defiende, «hay que tener un gran equipo para ser capaz de contestar siempre». Por ello, para atender el día a día de la ciudad, regularizar las decenas de servicios sin contrato será capital. Y nada sencillo: algunos como el de recogida de basura llevan sin contrato en vigor desde finales del 2014.
Política
Gobernar con mano izquierda. Rey Varela prometió gobernar «para todos» y ahora le toca demostrarlo. Los trece concejales de su mayoría absoluta le permitirán al PP sacar adelante sin cortapisas cualquier decisión. Pero esa será también un arma de doble filo: no podrá culpar a la oposición de obstaculizar su acción de gobierno. Y resta por comprobar cuánto de realidad hay finalmente en su postulado de «superar los enfrentamientos entre partidos» y cuánta mano izquierda es capaz de desplegar. Todo a la espera de si con el 23J se alinean los intereses populares en el eje Ferrol-Santiago-Madrid.