Las negociaciones fueron tan duras que hasta se sorteó el orden para intervenir en el minuto de oro
12 jun 2016 . Actualizado a las 09:10 h.Justo el mismo día en que España debuta en la Eurocopa, los cabezas de lista de los cuatro principales partidos jugarán la única baza que les permitirá, en palabras del sociólogo y coordinador del máster de comunicación política de la Universidad Complutense de Madrid Luis García Tojar, «hablar de política en la televisión en un marco político». De ahí que no fuera fácil, como explica el director de la Academia de Televisión, Manuel Campo Vidal, poner de acuerdo a los cuatro partidos: «Fue complejo porque había que conciliar los intereses de cuatro y no solo de dos; también porque se aceptó mi propuesta de que hubiera tres moderadores (uno por cada grupo de televisión). Eso, lógicamente, ha complicado las cosas».
Tras varias reuniones lograron, añade, «perfilar un acuerdo prácticamente por consenso», porque hubo flecos donde tuvieron que recurrir al sorteo. El orden para intervenir en el minuto de oro que pondrá el broche al debate es un ejemplo. La fortuna es la que ha dicho que sea Pablo Iglesias el primero en intervenir, seguido de Albert Rivera, Mariano Rajoy y, por último, Pedro Sánchez.
Lo que digan durante ese minuto de oro será especialmente importante para lograr los objetivos que se ha marcado cada uno con sus respectivos asesores durante los días previos al debate. Por eso, como explica Iván Redondo, de la consultora de política Redondo y Asociados, deben recurrir a un lenguaje sencillo y directo, teniendo muy claro cuál es el objetivo que quieren lograr: «Es fundamental que del mismo modo que deben empezar el debate con fuerza, también lo terminen con ella».
No habrá tiempos marcados
Otra de las particularidades de este debate son los tres moderadores encargados de equilibrar los tiempos de intervención en los diferentes bloques, porque estos no están preestablecidos. Ayer los presentadores celebraron una reunión para repasar la programación. Ana Blanco será la encargada de realizar la presentación del encuentro; Vicente Vallés deberá explicar la dinámica del programa y Pedro Piqueras lanzará la primera pregunta que dará paso a cada bloque.
Los partidos no quieren dejar nada al albur porque, como ha notado Campo Vidal durante los días previos, «hay mucha tensión y en realidad nadie cree en las encuestas que se publican. Por eso, el debate puede ser especialmente influyente, más que otras veces». No opina muy distinto de Luis García Tojar en ese sentido. El sociólogo cuenta además que «el debate es el momento decisivo de la campaña».
Redondo cree que nadie quiere ir al juego de mañana como favorito porque el que lo haga tendrá mucho más complicado lograr el objetivo de ganarse a un público que espera mucho más de lo que puedan decir o hacer que del resto de candidatos . Su ejemplo: «Rajoy es el que parte de la expectativa más baja, cualquier cosa que haga bien lo reconocerán. No le hace falta llegar al diez, le basta con un diez. Por contra, Pablo Iglesias deberá estar brillante para poder superar la intervención que realizó en el anterior campaña». Los nervios sobrevuelan ya el plató. Ninguno quiere tercera vuelta.