Ciudadanos: Un embrión que tiene ahora la puerta abierta para crecer en la comunidad

Mario Beramendi Álvarez
M. Beramendi SANTIAGO / LA VOZ

ELECCIONES 2016

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Depende de la suerte de Albert Rivera en el talbero parlamentario de Madrid y de una apuesta electoral propia para Galicia

22 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Con un diputado por A Coruña y a las puertas de haber logrado el segundo por Pontevedra, el escenario político que se abre para Ciudadanos en Galicia es el de haber sentado las bases para un posible crecimiento y una futura consolidación en la comunidad. Pero ello depende, al menos, de dos factores: de la suerte que corra Albert Rivera en el intrincado tablero parlamentario de Madrid y, sobre todo, de que la formación naranja se avenga, con cierto criterio, a galleguizar su discurso, a impregnarse de las particularidades de una realidad socioeconómica que en nada se parece a la de otros territorios del Estado. Esta segunda variable resultará determinante para la formación naranja en el año que queda para las autonómicas. Y ello pasa por una apuesta electoral propia, que no consista en fiarlo todo a pegar carteles con la foto de Albert Rivera.

Resulta curioso que el diputado de Ciudadanos por A Coruña, Antonio Rodríguez, el único logrado el 20D en esta autonomía, llamara la atención en campaña por asegurar en televisión que las propuestas para Galicia las haría después de las elecciones. Y pese a ello, han logrado casi 148.000 votos, el doble que Nós; unas papeletas que también han sido claves para que el PP perdiera, por ejemplo, un escaño en Pontevedra, Lugo y Ourense, provincias donde Ciudadanos no obtuvo representación. Galicia contribuye con un solo diputado a los 40 logrados por la formación de Rivera; suficiente como punta de lanza para emprender un camino en la comunidad, pero que no constituye garantía dada la volatilidad del voto. En cierta medida, al PP gallego también podría interesarle la entrada de Ciudadanos en O Hórreo porque, llegado el caso, tendría la oportunidad de conservar la Xunta sin mayoría absoluta. Una baza con la que no cuenta ahora.