Los secesionistas desdeñan el mensaje del rey y se reafirman en su desafío

R. C. BARCELONA / COLPISA

ELECCIONES 2016

Quique García | EFE

Un centenar de cargos públicos de la CUP abogan por apoyar la investidura de Mas

26 dic 2015 . Actualizado a las 05:00 h.

Aunque el discurso del rey no variará un ápice las intenciones de los soberanistas catalanes, Artur Mas agradeció al jefe del Estado que hiciera un llamamiento al diálogo entre todas las fuerzas políticas. Durante una ofrenda floral en la tumba del expresidente catalán Francesc Macià, Mas dijo entender que el rey defienda la unidad de España, pero a continuación señaló que le hubiera gustado «notar más sensibilidad hacia los derechos de los catalanes». El presidente de la Generalitat también criticó que en su mensaje navideño don Felipe «presentase, aunque sea indirectamente, el tema de Cataluña como imposición de unos sobre otros».

Desde Esquerra, las valoraciones fueron mucho más duras que las realizadas por Artur Mas. El candidato de la formación republicana en las pasadas elecciones generales, Gabriel Rufián, acusó al jefe del Estado de «indecencia» por tratar de dar lecciones de democracia. En tono ofensivo, el dirigente de Esquerra señaló que «es curioso que una monarquía heredera de la dictadura hable de decadencia». La presidenta del Parlamento catalán Carme Forcadell, opinó que las palabras de Felipe VI «están en la línea de la monarquía que es uninacional y unilingüística, y a favor de la unidad de España». Sobre el llamamiento del rey a no repetir errores del pasado, Forcadell afirmó que si desde el lado soberanista se ha insistido en la exigencia de iniciar un proceso democrático y pacífico es precisamente porque no se quieren repetir esos errores del pasado.

Pero el mensaje navideño del rey no fue el único objetivo de los dirigentes secesionistas. El otro fueron los militantes de la CUP, el partido antisistema que mañana celebrará una asamblea en Sabadell para decidir si apoya o no la investidura de Artur Mas, lo que debería producirse antes del 7 de enero, porque de lo contrario habría que ir a unas nuevas elecciones catalanas. Los dirigentes de Junts pel Sí instaron a los miembros de la CUP a que no desaprovechen «el momento histórico» y den su apoyo al proceso secesionista respaldando la investidura de Mas.

A medida que se aproxima la fecha de la decisiva asamblea, las presiones van en aumento. Un centenar de alcaldes y concejales de la CUP hicieron público ayer un manifiesto en el que piden «generosidad, flexibilidad y empatía» para facilitar la formación de Gobierno y evitar unas nuevas elecciones catalanas en marzo. «Ni un paso atrás hacia la independencia», es el título del manifiesto, que han firmado, entre otros, los alcaldes de Argentona (Barcelona), Eudald Calvo; Celrà (Gerona), Dani Cornellà; los tenientes de alcalde de Badalona José Téllez y Laia Sabater, todos ellos representantes de CUP-Poble Actiu, el sector más nacionalista de la formación a.

«Flexibilidad y empatía»

«Pedimos generosidad, flexibilidad y empatía. Pedimos mirar más allá de nosotros mismos», indican los firmantes, porque «el apoyo social amplio a la independencia y a la república catalana al que hemos llegado es un bien colectivo que debemos preservar y hacer crecer aún mas; y que de ninguna de las maneras se debería poner en peligro ni dilapidar por falta del esfuerzo político necesario». Añaden que cualquier retroceso en este sentido «solo consigue fortalecer al enemigo político y debilita el proceso de construcción de la república catalana independiente».

Los cargos municipales de la CUP consideran que la posible falta de acuerdo político sería «muy negativo» para el proceso soberanista al representar «el retorno al marco autonómico y la imposibilidad de construir la república catalana». Y reconocen que unas nuevas elecciones en Cataluña podrían «desestabilizar y debilitar el apoyo social y político a la opción independentista», reforzando las «terceras vías» y favoreciendo nuevos pactos con el Estado español.